Hace tiempo que les vengo
prometiendo hablar algo de este sujeto, al que en el blog hemos rebautizado
como El fraCasado, y créanme: me da una pereza de la hostia, no lo puedo
evitar, pero, igual que hemos dedicado un post a Afganistán, tema triste donde
los haya, pues habrá que hacer de tripas corazón y hablar de este elemento,
porque creo realmente que su actitud no se puede tolerar. En los medios de la
derecha, que se dedican más a jalear que a informar, ahora dan por hecho que
este señor va a ganar las próximas elecciones generales, que ya las tiene
ganadas de antemano, dos años antes de que se convoquen y celebren. Basan este
pronóstico tan anticipado en que todos los sondeos le ponen ahora por delante
de Sánchez, con la habitual excepción del por todos desprestigiado CIS de Tezanos, que lo sigue poniendo de
perdedor. Puede que tengan razón, pero a mí, por el contrario, me parece que se
le está poniendo una cara de Rivera inconfundible a pesar de la barba. Ayer
apareció por Cataluña y soltó unos cuantos eructos. Copio la información de un
periódico catalán:
Su plan para
Cataluña es simple: “No
cambiar de rumbo el tiempo que haga falta. Durante una legislatura, dos o las que sean precisas”. El
único reencuentro que está dispuesto a ofrecer a los catalanes independentistas
es “la Constitución, el Estatuto y la ley. Derrotaremos a los secesionistas el
día en que entiendan que jamás nos cansaremos de defender la ley”, enfatizó.
“Son ellos los que tienen que perder la esperanza, no nosotros. Y si lo vuelven
a hacer, volveremos a derrotarlos. No hay plan más eficaz que este, fortalecer
nuestra paciencia y acabar con su falsa esperanza”.
¡Hala!
¡A mí el pelotón, Sabino, que los arrollo! ¿Pretenderá con ese discurso mejorar
sus depauperados resultados en Cataluña? No creo que sea muy exitosa esta estrategia,
puesto que eso es lo que ya ofrece Vox, que en las pasadas autonómicas duplicó
el número de votos del PP. Tal vez su siguiente paso sea ir al País Vasco a
cagarse en el árbol de Guernica. No sé qué piensan ustedes, pero a mí me parece
que no es este un buen camino, a dos años de unas elecciones, mientras Sánchez
se lleva los elogios de los dirigentes europeos y hasta se ajunta con Biden, que ya le ha dedicado algo más de los veinte
segundos que le concedió en la cumbre del G7, en los que supongo que les dio tiempo
a decirse: ¿qué tal tu mujer? ¿los niños
bien? Vale, quedamos un día y tomamos unos bourbons.
He de
decirles que tengo muchos amigos de derechas, de esos que votan siempre al PP,
aunque el candidato de turno sea corrupto, feo o sin un discurso definido. Les
da igual, ellos votan PP. No por eso los aprecio yo menos. Y me parece que el
fraCasado no les representa adecuadamente en el concierto político nacional. No
es un líder a la altura de lo que se merece el primer partido de la derecha de ámbito
nacional. Y parece difícil que, sin mejorar los resultados en Cataluña y el País
Vasco vaya a ganar unas generales sin requerir el apoyo de Vox, cuya
participación en un eventual gobierno nos haría ser el hazmerreir europeo y
rescataría el espantajo de todas las leyendas negras patrias, que tanto les
gusta agitar a holandeses y similares.
Vayamos por partes. Este jovenzano animoso y concentrado en su batalla contra el mal, se curtió en la sección juvenil del PP, llamada Nuevas Generaciones, de la que fue elegido
presidente apenas un año después de su ingreso. Allí mamó las enseñanzas de la
Fundación FAES y su mentor, al que solemos llamar en el blog El del Bigote. A
partir de ahí, fue ascendiendo en el partido, hasta llegar al puesto de
Vicesecretario de Comunicación. En esas lides andaba (además de haber sido
elegido Diputado, primero en Madrid y luego en el Congreso), cuando se planteó
la sucesión de Rajoy en julio de 2018, tras la debacle de la moción de censura.
