lunes, 29 de abril de 2019

831. Valoraciones en caliente

Dijimos el otro día que la música es lo mejor para olvidarse del coñazo de la política. Mientras yo escribía mi post, Sheryl Crow cantaba en el homenaje que se le tributó a Linda Rondstadt en el Tribeca Film Festival de Nueva York. Aquí tienen uno de los temas que interpretó, para que se solacen antes de entrar en harina. Música de la buena. Así se las gasta esta mujer, en plena forma a sus 57 años. Y luego les extraña que esté enamorado de ella.


Pero ayer hubo Elecciones Generales y algo hay que decir al respecto. Empezaré por dejar claro que estoy moderadamente satisfecho, dadas mis expectativas de partida, aunque podría haber sido mejor. Pero también podría haber sido muchísimo peor, un auténtico desastre, y ya saben que a mí me gusta ser positivo. Lo que no debemos perder de vista es que esto no se ha terminado todavía, que quedan las locales, que son las que me interesan a mí por la cuenta que me trae y que no podemos relajarnos ni perder la marca, que es lo que le pasa normalmente a mi equipo del alma, el Depor: que se adelanta en el marcador, piensa que ya está todo hecho, se relaja y al final le empatan o le ganan. Así que, habremos de seguir al pie del cañón. Pero algo hay que decir de lo de ayer y aquí están mis valoraciones, personales e intransferibles.

1.- En primer lugar, me alegro un montón de que las encuestas serias hayan acertado y se hayan impuesto a las manipuladas que esparcía cierta prensa carroñera. Por ejemplo, el tabloide conocido en este blog como El inMundo (cómo me mola eso de tildarlo de tabloide). Desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa por la moción de censura y puso al frente del CIS al señor Tezanos (un científico sin ningún tipo de ambición política), el citado tabloide se dedicó a esparcir sistemáticamente inMundicias sobre este señor, hasta el punto de que, en sus titulares, el CIS ya no era el CIS a secas, sino invariablemente el CIS-de-Tezanos y todo lo que pronosticaba era delirante, sesgado y demencial. En cambio, los sondeos de El inMundo decían la verdad. AQUÍ pueden consultar uno de esos sondeos en el que pronosticaban cuarenta y tantos escaños para Vox. No es una fake news, es tal como lo publicó El inMundo. Muy bien. Pues al final es El inMundo el que se ha columpiado y yo no he visto que se disculpe con sus lectores. En cambio, el CIS-de-Tezanos ha acertado de pleno. Lo ha clavao. Tezanos debe de ser el tipo que mejor ha dormido esta noche.  
  
2.- Yo soy un demócrata convencido y sostengo siempre que, al que gane, hay que dejarle gobernar, aunque no nos guste. Porque el pueblo siempre acierta. Y el pueblo de España es muy listo. Un amigo me dice que, cuando hay una participación muy alta, el pueblo de España demuestra que es de izquierdas. Error. Yo creo que, haya la participación que haya, el pueblo español es siempre de centro, está del lado de la moderación, la tranquilidad, la templanza, la buena educación, el comportamiento deportivo y la serenidad. Y en estas elecciones, el que más se acercaba a esos valores era Sánchez, a pesar de la repentina conversión a la moderación de Iglesias en los últimos momentos de la campaña. A la gente no le gustan los insultos ni las proclamas destempladas, ofensivas y maleducadas. El pueblo español aprecia mucho la educación y no puede apoyar a alguien que insulta como lo han hecho Casado y Rivera, por la misma razón que no soporta a Rufián o a Torra.

Por ese talante apoyaba yo a Sánchez y estoy contento de que haya ganado. Y estoy doblemente satisfecho de que no necesite a los secesionistas catalanes. Ahora tendrá que contar con los vascos, los canarios y los cántabros. Tres grupos de los que puede esperarse lealtad institucional, a cambio de concesiones de segundo orden. De los catalanes, en cambio, ya sólo puede esperarse deslealtad y extorsión permanentes. Les va bien cualquier método, sea ético o no, en pos del reconocimiento del sacrosanto derecho a la autodeterminación, que nadie les va a reconocer. Entre paréntesis, yo tengo una propuesta exclusivamente mía, que solucionaría el problema catalán, pero ya se la cuento otro día, que hoy estamos a otras cosas. A lo que íbamos. Pedro Sánchez se ha mostrado en todo momento como una persona educada, incluso después de saberse ganador, cuando sus fans le gritaban ¡¡con Rivera, no, con Rivera, no!! Su respuesta fue: –Nosotros no ponemos cinturones sanitarios a nadie, eso sería ponernos a su nivel; nosotros hablaremos con cualquiera que venga con la mano tendida. 

3.- Me satisface también que el PP sea el segundo en discordia, a pesar de su debacle. Que no haya habido sorpasso de Ciudadanospedorros, aunque haya sido por los pelos. Qué quieren que les diga. España está fraccionada en dos grandes bloques y a mí me tranquiliza que las opciones más votadas de ambos bloques sean los dos viejos rockeros del bipartidismo, con sus estructuras y su experiencia. Con sus virtudes y sus defectos. Creo que el PP se ha equivocado eligiendo a Casado, como ya dije. Creo que es un partido con más tradición de dedazo que de primarias, que pagaron la novatada y que la jugada les salió mal. A pesar de lo mal que ha jugado sus cartas, de la cuadrilla de frikis con que ha poblado sus listas, de sus insultos, descalificaciones y salidas de tono en los que perdía más que ganaba, siento una cierta ternura por este joven cachorro aznarista, que ha mostrado una bisoñez de manual. Debería haberse puesto una L en la espalda, como los conductores noveles. Creo que no ha entendido nada, que se ha pensado que, para ser el líder del PP, bastaba con ser un tipo alegre y animoso.

Nadie lo ha retratado mejor que Iñaki Gabilondo en el vídeo que pueden ver AQUÍ. A pesar de haberle calificado en el post anterior de emético, esta vez le voy a retirar el adjetivo, que no hay que pasarse. Su reacción ante la derrota fue elegante: dijo haber felicitado a Sánchez inmediatamente y se congratuló de que hubiera ganado un partido que está dentro de la Constitución y tiene una larga trayectoria de seriedad. Y añadió que, como perdedor, se pondría enseguida a trabajar para hacer una oposición leal. Dijo todo esto con calma, ante los militantes que le esperaban a la puerta de Génova y que no tenían nada que celebrar. Tal vez en ese momento había empezado ya a madurar. No se le oyó a Rivera un cambio de discurso de ese calado. Por el contrario, ante sus fans reiteró su murga de la campaña: que Sánchez iba a gobernar con los independentistas y los anti-sistema de Podemos. Y que si no habían sacado un resultado mejor, era por culpa del PP. Una reacción muy deportiva, como ven.

4.- Desde luego que Rivera no me induce ninguna ternura. Este hombre va a peor. Me parece que su estrategia ha sido desastrosa. Si no hubiera jurado y perjurado que no pactaría con el PSOE ni bajo tortura, ahora estaría en una posición de privilegio. La del que puede mandar y condicionar el nuevo gobierno. Con su deriva, le ha dejado el centro a Sánchez y ha entrado a competir con Casado, a ver quien la decía más gorda. No se ha enterado de que la gente estaba apreciando la calma de Sánchez y sus decretos-ley de los viernes. Todo lo que se ha legislado en esos paquetes podrá tacharse de electoralista, pero ha favorecido a mucha gente y, lo más importante: respondía a una línea ideológica concreta. Y, mientras Sánchez hacía todo eso calladamente, los otros se dedicaban a decir que tenía las manos manchadas de sangre, o que se sentaba a comer con pederastas. Pero ¿es que se creen que la gente es tonta?

Rivera llegó al cenit del despropósito cuando este sábado proclamó: –Hemos nacido para echar del poder a Sánchez y gente como él (sic). Por Dios, qué pobreza de espíritu. Si yo llegara a convencerme de que nací para algo así, me pillaría una depresión de caballo. Un amigo argentino me dice que no debo llamar a ese partido Ciudadanospedorros, por el posible malentendido con la acepción primera del calificativo, la relacionada con los gases. Él me sugiere Ciudadanosboludos. Lo dejo a su criterio, queridos lectores. Lo que puedo decirles es que, en el ámbito del Ayuntamiento, en el que yo me muevo, llevo un tiempo observando movimientos significativos de colegas que empiezan, digamos, a ponerse de canto.

Me refiero a que, a los que tiramos del carro municipal se nos presupone un plus de esfuerzo, de dedicación, de ilusión y de compromiso, con el que vamos sacando adelante los temas del día a día. Y en estos últimos tiempos, a más de uno le he pedido un pequeño favor, por encima de lo que le obliga su puesto de funcionario, y me ha respondido algo así como: –A mí déjame en paz que yo no tengo que hacer más de lo que hago. Mi respuesta invariable: –Y a ti qué te pasa, ¿Es que te has apuntado a Ciudadanos?–, contestación que les hace bizquear y quedarse pasmados. Ciudadanosboludos es un partido que no tiene cuadros, por lo que abre las puertas a asesores y consejeros y, por esa puerta se le están colando todos los oportunistas y aprovechados, como le pasaba en su día a UPyD (busquen mi post titulado Upeydeiros).

5.- Hay que decir algo de Vox también. Ya les he dicho que Vox no me da miedo, por ahora. Es un partido en el que determinada gente, hasta ahora del PP, puede expresarse como es. En su programa hay un tercio de propuestas razonables y posibles, otro de ideas razonables pero imposibles (como la desaparición de las autonomías) y otro tercio de cuestiones impresentables, que yo creo que incluyen para provocar, con un sentido histriónico, casi folclórico, para dar miedo. Uuuuh, que viene el lobo Vox. Así consiguen que se hable de ellos. Los números de estas elecciones los han puesto en su sitio, que no es baladí y no deja de dar un poco de miedo, desde luego. Pero es justo que les cuente que, en una entrevista que no hace mucho le hizo a Abascal una revista literaria que sigo, cuando le preguntaron por sus referencias ideológico-literarias, citó en primer lugar a Stefan Zweig. Estoy convencido de que Rivera no ha leído un solo renglón de este extraordinario escritor, y que Casado ni siquiera sabe quién era.

5.- Me queda darle leña a Pablo Iglesias. He de reconocer que este señor, desde que ha vuelto de su baja paternal, ha mostrado un talante moderado, constructivo, razonable y muy atractivo. Gracias a ello ha conseguido revertir la tendencia que le llevaba de cabeza a una debacle pareja a la del PP. Ha recuperado muchos votos y yo sí me creo que su conversión es auténtica, como la de San Pablo; que no es un postureo ni una estrategia de lobo mostrando la piel de cordero. Pero, en definitiva ¿qué es lo que ha hecho Pablo en estos últimos tiempos? Pues se ha dedicado a errejonear. No hay verbo que mejor lo exprese. Entonces, ¿por qué no da un puñetazo en la mesa y pide el voto para el tándem Errejón-Carmena, como yo le reclamo? Ya he dicho que, si eso sucediera, al momento me hago fan incondicional de Iglesias. Hasta me dejaría coleta y todo. Es que, si fuera capaz de hacer ese movimiento, demostraría una talla de estadista que nadie tiene en España en este momento.  
   
6.- Por lo demás, es histórico que el PSOE haya ganado el Senado tras décadas de dominio del PP. Ya no tendremos que seguir viendo en su presidencia a Pío García Escudero, un tipo que había llegado a formar parte del mobiliario de esa vetusta institución. El Senado no sirve para nada, excepto para dar por culo en contadas ocasiones, pero está bien que esté en manos del PSOE, me parece a mí. Estas son las pequeñas cuestiones colaterales de las que nadie habla. En las próximas elecciones, el voto europeo aparece difuminado, cuando lo que salga de las urnas es crucial. Hablaremos de todo ello. Por cierto, otra cuestión colateral: las elecciones valencianas. Parece que Ximo Puig y Mónica Oltra podrán reeditar el llamado Pacto del Botánico. Les ha ido tan bien, que hasta comparten dentista. ¿No se lo creen? Pues vean esta foto que les dejo de regalo de despedida. 

  

viernes, 26 de abril de 2019

830. Para acallar el ruido, música

En estos días de ruido atronador, previos a la cita electoral del domingo, me refugio en la música. El estruendo se recrudeció al comienzo de la semana con el absurdo de los dos debates consecutivos, una auténtica sobredosis de ruidos. Me protegí de ello decidiendo no perder el tiempo en ver un solo segundo de ese circo. Ya tengo práctica con el fútbol. Ahora mismo, con el Dépor penando en segunda división, lo único que me resulta un poco estimulante de ese mundo es la posibilidad de que pierda el Barça, algo que casi nunca sucede. Como placer sustitutorio, disfruté un montón hace unos días con la derrota del Manchester City, que, como equipo entrenado por Guardiola, concentra los odios sobrantes que me deja el Barça. En esa situación, me siento incapaz de tragarme la retransmisión de un partido entero. Prefiero enterarme luego de cómo ha quedado y, si acaso, ver uno de esos resúmenes de tres minutos, con los goles y las dos o tres jugadas de interés. Pues eso mismo me propuse con los debates: ver al otro día un resumen de los momentos más destacados, los principales insultos y, en suma, los goles de cada candidato.

Dediqué así la primera de las dos noches a terminar mi traducción de la TED Talk, que les subí al blog en el último post, y la segunda a la lectura del libro que tengo a medias (Apegos feroces, de Vivian Gornick), en ambos casos con el fondo sonoro de uno de mis discos favoritos: las Variaciones Goldberg, de Bach, tal como las registró Glenn Gould un día de junio de 1955, en un olvidado estudio musical de la Calle 30 de Nueva York (que no tiene nada que ver con la Calle 30 de Madrid). Mi decisión de no escuchar los debates era firme, porque ya tengo decidido a quién votar, no voy a cambiar esa decisión y no veía ninguna utilidad en tragarme semejante coñazo duplicado. Pero sucedió que, en las dos mañanas siguientes, mis compañeros de curre se dedicaron a prolongar la bronca, confrontando a gritos sus discrepancias delante de la puerta de mi despacho. Así que tuve que proteger de nuevo mi integridad mental recurriendo otra vez a las Variaciones Goldberg, con la ayuda de mis estupendos auriculares Sennheiser HD 4.40 BT, de profesional, que tengo en el armario en previsión de situaciones de estrés sonoro como esa. Aquí pueden verme en plena faena.

Como ahora todo está en la red, les voy a poner un archivo de Youtube en el que se puede escuchar esa grabación prodigiosa, para que se lo dejen de fondo mientras leen. Dura cerca de 40 minutos, así que les sobra para mi post, pero tal vez quieran dejarlo sonar después; es un contrapunto perfecto para la jornada de reflexión de estas elecciones decisivas convocadas para el día de San Pánfilo, que hasta han obligado a adelantar el Maratón de Madrid al sábado, por primera vez en su historia. Disfruten en cualquier caso de la música.


Esta semana ha sido de aúpa para mí en el trabajo. Teníamos que completar las Fichas de Análisis de los nueve proyectos finalistas de Reinventing Cities, antes del jueves a mediodía, en que teníamos una call con Hélène Chartier, desde Nueva York, para cerrarlas consensuadamente con C40. Llegamos a tiempo con la lengua fuera, lo que nos ha permitido enviar esta mañana toda esta documentación a los diferentes miembros del Jurado que el 6 y 8 de mayo elegirá a los cuatro ganadores. Encima, por las tardes tenía unas sesiones de tres horas en el Medialab, de una iniciativa colaborativa del Ayuntamiento, denominada Madrid Escucha, consistentes en unas mesas de trabajo con funcionarios y ciudadanos de a pie apuntados libremente, para reflexionar conjuntamente sobre temas de movilidad y tratar de llegar a formalizar alguna propuesta. Es algo a lo que me había apuntado porque el organizador es mi amigo italiano Gianni Rondinella, que ya ha colaborado alguna vez en este blog ayudándome a traducir algunas tarantelas italianas. Aquí pueden ver mi grupo de trabajo de estas últimas tardes.



Así que yo comía cualquier cosa al salir del trabajo y me iba pitando al Medialab, de donde salía bastante reventado a las siete y media. Para colmo, ayer, después de la presentación de conclusiones de Madrid Escucha, me fui corriendo al Café Berlín, a escuchar el concierto de presentación en Madrid del tercer disco de Checopolaco, la banda granadina que encabeza uno de los hijos de un ilustre seguidor del blog, el ínclito Coronel Groucho, que venía con ellos y a quien no veía desde hace bastantes años. Eso me llevó hasta las doce de la noche, con ingesta correspondiente de cervezas Estrella Galicia y una tortilla creativa riquísima, de aires betanceiros, con la que nos obsequiamos al salir del concierto, en el bar La Alegría, al lado mismo del Café Berlín. Justo es decir que el concierto me encantó, que estos chicos son de conservatorio y hacen una música muy personal, que bebe de grupos como Wilco, Yo La Tengo, o Cigarettes After Sex, de los que ya les he puesto en el blog algún que otro tema. Por lo demás, un placer reencontrame con el padre de la criatura, a quien pueden ver conmigo en la imagen.


Semana, pues, jubilosa y variada, rematada hoy con una merecida siesta y subsiguiente escritura de post. Ya sé que algunos de ustedes, queridos lectores, hubieran preferido que me tragara los dos debates y escribiera luego mis conclusiones. Pero es que no los vi, entre otros motivos por prescripción médica. Es que, cuando veo a Albert Rivera, me salen unos sarpullidos de tipo alérgico bastante molestos. No entiendo cómo se puede votar a ese señor. He de recordarles que su partido ha estado hasta hace poco sosteniendo simultáneamente a Susana Díaz en Andalucía y a Cifuentes en Madrid, por mucho que ahora diga que no va a pactar con el PSOE ni bajo tortura. Esto es un simple postureo, un bandazo más que traduce el oportunismo y la ambición de este señor, de quien les traigo una foto de hace unos años, que es real, no es un montaje ni una noticia de El Mundo Today.