Ya se ha contado en el blog, pero lo repetimos. Los que controlaban por entonces el partido quisieron jugar a ser modernos y decidieron convocar unas
elecciones primarias para elegir al nuevo secretario general. Hasta entonces,
dicha elección se había hecho a dedo, recuerden el famoso cuaderno azul de El
del Bigote, donde anotó los nombres de sus tres posibles sucesores, entre los
que dio en elegir a Rajoy.
Los
fontaneros del partido confiaban en controlar el proceso de forma que ganara Soraya,
que era la candidata oficial. Pero no contaban con las rencillas entre mujeres
que decantaron la elección final. Soraya ganó la primera vuelta, seguida
sorprendentemente de cerca por El fraCasado y quedando en tercer lugar la
presunta delincuente Cospedal, lo que obligaba a una segunda vuelta. Enfrentada
Cospedal desde hacía tiempo con Soraya, decidió volcar sus votos en segunda
vuelta hacia el otro candidato, no porque le gustara más, sino por fastidiar a
su enemiga. El despecho es un sentimiento muy fuerte. Y así fue como este señor
accedió a la secretaría general de uno de los dos partidos mayores del Estado
Español.
Su
trayectoria inmediata fue irregular. Empezó consiguiendo la Junta de Andalucía,
uniendo por primera vez PP, Ciudadanos y Vox. En las municipales de 2019,
perdió una serie de alcaldías de ciudades de tamaño medio, pero recuperó Madrid
y aguantó el tirón en la Comunidad con la desconocida Ayuso. Pero en las
Generales de 2019 (se celebraron dos) pegó un bajón de votos tremendo en la
primera y recuperó parte en la segunda, pero no como para gobernar. La izquierda agitó de
forma efectiva el espantajo de la foto de Colón y consiguió resistir. Ya saben
que, tras la primera de estas elecciones, Sánchez dijo que no pactaría con Podemos,
que la idea de tener a Iglesias en el gobierno le producía insomnio. Por eso
convocó la segunda, en la que ambas formaciones de izquierdas perdieron
bastantes escaños, lo que llevó a Sánchez a darle el famoso abrazo a Iglesias,
a pesar de lo mal que le olía la coleta.
A
partir de ahí, y de la constitución del gobierno con apoyos como PNV, Bildu y
ERC, el discurso del fraCasado es monocorde: lo que hace el gobierno está TODO
MAL. Haga lo que haga Sánchez, TODO MAL, incluso antes de que lo haga. Bien, es
su estrategia y pudiera ser que le diera el resultado. De hecho, estuvo a punto
de tumbar al gobierno en la famosa sesión de las Cortes en la que Sánchez
sobrevivió in extremis por el inesperado apoyo de Arrimadas. Tampoco es una
estrategia novedosa, ésta del TODO MAL, de hecho, ya la utilizó Fraga contra
Felipe González, de manera igual de infructuosa, hasta que en el partido
decidieron jubilarle y mandarlo al retiro dorado gallego. No sé si lo recuerdan
pero, en un rasgo de humor muy de la tierra, Fraga proclamó que el Gobierno
hacía de vez en cuando alguna cosa bien, pero era porque se equivocaba.
Rajoy
también usó esa estrategia contra Zapatero. Pero tanto Fraga como Rajoy eran
más inteligentes y le pasaban a sus declaraciones un filtro, para que no
pareciera que decían siempre lo mismo. Este señor del que venimos hablando
(inflexión sintáctica típicamente rajoyana), es como un loro parlante que, ante
cualquier contingencia, se cuadra, ataca el micrófono y dice TODO MAL. Es como
si hubiera encontrado el remedio mágico a todos los problemas del país, es su
piedra filosofal, es el ungüento amarillo, es el bálsamo de Fierabrás
cervantino, o lo que llaman en Francia La
poudre de Perlimpinpin. Ante cualquier coyuntura que se suscite, él sale a la
palestra y dice TODO MAL. Por cierto, si creen que les estoy contando una bola con lo de la versión francesa,
aquí pueden ver que hay hasta camisetas con el nombre de ese remedio mágico inexistente.