En cuanto a Pablo Casado, su imagen no me produce sarpullidos, sino nauseas. Es un político decididamente emético. He de decir que siento un cierto respeto por el PP como institución. Yo he convivido con este partido 26 años en el Ayuntamiento y no me ha ido tan mal. Tengo diferentes amigos que les votan y no por ello dejan de serlo. Y creo, honestamente, que quizá se hayan equivocado eligiendo a Casado, resultado de unas primarias que hicieron para parecer modernos y diferenciarse del sistema de designación aznariano, basado en el cuaderno azul. Entiendo que Casado es muy joven y tal vez los años le aporten un poco más de poso y moderación. De momento lo que ha conseguido es que se vayan a Vox un montón de cargos intermedios (varios históricos del Ayuntamiento de Madrid), que se vayan también todos los moderados que arropaban a Rajoy y traer a cambio a unos fichajes que solo puedo calificar de frikis y que, en cuanto han abierto la boca, han demostrado la talla exacta que atesoran.

Hablo de Ruth Beitia (a las mujeres maltratadas se las debe proteger, igual que a los animales maltratados), Suarez Illana (existe el aborto después del nacimiento –sic–, que consiste en cortarles el cuello a los recién nacidos, algo que practicaban los neandertales y que ahora mismo está autorizado en Nueva York), el padre de Mari Luz, famoso predicador gitano (Sánchez se sienta a la mesa con violadores y pederastas), la candidata a la Comunidad de Madrid Díaz Ayuso (los atascos son una seña de identidad de nuestra ciudad y, como siga Podemos en el Ayuntamiento, acabará con ellos) y tantos otros. También ha fichado a un torero que, por fortuna, no ha dicho todavía ninguna tontería. Y luego está Cayetana. He de confesarles que a mí, Cayetana, me pone; qué quieren que les diga, uno tiene sus vicios y sus desviaciones. Me alegra el espíritu ese rostro agrio y rencoroso, esa rabia que le hace achicar el ojo izquierdo cada vez que lanza uno de sus dardos verbales. Sólo le falta teñirse el pelo de rojo para ser la perfecta Cruella de Ville.



Por lo demás, me dicen que Pablo Iglesias demostró en los debates que es el más educado. No lo dudo, pero a mí me produce un cierto agobio su nueva imagen de cuarentón con el ceño permanentemente fruncido y los hombros encogidos, sepultado bajo el peso de sus razonamientos. Como no le avise algún asesor de imagen, se va a quedar sin cuello. Aplaudo desde luego su nuevo talante moderado, pero sólo volveré a apreciar a este señor el día que dé un puñetazo encima de la mesa y arengue a sus huestes a que voten a Carmena y Errejón, algo que dudo que suceda, porque va contra su fascinación por Juego de Tronos. Ya desarrollaré esta línea cuando inaugure la murga de las elecciones locales. Así que me queda sólo Sánchez. Ahora he de hacerles una confesión más. Una razón adicional para no ver los debates fue mi miedo a salir de ellos con la decisión de abstenerme, algo que creo que no es bueno en este momento. Porque Sánchez tampoco me entusiasma. Tal vez sea el que menos afecciones médicas me induce, pero no me gusta. Aun así, le pienso apoyar porque entiendo que ese es ahora el voto útil.

Y porque, en cualquier caso, creo que hay que hacer lo posible para frenar el gobierno a tres de los fachas. No me preocupa Vox, entiendo que den miedo, pero para mí son simples activistas, que han movilizado a una parte de la sociedad hasta ahora oculta y que posiblemente estén usando procedimientos como los denunciados por Carole Cadwalladr en la charla que les traje al post anterior. A mí los que me preocupan son los otros dos. Entre otras cosas, porque los veo incapaces de solucionar el problema de Cataluña. En el mundo actual, las cosas no se arreglan por la fuerza. Lo que se arregla por la fuerza, acaba por rebrotar. ¿ME LO VAN A DECIR A MÍ?



Jajajajajajaja. Que tengan un buen finde, y que voten en conciencia. Yo les pediría que no se abstengan, aunque entiendo perfectamente que lo hagan. Abrazos a porrillo.

martes, 23 de abril de 2019

829. La mejor conferencia jamás escuchada

Con ese encabezamiento me la envió (por Facebook) mi ex-profesor de inglés, el bueno de Ed. No sé si es la mejor conferencia jamás vista, pero es extraordinaria y muy oportuna: confirma lo que ya les vengo yo contando hace un tiempo: el escándalo de Cambridge Analytica y cómo la votación sobre el Brexit y la elección de Trump fueron adulteradas. Esta señora se llama Carole Cadwalladr y es la persona que investigó el tema y lo sacó a la luz. Harta de que no pase nada con lo que ella averiguó, ha saltado a los Estados Unidos y ha pronunciado esta conferencia en el marco TED, que acaba de colgarse en la red (todavía no está entera en Youtube, por lo que han de pinchar el link abajo). Miren ustedes en sus conciencias, si no se han dejado influir por mensajes del lado oscuro, recibidos por Facebook o Whatsapp. O por lo que vierte cada día El inMundo. Confiemos en que en estas elecciones que vienen no se produzcan ese tipo de interferencias. Yo no estaría muy seguro. AQUÍ tienen el link. Está en inglés, pueden ponerle subtítulos en inglés. Lo de abajo es la traducción que he hecho para ustedes en exclusiva. No sé cómo pueden disfrutarla más cómodamente. Tal vez con dos ordenadores, uno con la imagen y otro con el texto. Lo único que puedo asegurarles es que merece la pena.

Bueno, el día después de la votación del Brexit, en junio de 2016, cuando Gran Bretaña se despertó con la sorpresa de descubrir que nos íbamos de la Unión Europea, mi editor del "Observer", un periódico del Reino Unido, me pidió que volviera a Gales del Sur, donde crecí,  para hacer un reportaje. Y así me fui a un pueblo llamado Ebbw Vale. Aquí está. Está en los valles del sur de Gales, que es un lugar muy especial. Es decir, que ha tenido este tipo de cultura muy acentuada de clase trabajadora, y es famoso por sus coros masculinos galeses, el rugby y su carbón. Pero cuando yo era una adolescente, las minas de carbón y las acerías se cerraron, y toda la zona quedó devastada. Y fui allí porque esta zona había registrado uno de los más altos votos a favor del Leave en todo el país. El 62% de las personas votaron allí por abandonar la Unión Europea. Y yo quería saber por qué. Cuando llegué, estaba un poco sorprendida, porque la última vez que había estado en Ebbw Vale, se veía así. Y… ahora, se veía de esta otra manera. Esta es la nueva Universidad de Enseñanza Superior, con un coste de 33 millones de libras, financiada en su mayor parte por la Unión Europea. Y este es el nuevo Centro Deportivo, parte de un proyecto de regeneración urbana de 350 millones de libras, que está siendo financiado por la Unión Europea. Y este es el nuevo Plan de Mejora de Carreteras, con 77 millones de libras de presupuesto, y hay una nueva línea de tren y una nueva estación de ferrocarril, y todo está siendo financiado por la Unión Europea. Y no es que todo esto sea un secreto, porque hay grandes señales como esta por todas partes. (Risas; el cartel dice: Fondos Europeos, invirtiendo en Gales). Tuve esa especie de extraña sensación de irrealidad, paseando por la ciudad. Sensación que llegó a un punto crítico cuando me encontré a un joven delante del Centro Deportivo, que me dijo que había votado por el Leave porque la Unión Europea no había hecho nada por él. Estaba harto de eso. Y por toda la ciudad, la gente me decía lo mismo. Me decían que querían recuperar el control, que había sido uno de los slogans de la campaña. Y me dijeron que estaban aun más hartos de los inmigrantes y de los refugiados. Ya habían tenido suficiente. ¿Qué era lo raro? Porque paseando por allí no me encontré ningún inmigrante ni ningún refugiado. Encontré a una mujer polaca, que me dijo que era prácticamente la única extranjera de la ciudad. Y cuando comprobé las cifras, descubrí que Ebbw Vale tiene realmente una de las tasas de inmigración más bajas del país. Así que estaba un poco desconcertada, porque realmente no podía entender de dónde estaba la gente sacando su información. Porque eran los periódicos sensacionalistas de la derecha los que habían publicado todas esas historias sobre la inmigración, aunque esta zona es un reducto del ala más izquierdista del laborismo. Pero, cuando salió mi artículo, una mujer se puso en contacto conmigo. Era una mujer de Ebbw Vale y me contó que todo este rollo lo había visto en Facebook. Le pregunté: ¿qué rollo? Y ella me contestó que todas esas cosas aterradoras sobre la inmigración, especialmente sobre los turcos. Así que traté de encontrarlo. Pero allí no había nada. Porque no quedan archivos de los mensajes que la gente había visto, o de lo que había sido colgado en sus páginas de noticias. No hay rastro de nada, todo ha sido borrado. Y este fue el gran referéndum, que tendrá este profundo efecto para siempre en Gran Bretaña –ya está teniendo un profundo efecto: los fabricantes japoneses de coches, que venían a Gales y al noreste para sustituir los puestos de trabajo de la minería, se están largando fuera por culpa del Brexit. Y todo este referéndum se celebró en la oscuridad, porque tuvo lugar en Facebook. Y lo que sucede en Facebook se queda en Facebook, porque en cuanto lees una nueva noticia, se desvanece, así que es imposible investigar nada. Así que no tenemos ni idea de quién vio qué cosas, o que impacto tuvieron, o qué datos se usaron para orientar a esas personas. O incluso quiénes pusieron esos mensajes, o cuánto dinero se gastaron, ni siquiera de qué nacionalidad era. Pero Facebook sí lo sabe. Facebook tenía las respuestas a estas preguntas, pero se negó a dárnoslas. Nuestro Parlamento ha pedido muchas veces a Mark Zuckerberg que viniera a Gran Bretaña y nos diera esas respuestas. Y cada vez se negaba. Y ustedes se preguntarán por qué. Porque lo que yo y otros periodistas hemos descubierto es que se cometieron diversos delitos durante el referéndum. Y tuvieron lugar en Facebook. Porque en Gran Bretaña hay un límite para el dinero que se puede gastar en unas elecciones. Y esto es así porque en el Siglo XIX la gente andaba por ahí con literalmente carretillas de dinero en efectivo y simplemente compraba a los votantes por la calle. Así que aprobamos leyes estrictas para que eso no sucediera. Pero esas leyes ya no funcionan. Este referéndum se llevó a cabo casi enteramente on line. Y usted puede gastarse cualquier cantidad de dinero en anuncios en Facebook, o en Google o en Youtube, y nadie lo sabrá porque son compartimentos estancos. Y eso es lo que sucedió. Realmente no tenemos ni idea de la amplitud de esto. Pero sabemos que en los días anteriores a la votación del Brexit, la campaña oficial por el Leave lavó casi tres cuartos de millón de libras a través de otra entidad involucrada, que nuestra comisión electoral ha dictaminado que era ilegal, lo que está denunciado a la policía. Y con este efectivo ilegal, la campaña por el Leave esparció una ola de fuego de desinformación. Anuncios como este. (76 millones de turcos se están adhiriendo a la Unión Europea). Esto es una mentira, una completa mentira. Turquía no se está adhiriendo a la Unión Europea. Ni siquiera está en discusión que se una a la Comunidad Europea. Y muchos de nosotros nunca vimos estos mensajes, porque no éramos el objetivo de ellos. Vota Leave identificó un pequeño sector de gente a la caracterizó como persuadible. Y ellos sí los vieron. Y la única razón por la que estamos viendo esto ahora es porque el Parlamento obligó a Facebook a entregarlos. Y quizá ustedes puedan pensar: –bueno, sí, fue un poco de gasto excesivo, unas cuantas mentiras. Pero este ha sido el mayor fraude electoral en el Reino Unido en 100 años. En una votación que se celebra una vez en cada generación, que se jugaba sólo en un uno por ciento del electorado. Y este fue sólo uno de los delitos que se cometieron durante el referéndum. Hubo otro grupo, que fue perpetrado por este hombre, Nigel Farage, el que está a la derecha de Trump. Y su grupo Leave-USA, también violó la ley. Violó las leyes electorales británicas y las leyes de protección de datos británicas, y esto también está denunciado a la policía. Y este otro señor, Arron Banks financió esta campaña. Y, en otro caso separado completamente, está siendo investigado por nuestra Agencia Nacional del Crimen, nuestro equivalente del FBI, porque nuestra comisión electoral concluyó que no se sabía de dónde venía ese dinero. Incluso si era o no dinero británico. Y ni siquiera voy a entrar en las mentiras que Arron Banks ha dicho sobre su relación encubierta con el gobierno ruso. O en el extraño momento en que Nigel Farage mantuvo varias reuniones con Julian Assange, o con Roger Stone, el amigo de Trump ahora imputado, inmediatamente antes de dos filtraciones masivas de Wikileaks, ambas con datos que beneficiaron a Donald Trump. Pero les diré que el Brexit y Trump estuvieron íntimamente relacionados. Este otro caballero que ven en la foto, me dijo que el Brexit fue el tubo de ensayo para Trump. Y sabemos que son las mismas personas, las mismas empresas, las mismas bases de datos, las mismas técnicas, el mismo uso del odio y el miedo. Esto es lo que estaban publicando en Facebook. Y ni siquiera quiero llamar a esto una mentira (inmigración sin asimilación igual a invasión), porque yo la siento más como un delito de odio. No tengo que decirles que el odio y el miedo están siendo sembrados on line por todo el mundo, no sólo en Gran Bretaña o en USA, sino también en Francia y en Hungría y en Brasil y en Myanmar y en Nueva Zelanda. Y sabemos que existe esa oscura corriente que nos conecta a todos a nivel mundial. Y esto fluye a través de las plataformas tecnológicas. Pero sólo vemos una pequeña parte de lo que está sucediendo en la superficie. Y yo sólo me enteré de algo sobre este oscuro basurero, porque empecé a investigar sobre la relación de Farage con Trump, en una empresa llamada Cambridge Analytica. Y me pasé meses rastreando a un ex-empleado que se llamaba Christopher Wiley. Y él me explicó cómo esa compañía, que trabajaba tanto para Trump como para el Brexit, había elaborado perfiles políticos de la gente, para entender sus miedos individuales, para orientarlos mejor, a través de sus mensajes de Facebook. Y lo hicieron recopilando ilícitamente los perfiles de 87 millones de personas de Facebook. ¡Les tomó un año entero de trabajo para que Christopher los tuviera en su disco! Y yo tuve que transformarme de guionista de largometrajes en reportera de investigación para averiguarlo. Y él fue extraordinariamente valiente, porque el propietario de la compañía era Robert Mercer, el multimillonario que financió a Trump, quien amenazó varias veces con demandarnos para parar la publicación. Pero finalmente lo conseguimos y hasta adelantamos un día la publicación. Y tuvimos otra amenaza legal. No de Cambridge Analytica esta vez, sino de Facebook. Nos dijeron que, si publicábamos eso, nos demandarían. Pero lo hicimos de todas formas (Aplausos). Señores de Facebook, ustedes estaban en el lado equivocado en esta historia. Y estuvieron también en el lado equivocado cuando se negaron a darnos las respuestas que les demandábamos. Y es por esto que estoy aquí. Para dirigirme directamente a ustedes, los dioses de Silicone Valley (Más aplausos). Mark Zuckerberg y Sheryl Sandberg y Larry Page y Sergey Brin y Jack Dorsey. Y a vuestros empleados y a vuestros inversores también. Porque hace cien años, el mayor peligro en las minas de carbón de Gales del Sur era el gas grisú. Silencioso, letal e invisible. Es por eso que ponían abajo canarios, para comprobar el aire. Y en este masivo, global, experimento on line que todos estamos viviendo, nosotros en Gran Bretaña hemos sido los canarios. Nosotros somos el test de lo que les sucede a las democracias occidentales, cuando leyes electorales de cien años son destrozadas por la tecnología. Nuestra democracia se ha roto, nuestras leyes ya no funcionan, y no soy yo quien lo dice, es nuestro Parlamento, que publicó un informe diciendo esto. Estas herramientas tecnológicas que ustedes han inventado, han sido maravillosas. Pero ahora son la escena de un crimen. Y ustedes tienen la evidencia. Y no basta con decir que lo harán mejor en el futuro. Porque para que tengamos alguna esperanza de evitar que esto suceda otra vez, tenemos que saber la verdad. Y quizá ustedes piensen: –Vaya, esto fueron sólo unos cuantos mensajes, y la gente es más lista que eso ¿no es cierto? A lo que yo diría: –Buena suerte con eso. Porque lo que la votación del Brexit demuestra es que la democracia liberal está rota. Ustedes la han roto. Esto no es una democracia, sembrando mentiras en la sombra, pagando eso con dinero ilegal, Dios sabe de dónde. Eso es subversión. Y ustedes son el complemento necesarios de eso (aplauso largo). Nuestro Parlamento ha sido el primero en el mundo en pedirles cuentas, y ha fallado. Ustedes están literalmente fuera del alcance de la ley británica –y no sólo de las leyes británicas; hay nueve parlamentos, nueve países representados en esta mesa, a la que Mark Zuckerberg se negó a ir y dar explicaciones. Y lo que ustedes no parecen entender es que esto es más grande que ustedes. Es más grande que cualquiera de nosotros. Y esto no va de derechas o izquierdas, de Leave o Remain, de Trump o no Trump. Esto va de si va a ser realmente posible o no tener unas elecciones libres y justas algún día. Porque, tal como está, no creo que sea posible. Así que mi pregunta para ustedes es: ¿esto es lo que quieren? ¿Es así como quieren que la historia les recuerde? ¿Cómo los mamporreros del autoritarismo que está surgiendo por todo el mundo? Porque ustedes querían conectar a la gente. Y ahora se niegan a reconocer que esa misma tecnología nos está separando. Y mi pregunta para todos los demás es: ¿Es eso lo que queremos? ¿Para que se salgan con la suya? ¿Y seguir sentados jugando con nuestros móviles mientras cae esta oscuridad? La historia de los valles del sur de Gales es la de una lucha por nuestros derechos. Y esto no es sólo un simulacro, es un punto de inflexión. La democracia no está garantizada y esto no es algo inevitable. Tenemos que luchar y tenemos que ganar esta lucha y no podemos dejar que las compañías tecnológicas tengan un cheque en blanco de poder, es algo que nos concierne, a ustedes, a mí, a todos nosotros. Nosotros somos los únicos que tenemos que recuperar el control (aplausos finales).

sábado, 20 de abril de 2019

828. Una tregua bajo la lluvia

Llueve
Detrás de los cristales llueve y llueve
Sobre los chopos medio deshojados
Sobre los pardos tejados
Sobre las calles llueve

Hermosos versos de Joan Manuel Serrat, por si alguien desconocía su autoría. La lluvia dura ya varios días, para desesperación de los cofrades de algunas procesiones del sur, que salen en los telediarios proclamando al cielo: –¡Ay que desgrasia más grande! No haría falta ni que los filmaran, podrían usar las imágenes de otros años, total nadie se iba a dar cuenta. En mi barrio, la lluvia es una bendición. Espanta a los voceros que cantan Asturias, patria querida a las tantas de la madrugada, limpia el suelo de meadas y vomitonas y se lleva también las cacas de los perros propiedad de amos más animales que ellos. Vivir en el centro urbano tiene sus ventajas y sus inconvenientes, pero estos últimos se minimizan por la acción de la lluvia redentora.