Que el fraCasado
no se apee de su muletilla es, en primer lugar, aburrido, tedioso en grado
sumo, pero es que es tremendo que no cambie de discurso ante una circunstancia
terrible como una pandemia mundial. En los demás países de la Unión Europea,
los dirigentes de la oposición dejaron aparcadas su críticas, para apoyar a la
nación en un momento de graves riesgos para todos. En Portugal, el jefe de la oposición
de derechas hizo unos discursos admirables de apoyo total al Gobierno. En
Italia, se decretó el estado de alarma, que sigue todavía, sin que nadie lo
discuta. Y en Francia, Melenchón, líder de los chalecos amarillos dijo que la
protesta se terminaba hasta que se arreglara lo del Covid-19.
En España,
el fraCasado seguía empecinado en su estrategia de acoso y derribo de Sánchez para
ponerse él, y le hizo pasar un verdadero calvario en cada prórroga del estado
de alarma. Le importaba una mierda que eso afectara a la lucha contra la
pandemia. Pero, en esta estrategia monocorde, lo que me parece intolerable son
dos episodios en los que este señor entra ya de cabeza en los terrenos de la
deslealtad. Uno, cuando fue a las instituciones europeas a señalar a Sánchez
(el clásico acusica), para pedir que no nos dieran los fondos europeos, incluso
comparando al gobierno español con el húngaro y el polaco, a los que se les han
condicionado los fondos a que desistan de sus políticas autoritarias. Este
señor es muy tonto, porque no se había enterado de que quien manda en Europa es
la señora von der Leyen a la que, con perdón, se le hace el culo agualimón en
presencia del apolíneo y ebúrneo Sánchez, como pueden constatar en fotos como
estas dos que les pongo abajo. ¡Ay! Qué poco sabe de la vida el fraCasado.
La segunda deslealtad intolerable fue cuando los marroquíes dieron suelta a sus adolescentes para que se fueran en masa nadando a Ceuta. En ese momento de grave crisis para el país, al fraCasado no se le ocurrió mejor cosa que reunirse por Teams con los líderes de dos partidos ultras de Marruecos que reivindican la recuperación de Ceuta y Melilla y no sólo reunirse con ellos sino encima publicitarlo en su twitter como presumiendo de lo que acababa de hacer. Pueden verlo abajo. Hasta Abascal lo puso verde. Por cierto, a Abascal lo deberíamos de mandar a la isla Perejil, para que desde allí retara descamisado a los marroquíes, así matábamos dos pájaros de un tiro.
En otro
momento, el fraCasado nos asustó a todos con las terribles desdichas que nos iban a asolar a cuenta de los indultos a los
catalinos, que iban a ser la ruina de este país, que eran el primer paso para la
instauración de la dictadura social-comunista. Y ya ven: todo sigue más o menos
igual, seguimos pudiendo tomarnos nuestras cañas y disfrutando de nuestra
libertad-libertad-libertad, mientras los ex-presos han perdido todo su protagonismo y
seguro que hasta casi añoran la vida muelle de la prisión, en donde les
pagábamos la manutención entre todos los españoles y estaban todo el día en las
noticias. Y cuando esta última ruina del terrible éxodo de Afganistán, yo creo que España no lo ha
hecho tan mal, y así se nos ha reconocido internacionalmente. ¿Y qué dice el
fraCasado? Pues que TODO MAL
Un caso
en el que este señor rozó el ridículo fue cuando el cambio de gobierno de
Sánchez. Es que esa vez, el tipo se adelantó a decir TODO MAL, antes de saber
en qué consistía el cambio. Por la mañana se anunció una inminente remodelación
a fondo del gobierno y ya el fraCasado se adelantó a decir que era nefasta. Le dijeron
los periodistas: oiga, si todavía no se sabe en qué va a consistir. Respuesta:
da igual, cualquier cambio será malo, el que se tiene que ir es el propio
Sánchez. Le faltó añadir: para ponerme yo. Miren ustedes por dónde, a mí me
parece bien el cambio de gobierno. Me parece estupendo que se hayan ido Carmen
Calvo, Ábalos y Pedro Duque, que me parecían unos ministros muy malos, igual
que la de Asuntos Exteriores que, ha sido irse ella, y arreglarse el problema
con Marruecos.
Y sobre
todo es cojonudo que hayan echado a Iván Redondo, el consejero áulico y
responsable de imagen de Sánchez, de quien en este blog se llegó a decir que
tal vez fuera un infiltrado del PP (para quien había trabajado antes) porque
realmente no se puede ser más manta. A este respecto, he de confesar que tampoco he visto un
cambio significativo en la política de imagen del presidente. Es que Sánchez y sus ministros están
haciendo muchas cosas que tienen sentido, pero no las venden adecuadamente. Es que Sánchez
tendría que estar todos los días en la televisión explicando lo que están
haciendo. A mí, de momento, no me disgusta demasiado el nuevo gobierno, una vez
se han largado Iglesias y los que han cesado en la última remodelación.
Voy a ir
acabando. Yo tengo claro que Sánchez va a resistir los dos años que le quedan
de legislatura. Es que las mismas encuestas que difunden a troche y moche El inMundo
y La sinRazón, contribuyen a reforzar al gobierno, porque extienden el miedo a
que gane el PP y gobierne con Vox. Y eso va a hacer que los de PNV, Bildu, ERC
y demás se estén calladitos, porque no se les va a presentar otra ocasión de estar
tan bien situados en el poder central. Y, si admitimos esto, la política del TODO MAL no tiene ningún sentido, mientras Sánchez va a repartir los fondos
europeos, tal vez asistir a la conversión de la calamidad pandémica en endémica
(porque el Covid no se va a ir) y seguramente liderar la recuperación económica
del país. En ese contexto, quizá podría optar a la reelección.
Y
ahora, la pregunta del millón. ¿Se cree el fraCasado que decir siempre TODO MAL le va a permitir recolectar más votos? ¿Es tan tonto que no se da
cuenta que ganaría muchos más adeptos si de vez en cuando dijera que Sánchez ha
hecho algo bien, aunque sea porque se ha equivocado, como decía Fraga? Habrá
que ver qué pasa en las elecciones autonómicas que se celebren antes de las
generales. Pero yo creo que en estos dos años, el fraCasado tendría muchas más chances si asumiera una imagen de estadista, empezara a elaborar un programa y a explicarlo por toda España y dejara ya el TODO MAL. Yo hace tiempo que me llevo metiendo en el blog con este señor, que
pienso que no tiene la altura que debe tener el jefe de la oposición de mi
país. Que llama la atención en Europa, porque tiene el llamado cordón sanitario
en el lado equivocado. En Francia, en Alemania y en otros países, ese cordón aísla
a la extrema derecha. En España ese cordón está mal puesto, el PP lo tiene por el otro lado.
Dentro
de esa manía que le tengo, le he lanzado una de mis maldiciones, que son
clamorosamente inútiles (por eso las lanzo). He pronosticado que este señor
será cesado de su puesto cuando el partido se harte de sus fracasos reiterados
y acabará como concursante en Master Chef Celebrities, donde su desempeño será
mucho mejor que como líder del PP. Ya ven, con la misma mala uva pronostiqué que
Mourinho (tipo odioso y mal entrenador) acabaría en su país entrenando al Rio
Ave o al Os Belenenses. Y ahí lo tienen de flamante entrenador del Roma. Yo no
entiendo cómo los clubes grandes de Europa le siguen pagando millonadas a este
impresentable. En fin: mientras vemos por donde tira el fraCasado, les dejo de
propina una foto que viene al pelo. Si, como de costumbre, me equivoco en mis
predicciones malévolas, y este señor llega a presidente, que nos pillen
confesados (y vacunados). Sean buenos.