Me he quedado en Madrid estos días, una tregua antes de la batalla final de Reinventing Cities, que promete cinco semanas de trabajo duro, a culminar el día de unas elecciones locales en las que se juega mi futuro laboral y también las opciones de esta ciudad de consolidar el salto a la modernidad, o por el contrario regresar a la caspa, el chotis y las gallinejas. En superposición, se avecinan dos o tres eventos relacionados con mis actividades de secretario del Foreing Office municipal, pero de especial relevancia y compromiso, de los que les informaré puntualmente. Viene, en suma, un mes de gran actividad, un grado más de dificultad en el sinvivir de mi deriva vital de estos últimos dos años y medio, desde que recibí el alta tras recuperarme de la fractura de húmero. Esta tregua antes de la batalla final, es un buen momento de recapitular.

La lista de mis viajes en este período habla por sí sola. 1.- San Petersburgo, congreso del urbanismo subterráneo. 2.- Japón, dos semanas en Tokio, Kioto, Hiroshima. 3.- Marsella, congreso del urbanismo mediterráneo. 4.- Birmania, tres semanas con mi grupo de jubilados de Ciudad Real. 5.- La Toscana, una semana de vacaciones por Florencia, Pisa, Siena. 6.- Portland, workshop de C40 y visitas a Vancouver y Seattle. 7.- Tres días en Nápoles con un grupo y una semana de descanso en Roma. 8.- París, para el lanzamiento de Reinventing. 9.- Cannes, para intervenir en la feria MIPIM. 10.- El viaje bloguero por excelencia: San Francisco, Los Ángeles, San Diego y Tijuana. 11.- Chicago, workshop de C40. 12.- Chile, otras tres semanas con los de Ciudad Real. 13.- Paris y Lille, para dos clases en universidades y visita a mis hijos.

No está mal. El viaje #14 será a Oslo y todavía no puedo revelar los #15 y #16, que por ahora son sólo sueños. Sin contar mis salidas senderistas, ni mis visitas a La Coruña y otros lugares. Además, en el último año y medio, el asunto Reinventing se ha convertido en omnipresente en mi trabajo, haciéndome recuperar las sensaciones perdidas durante el Trienio Negro de la señora Botella y redirigiéndome hacia una fase final de mi carrera municipal con la que ya no contaba y que tal vez me lleve a salir por la puerta grande, si no se tuerce mi trayectoria. Este último giro del destino (twist of fate) fue minuciosamente descrito en mi serie de posts Recovering myself. Es una deriva totalmente inesperada en mi trayectoria de blogger.

Porque habrán de recordar que yo empecé a cultivar este pequeño jardín compuesto de literatura instantánea, autoficción y periodismo jocoso en el momento en que estaba más hundido, como una tabla de salvación a la que agarrarme, para que el tsunami de la desesperanza no me arrastrara al abismo del exilio interior y la insignificancia. Sobre ese punto de apoyo, cual Arquímedes de Siracusa redivivo, edifiqué mi reconstrucción anímica. Fíjense en un detalle: el asunto Reinventing implica una exigencia de dedicación, esfuerzo e imaginación suplementarios y ocupa unos dos tercios de mi actual tiempo lectivo. Pero eso no me impide seguir haciendo lo mismo que ya hacía antes en la oficina, además de mantener el blog al mismo nivel de frecuencia y dedicación. Lo que viene a demostrar lo desaprovechado que estuve en esos años nefastos que me tocó vivir, desde de que Mrs. Bottle decidiera poner al frente del Área de Urbanismo a una concejala zombie.

En estos años, he podido dar rienda suelta a mi afición viajera, con especial énfasis en las visitas a los Estados Unidos; ya saben que soy un pro-yanqui convencido, que estoy enamorado de esa mitad del pueblo americano que no vota a Trump, que mis señas de identidad no son la muiñeira ni el chotis, sino el buen rock and roll. Como el que pueden ver en el vídeo de abajo. Corresponde a una de mis películas favoritas: American Graffiti (1973), la obra maestra que nos dejó George Lucas antes de dedicar el resto de su vida a la saga de La Guerra de las Galaxias. La pareja protagonista, que acaba de tener una bronca sonora, llega al final de la canción a la fiesta del pueblo y ha de disimular para evitar las habladurías. Estas son mis referencias vitales.



Pero ya vale de mirarme el ombligo. Esta tregua vital bajo la lluvia, en la que procuro abstraerme del ruido preelectoral (como ya tengo decidido mi voto, no quiero oír nada más), se ha visto sacudida por un par de sobresaltos: el incendio de Nôtre Dame, doloroso para mí, puesto que París es mi segunda ciudad adoptiva, y el disparo con el que Alan García se ha volado la cabeza. De Nôtre Dame ya hablaré otro día, con más perspectiva. Lo de García trae a primer plano el asunto Odebrecht, tal vez uno de los mayores casos de corrupción del mundo. Por si quieren leer un tratado al respecto, AQUÍ pueden encontrarlo. Yo no lo he leído, sólo le he echado un vistazo en diagonal. Pero hay varios puntos que me gustaría resaltar y que avalan mi teoría de que todo lo que escribo en este blog está relacionado, que en realidad yo les hablo todo el rato de un monotema a pesar de mi apariencia de variedad.

Para empezar, han visto que el escándalo se desata cuando la CIA, la DEA y otras agencias americanas de lucha contra el crimen le aprietan las tuercas a la Banca de Andorra para que dé visibilidad a sus depósitos. Una parte del mundo vive del tráfico de drogas, armas, personas, órganos, prostitución y otros negocios ilegales. Y la forma de luchar contra ello es vigilar los caminos del blanqueo de las enormes sumas de dinero que se obtienen. Miren ustedes por donde, esa misma presión sobre la Banca de Andorra fue la que hizo salir a flote la fortuna de Pujol y precipitó su huida hacia adelante, en forma de prusés, tal como hemos dejado claro en este blog, tras seguir fuentes tan fiables como la de Jaume Reixach y el periódico El Triangle. A los americanos no se les pasan por alto los movimientos de grandes sumas de capital, y persiguen esos paraísos fiscales (la mayoría de origen británico) para encontrar las vías del lavado de dinero negro.

En segundo lugar, mi primer viaje tras la baja fue a San Petersburgo, al Congreso de la ACUUS, la organización internacional del Urbanismo Subterráneo. Un congreso a todo lujo (la lista de sponsors era mareante), en el que me pagaron el viaje y el alojamiento en un hotel de alto standing. Allí me tocó explicar Madrid Río y ser entrevistado a la salida por varias radios y televisiones. El gran debate de ese congreso era: las infraestructuras subterráneas de la movilidad en las ciudades ¿son necesarias? Y ¿quién las ha de pagar? ¿Las administraciones públicas? Pero estas instituciones no tienen suficiente dinero para afrontar ese gasto. ¿Cómo hacer entonces? El señor Gallardón ideó un sistema, con su equipo de asesores económicos. Lo utilizó exitosamente en la Comunidad de Madrid construyendo 110 nuevos kilómetros de red de Metro en ocho años. La red, que no llegaba a 200 kms, pasó a tener casi 300. Ahora es uno de los mejores metros de Europa y del mundo. ¿Cómo se hace eso? Pues a base de deuda pública. Y que la paguen los que vengan detrás.

Otro sistema diferente es el ideado por el señor Odebrecht. Este buen hombre pagaba cantidades estratosféricas a ciertos partidos para financiar sus campañas electorales, a cambio de que luego, de resultar ganadores, le contrataran obras públicas, preferiblemente subterráneas (el Metro de Lima, el soterramiento de un ferrocarril argentino y otros similares). El problema es que este señor les depositaba el dinero en cuentas opacas en Andorra. Y, al destaparse el tinglado, se han quedado con el culo al aire varios presidentes y ex-presidentes latinoamericanos. En Perú, nada menos que cinco. Bueno, ahora ya son cuatro, el otro se voló la cabeza. Este merdé está también en el origen de los problemas de Lula y Temer en Brasil, y otros ex-mandatarios colombianos y argentinos.

La explicación de todo esto es sencilla. La obra pública es algo omnipresente en nuestras vidas de urbanitas. Las ciudades necesitan un mantenimiento. ¿No les parece significativo que todas las ciudades que ustedes visitan estén siempre destripadas por obras permanentes? La obra pública mejora sustancialmente la calidad de nuestras ciudades. Y también da lustre a la carrera política de determinados señores, que pasan así a la posteridad. Pero además, lo más importante, constituyen un negocio redondo para las constructoras y los grandes poderes inmobiliarios. Y, si encima son obras subterráneas, el negocio se multiplica por cinco o por diez. Ese el origen de que se hagan tantas obras de este tipo, cuando todo el mundo sabe que son carísimas. Gallardón tenía que hacer kilómetros y kilómetros de Metro, como un topo enloquecido, aunque fuera tan poco rentable como el Metrosur, porque ya no podía parar y había mucha gente viviendo del invento, pendiente de que él siguiera excavando y excavando. Y cuando fue forzado por Aznar a presentarse a alcalde, su equipo tuvo que idear deprisa y corriendo el proyecto M-30 para seguir haciendo obra pública subterránea.   

Odebrecht había encontrado también la cuadratura del círculo, en un medio tan corrupto como Latinoamérica. El suicidio de García pone un punto y seguido trágico a este espinoso asunto. Pero el debate sobre la necesidad o no de infraestructuras subterráneas está en plena efervescencia. A mí me invitaron a ir a Querétaro a intervenir en un debate sobre lo mismo. Una empresa de BRT (la alternativa más barata, basada en plataformas reservadas en superficie) quería implantar el sistema en la ciudad. Pero el Colegio local de Ingenieros de Caminos se oponía a este proyecto, porque prefería el Metro. En Bogotá hace años que el Transmilenio (un BRT de libro) se ha revelado insuficiente. El actual alcalde Enrique Peñalosa prometió el Metro, pero ahora mismo está ofreciendo gato por liebre ante las dificultades económicas para cumplir su promesa, para indignación de los que le votaron. En estos países hay que contar también con la presión de las grandes empresas de autobuses privados, que tienen mucho poder, como les conté durante mi viaje a Chile.

Todo está relacionado, como ven. Pero sigan ustedes disfrutando de esta Semana Santa pasada por agua. La lluvia es algo que no tiene por qué ser desagradable. Se lo dice uno de La Coruña. A partir del lunes voy a tener un período de sobreesfuerzo laboral, pero espero seguir cumpliendo con ustedes. Sean felices mientras puedan.

miércoles, 17 de abril de 2019

827. Menos mal que nos queda Portugal

La semana pasada asistí a la inauguración del congreso anual del GRI Club, en los salones del Hotel Palace. Es este un club muy exclusivo que agrupa a los mayores inversores inmobiliarios del mundo (Global Real-state Investors). El año pasado tuve que participar en una de sus mesas redondas sustituyendo apresuradamente a última hora a un capitoste político de mi área, repentinamente indispuesto, como ya se contó en el blog. Viendo el cartel que confeccionaron los anti-sistema para protestar contra aquel evento (lo tienen a la izquierda), tal vez se hagan una idea sobre los motivos de la repentina indisposición (¿digestiva?), de la que les hablo. Podría haberme negado a ir, pero ya saben que a mí me va la marcha, me gusta apuntarme a todos los bombardeos, estaba por aquel entonces buscando desesperadamente inversores para Reinventing Cities y además, me encanta infiltrarme en las tropas enemigas, para observar y sacar mis propias conclusiones. Y luego contarlo en el blog. 

Por esos mismos motivos había ido al MIPIM de Cannes, como se contó en el post correspondiente, en el que les describí cómo era esa especie de parque temático gigante donde los ejecutivos de las grandes multinacionales del ladrillo se mueven como peces en el agua. Encima, ya saben que en estos saraos hago de la necesidad virtud y me lo paso fenomenal. El congreso anual del GRI es también un parque temático, pero de menos envergadura. El año pasado, para entrar en el Palace, hube de traspasar la barrera del escrache de los anti-sistema, bastante patética, por cierto (había más policías que indignados). Luego intervine en la mesa redonda, respondí a las preguntas que me hicieron sin medias tintas ni respuestas evasivas, estuve simpático, me manejé aceptablemente en inglés y terminé haciendo networking lobbying y repartiendo tarjetas de visita a tutiplén, mientras me ponía ciego de canapés. No obtuve ningún inversor para Reinventing, pero me di a conocer y hasta hice algunos medio amigos. Total, que este año ya me tenían en el mailing y han tenido a bien hacerme llegar una inscripción gratuita al congreso, decirme que era bienvenido en ese foro e invitarme a que fuera por allí cuando quisiera (al de la cagalera, en cambio, no parece que le hayan invitado; alguna ventaja tenemos que tener los que gozamos de una buena salud digestiva).

Estudié el programa y decidí que me acercaría a escuchar la keynote lecture, la conferencia inaugural, a cargo de una joven economista catalana del Caixa Bank, cuyo nombre no viene a cuento. Este año no había escrache ni contestación alguna; llegué, me acredité y me dispuse a escuchar a la conferenciante. Era una chica agradable, con fuerte acento catalán, que empezó hablando en inglés, pero luego dijo que prefería seguir en castellano, ya que la sala disponía de traducción simultánea y ella se expresaba mejor en su lengua. Empezó contando las previsiones reales de crecimiento del PIB, tanto a nivel mundial como en las diferentes regiones. Todas las cifras presentaban una tendencia decreciente, pero no pasa nada, escolti, esto que está pasando es una desaceleración controlada, en realidad entramos en una fase de crecimiento maduro (sic) después de unos años de euforia por el efecto pendular tras tocar fondo con la crisis, no hay por qué alarmarse ni ser agoreros. España, por ejemplo, creció un 2,6 el año pasado, este año un 2,1 y crecerá el que viene un 1,9.

Los elementos que explican esa baja a corto y medio plazo, son de orden geopolítico y macro-financiero. Las tensiones comerciales USA-China, el Brexit, la política fiscal italiana, las turbulencias emergentes, las tensiones de la propia burbuja china y la elevada deuda de los países. Más la incertidumbre derivada de tener al frente de la primera economía a un personaje que gobierna por Twitter. Todos estos temas se iban desglosando en diferentes gráficos, de los que yo no sacaba ninguna conclusión tranquilizadora, a pesar de la sonrisa profidén de la conferenciante y su discurso terapéutico. Después se centró en el negocio inmobiliario. Mostró en una curva el discurrir de los visados de obra nueva, el pico de 2007 resultado de la burbuja, el derrumbe posterior y el incipiente movimiento de subida en estos últimos años, hasta niveles en torno a la décima parte del pico de 2007. Pero no se preocupen, todo va muy bien, los que dicen que viene una nueva crisis cuando aún no hemos salido de la anterior son los típicos cenizos, de mentalidad paranoide y conspirativa.

Le hicieron preguntas y respondió a todas en el mismo tono tranquilizador. ¿Cómo influye lo que está pasando en Cataluña, su tierra? Nada, sin problemas, hubo un cierto pánico en torno al 1-0, cuando la fuga masiva de empresas, pero ya están volviendo y la economía catalana va como un tiro. Etcétera. No les canso con más cuestiones técnicas. Yo tenía dos preguntas concretas que hacerle a esta señorita, pero no me pareció oportuno formulárselas en público: era consciente de que jugaba fuera de casa y tenía que ser precavido, a pesar de que me había puesto una de mis mejores corbatas y una buena chaqueta, eso sí, sobre unos vaqueros, que para algo represento al Ayuntamiento de Ahora Madrid. La abordé después, en medio de los vinitos y los canapés. Le dije que me había gustado mucho su intervención y no mentí: una cosa es que no comparta sus argumentos y otra que no aprecie su aplomo y la solidez y coherencia de su discurso.

Hablamos un rato, pero les sintetizo nuestra conversación. Mi primera pregunta. ¿Es cierto que Portugal está saliendo mejor de la crisis con una receta opuesta a la de la austeridad que estamos aplicando los demás? Respuesta: nooooo, precisamente Portugal es el alumno aventajado, el que mejor ha entendido las recomendaciones de las autoridades monetarias internacionales. Segunda pregunta. ¿Crees que se está produciendo una brecha en el centro de la clase media, que se está dividiendo en dos mitades, una que va tirando y otra que está pasando verdaderas dificultades? Respuesta: cierto, pero eso se debe a la brecha entre la gente que se ha adaptado a los nuevos tiempos, a las nuevas tecnologías, a los cambios en el mercado de trabajo, y los que no han sabido ponerse al día y se están quedando rezagados. En este punto, agarré mis canapés y me fui con ellos a la otra punta del salón; ya no tenía ganas de escuchar más estupideces. En realidad yo ya tenía mi propia teoría de ambos temas, sólo quería saber la opinión de la conferenciante. A lo mejor es que me tomó por tonto. 

Lo cuento en sentido inverso. Lo de la brecha en el centro de la clase media no es una idea mía. Se lo escuché a Saskia Sassen en su reciente conferencia. Un asistente le preguntó muy escandalizado por el uno por ciento de los habitantes de la Tierra que está en posesión de la mitad del patrimonio económico mundial. Saskia dijo que eso no era relevante, que se trataba de algo estructural para que el sistema capitalista funcione y que siempre ha existido. Que lo que realmente es nuevo y grave es la polarización social, que está tensionando a la clase media llevándola a una fragmentación que induce fuertes obstáculos a la permeabilidad entre clases, todo ello resultado de la crisis de 2008 y su resolución a base de recetas de austeridad. No hace falta que nos lo diga Saskia Sassen. Todos lo estamos viendo (los que lo queramos ver). Hay una clase media que va tirando, una vez pasados los momentos malos de incertidumbre y volatilidad de la gran crisis. Esta gente sigue viviendo bien, vuelve a salir de vacaciones, recupera los niveles de consumo previos, viaja por el mundo.

Pero hay otra parte de la clase media original que las está pasando canutas. Que tiene que hacer economías, que no puede mantener el tren de vida, que tiene hipotecas o deudas, que llega mal a fin de mes, que empieza a verle las orejas al lobo de la pobreza energética. Yo tengo amigos que lo están pasando realmente mal. Además hay un componente de vergüenza que les impide contarlo y pedir ayuda. La vida no es sencilla para esta gente, que se ha quedado por debajo de la brecha, muchas veces por circunstancias fortuitas, porque han perdido el trabajo, o se han separado o tienen un problema médico que ha acabado con sus ahorros. Yo, por ahora, voy teniendo suerte, pero toco madera, porque el sistema es despiadado. Y mucho peor en USA, como evidencian las hordas de gente sin hogar en San Francisco y en toda la Costa Oeste. Que una supuesta lumbrera de la Banca privada confunda esto con la llamada brecha digital, es de juzgado de guardia.

Y lo mismo con el tema portugués. En mi querido país vecino han sucedido varias cosas asombrosas. La primera, que toda la izquierda se ha unido. Un auténtico portento. Una vez unidos (de verdad, no de nombre), se han hecho con el poder, como pasaría en España si un día se unieran las izquierdas. Bajo la dirección de un tipo pragmático, moderado y sonriente, el honorable Don António Luis Santos da Costa, más conocido por António Costa, alcalde de Lisboa los anteriores 8 años. Aquí al lado tienen su imagen. Poco después de formar gobierno con el apoyo de todos los grupos y grupúsculos a su izquierda, este señor se plantó en Bruselas y, ante las órdenes de austeridad del Banco Central Europeo, Draghi y la señora Merkel, respondió imperturbable: preferiría no hacerlo

Con esa base, Costa incrementó la inversión pública y fomentó la privada, recortó gastos superfluos, subió las pensiones y el salario mínimo, subió moderadamente impuestos a los ricos y relajó la presión sobre las pymesY poco a poco fue mejorando la confianza de los inversores, se recuperó el consumo, aumentaron las importaciones y se mejoró la productividad. Es como la cuadratura del círculo. Portugal está saliendo de la crisis sin aumento de la polarización social, con una economía más sólida y algo muy importante: con un paro que se acerca ya al 7%. En estos momentos, Portugal tiene una prima de riesgo en torno a los 110 puntos y está a punto de alcanzarnos a nosotros, que andamos por los 105, tras haber superado de largo a Italia, que no consigue bajar de los 250 puntos. Hace unos años, Portugal se situaba segundo por la cola, sólo superado por el colista Grecia.

Pero de esto no dicen nada nuestros periódicos. Es mejor hablar de Pablo Casado, de Abascal y del prusés. Abajo les pondré un artículo que he escogido para ustedes, para que vean que no les engaño. Además, es algo que viene de antes. Porque las recetas del BCE, que el señor Rajoy aplicó sin piedad, son las mismas que hace unos años recomendaban el FMI y el Banco Mundial para las economías emergentes. Los llamados tigres asiáticos pasaron de la austeridad. Y dieron el empujón definitivo, al rebufo de China. En cambio, en Sudamérica se ajustaron a esas directrices. Y así les va. Las sociedades latinoamericanas ostentan las mayores tasas de desigualdad social del mundo. Porque en África todos están jodidos y las diferencias son menores. 

Los políticos portugueses han sido y siguen siendo valientes. Y un viento de optimismo recorre este país tradicionalmente melancólico, de gente con saudade mirando al océano infinito. Su selección de fútbol gana La Eurocopa. Y un portugués gana Eurovisión. Los vientos corren favorables. Una muestra de este optimismo y esta valentía: el Ayuntamiento de Lisboa, en el que Costa cambió la cultura municipal de décadas, ha diagnosticado que una de las lacras que impiden el desarrollo de la ciudad es la cantidad de pisos vacíos que hay. Y, en consecuencia, han acordado multiplicar por seis el IBI de los pisos vacíos. Con dos cojones. Algo que nadie se ha atrevido a hacer aquí. Les dejo ya con el articulo prometido. Pinchen AQUÍ para leerlo. Lo dicho: menos mal que nos queda Portugal.

Y discúlpenme una postdata. Si la chica del Caixa Bank cree que Portugal es el alumno aventajado de Bruselas, que el declive de una buena parte de nuestra clase media se debe a la brecha digital, y que el prusés de Cataluña no tiene ningún efecto negativo sobre la economía regional, ¿qué debemos pensar de su discurso general tranquilizador? Si hacen ustedes memoria, esto de la desaceleración controlada es lo mismo que decía el señor Zapatero antes de que le arrasara la gran ola (más tarde, a punto de ahogarse, asomó un poquito del agua, para anunciar que veía brotes verdes). Yo tengo que confesarles que, después de escuchar a esta mujer anunciando que no pasa nada, ahora es cuando estoy de verdad acojonado. La crisis viene otra vez, numerosos estudiosos lo afirman con total seguridad. Tal vez no sea tan radical como la última, pero no tardará en llegar. Que nos pillen confesados. Pero no era mi intención fastidiarles la Semana Santa. Así que no se preocupen y sigan disfrutando de sus vacaciones. Ya veremos cómo salimos.

domingo, 14 de abril de 2019

826. No confundamos el culo con las témporas

Se me queja un lector de que llevo unos cuantos posts sin poner algo de música. Eres un exagerado –le digo–, sólo son tres los textos en los que no he adjuntado algún vídeo musical. Pero insiste: –En tu disertación sobre lo cursi, podrías haber puesto alguna musiquilla para explicar con ejemplos lo que decías. ¡Uf! yo no quería seguir con este tema, tildar a algo o alguien de cursi es entrar en una valoración, en una apreciación descalificadora en la que no tiene por qué haber un acuerdo universal. Lo que a mí me parezca cursi, a otro le resultará elegante y viceversa. Yo no soy el Papa y menos en cuestiones estéticas; mis opiniones no hay por qué compartirlas. Pero el otro día escribí que, entre lo sublime y lo cursi, a veces hay una línea bastante tenue. A cuenta de todo esto les traigo un vídeo del grupo francés Jolie Môme, que recrea la música y la estética de los felices veinte y el período de entreguerras. Son unos músicos muy buenos, pero su cantante bordea esa línea difusa entre lo cursi y lo sublime, aunque en mi opinión no la rebasa. Pero cualquiera puede pensar lo contrario. Escúchenla y opinen, si les apetece.  


Es obvio que la chica está interpretando, y no tenemos modo de saber si en su vida cotidiana se desempeña de la misma manera o no. Así que no conviene que confundamos el culo con las témporas, expresión que nos retrotrae al mundo de lo repipi, una de tantas que apenas se usan ya entre la gente joven. Es, como el apelativo cursi, una expresión de descalificación: alguien que confunde el culo con las témporas, realmente es que no sabe nada, está completamente equivocado, merece todo nuestro desprecio: es un gilipollas. Aunque no tengamos (como es mi caso) ni puta idea de qué demonios son las témporas. Lo busco en el diccionario y leo que es una palabra prácticamente exclusiva de ese dicho, que no tiene otras acepciones ni significado. Algunos la relacionan erróneamente con la climatología. Pero he seguido buscando y he encontrado por fin respuesta en un blog que se llama La Agenda de Zalabardo: las témporas son las sienes, según su denominación en latín (de ahí el hueso temporal, cuyo nombre no tiene nada que ver con el tiempo, ni mucho menos con ninguna tormenta y sí con las témporas a las que proporciona solidez). Por eso se contraponen al culo, al otro extremo del cuerpo.

El diccionario clasifica esta expresión como malsonante y recomienda otras en su lugar: confundir la velocidad con el tocino, o las churras con las merinas. Sin embargo, es la preferida por mucha gente, precisamente por su carácter malsonante. Porque el culo es una parte del cuerpo que suscita todavía una atención especial, que induce una fascinación en mucha gente, una mezcla de atracción/repulsión, esta última disfrazada de aparente indiferencia, como pude comprobar con la reciente publicación de mi post sobre el culo de las francesas. Un texto que generó una avalancha de comentarios entusiastas, incluyendo el aporte de un texto de Quevedo, pero curiosamente todos de la parte masculina de mis lectores. Entre las damas, que sigo pensando que son mayoría entre mis seguidores, el asunto no levantó tanta expectación. En realidad, mi texto se centraba en el lenguaje, las sinécdoques y las formas de designar el culo en francés. Y traía a colación un excelente texto de Pedro Mairal, escritor argentino, titulado Oda al Culo.

¿Existe respecto a este redondo asunto una especie de brecha de género? Quiero creer que no, que la indiferencia desde el lado femenino se debía al hecho cierto de que yo hablaba todo el rato del trasero de las señoras. A este respecto, vamos a seguir rompiendo moldes. Porque hoy les traigo la visión desde el otro lado. El acercamiento al tema del culo desde el punto de vista de una mujer. Mi amiga la poetisa Valeria Correa contribuyó con un cuento a una colección de relatos escritos por gentes de Rosario y gentes de Madrid, publicada en 2018 por Baltasara Editores, con el título Antología Puente Rosario-Madrid. Mi amiga aporta un relato que se titula Un amor imaginario, donde cuenta una historia, con ciertos matices autobiográficos, en la que una chica argentina llega a Madrid con la intención de dedicarse a la poesía, pero de algo ha de vivir, por lo que acepta una suplencia de una enfermera ambulante que está de baja, lo que antes se llamaba el practicante, en este caso la practicante. Ella no es enfermera pero se ha de esmerar poniendo inyecciones a domicilio, lo que le suscita unas reflexiones con las que inicia su relato. El cuento, como todos los de Valeria, tiene un comienzo soberbio. Y aquí les transcribo, con su permiso, el asombroso párrafo con el que arranca.

Me gusta poner inyecciones. Los culos cuentan cosas que las caras ocultan. Son como la segunda lectura que te proponen las buenas historias, una forma de releer. La ropa interior y el modo en que alguien se tumba, se baja los pantalones para que la aguja entre en la carne y la velocidad con que se los suben cuando todo ha terminado también cuentan. Hay mucho relato encerrado en los cuerpos. Me gustan las mujeres mayores que usan tangas satinadas. Y el lado cómico de los hombres que usan calzoncillos con estampados colorinches. O a la inversa, los hombres de amplias sonrisas que visten interiores oscuros. Hay culos esmirriados, culos avaros en las carnes y en el alma. Redondos culitos enérgicos, tan bien proporcionados como caprichosos: de querubín. Culos fofos enfundados en pretenciosos calzoncillos de seda y monograma. A mí me gustan los grandes culos, muy blancos y mullidos, que dan cuenta en silencio de un carácter sedentario e imaginativo: culos de gente de interior que sorbe copitas de licor y come chocolate junto al fuego. Hay un mundo allí, debajo de la ropa y en la carne. Bájese los pantalones, digo, o levántese la falda, y me dispongo a leer lo que la mano tímidamente me descubre.


Un estupenda forma de empezar un cuento. Con esto hemos cubierto el tema del culo. Pero ¿qué pasa con las témporas? Pues si aceptamos el juego de que la palabra témporas admita el sustantivo colectivo temporada, podemos concluir que acabamos de entrar en una temporada completamente coñazo, con estas elecciones al cuadrado con que los políticos han tenido a bien castigarnos.¡¡Dos meses de coñazo!! No vamos ni a poder abrir los periódicos, dedicados en exclusiva a narrar el baile de los gorilas, todos sacando pecho y retándose. Menudo rollo. Como si no tuviéramos bastante aburrimiento con el proceso al prusés. Mira que le aconsejé yo a Pedro Sánchez que aguantara un poco más, que el día de San Pánfilo era muy mala fecha para unas elecciones. En Madrid, encima coincidirá con el Marathón, con lo que la mañana va a ser de absoluto caos urbano y no sé si esto acrecentará la abstención. Yo grito y me desgañito en el desierto que rodea a mi blog. Pero hacen caso omiso, que diría mi repipi profesor de Historia. En la India, al menos, estas cosas son más divertidas. El candidato reparte caretas con su rostro y todas las votantes potenciales salen a la calle con ellas, como pueden ver en esta imagen de la última campaña. 











A lo mejor no eran mala idea unas caretas de Pablo Iglesias para que se las pusieran los militantes de las diferentes facciones en que se ha dividido su invento, a ver si se unían de verdad, como proclama su lema. Lo más parecido a esto que vemos en la actual campaña electoral es el rostro de Pedro Sánchez en blanco y negro, con un cierto aire mefistofélico, que nos asalta por todos lados. Quizá el propósito de esta campaña sea algo así: ¿no andan por ahí diciendo que soy un traidor, felón y fementido, que voy a vender España a los independentistas catalanes y vascos y que tengo las manos manchadas de sangre? Pues voy a poner una cara de malo a la altura de esas falacias. Lo que pasa es que el gesto de Sánchez no da miedo y acaba siendo hasta un poco cómico. Y en cuanto al lema haz que pase, recuerda más bien a lo que se les dice a los niños cuando hacen bola con la carne. Y yo también lo retruco: Señor, Señor, haz que pase rápido este trago.

Lo que sería inconcebible es que se hicieran caretas con el rostro de Casado o Rivera, con lo sosos que son estos señores. Bueno, para la campaña de Ciudadanospedorros sería mejor el vistoso rostro de Malú, por ejemplo en la foto que les dejo de despedida. No se sabe si es que acaba de ver lo grande que es el salón de su nuevo casoplón o está gritando ¡¡¡SOCORRO, QUE VIENE LA CAMPAÑA ELECTORAL!!! En Estados Unidos, esta sería una imagen obscena: ¡por Dios! enseñar el interior de la boca, la lengua, los empastes, qué escándalo. Por eso Miley Cirus sacaba todo el rato la lengua cuando quería desmarcarse de su imagen infantil y presumir de malota al estilo Sánchez. En España, en cambio, ya estamos curados de espanto, desde que Mónica Naranjo nos enseñó las amígdalas cantando aquello de sobrevivirEEEEEEEE...


jueves, 11 de abril de 2019

825. De lo cursi y lo repipi

Ten siempre a Ítaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin esperar que Ítaca te enriquezca.
Dice mi amigo X que él no está de acuerdo con Sabina, que la vejez no es en absoluto una puta mierda, sino una fase más de la vida en la que se puede disfrutar y estar muy bien si te cuidas y te respeta la salud (dos cosas que van unidas). Mi colega Mariano se suma a la idea y propone que montemos un comando Carcamales Punk Forever, para seguir haciendo cosas que nos enriquezcan y nos alegren la vida. Y yo sigo mi deriva. Cada día me despierto con la ilusión de que soy una persona joven. Luego me miro al espejo, veo la imagen que me devuelve y mantengo el tipo como puedo (qué le vamos a hacer). El otro día una vieja amiga a la que no veía hace mucho, me dijo que me encontraba más guapo ahora que hace años. Estas cosas también ayudan. Parte del secreto se encierra en el hermoso fragmento que les he puesto arriba. Pertenece al afamado poema Ítaca, de Cavafis. Estira la vida lo que puedas, sigue navegando y no intentes llegar a puerto hasta que seas viejo y te adornen la madurez y la sabiduría. Sólo entonces podrás, como el tipo de la foto, sentarte en un noray a contemplar el mar con los ojos entrecerrados, mientras la tarde cae, el sol reverbera y los barcos regresan de faenar sin apuros.

Disculpen que me ponga trascendente, lo estoy haciendo adrede, para ilustrarles lo que les quiero explicar hoy. ¿Alguno de ustedes, queridos lectores, puede decir que el final del párrafo anterior es una cursilería? No lo creo. Sin embargo, hemos dicho en el post anterior que entre lo sublime y lo cursi hay una línea muy delgada (tranquilos, ya no me meto más con Podemos. Por ahora). La palabra cursi es muy curiosa. Para empezar, se desconoce su etimología, hay infinidad de teorías, desde unas damas gaditanas muy repolludas ellas, que se apellidaban Sicur (y que no aparecen en ningún texto histórico serio), hasta la que la relaciona con el marroquí kursi, que significa silla. Sin olvidar a los que bucean en el calorro en busca de referencias. Lo cierto es que la aparición de esta palabra está perfectamente documentada y hay que situarla a mediados del XIX en la zona de Cádiz. Ya en 1869, cuando su uso se ha extendido a todo el país, la RAE la autoriza, con al menos dos acepciones: “Dícese de la persona que presume de fina y elegante sin serlo” y esta otra: “Aplícase a lo que, con apariencia de elegancia o de riqueza, es ridículo y de mal gusto”.

Por otro lado, se trata de un adjetivo intraducible a otros idiomas. En inglés existe el término kitsch, admitido universalmente, pero no es exactamente lo mismo. Lo kitsch es algo que alude solamente al componente estético; es una denominación a menudo aplicada al arte: a una pintura, a una escultura, aunque también a una orquestación o a una obra de repostería. En cambio, lo cursi tiene también un componente ético; puede ser característica intrínseca de una persona, o describir una conducta, o una denominación, como la de Unidas Podemos. Como ejemplos proverbiales de cursilería, suelen citarse los jardines domésticos decorados con enanitos de piedra, las imágenes fluorescentes de mesita de noche representando a la virgen de Lourdes o el peinado de ciertos perros. Lo cursi traduce siempre una cierta forma de impostura, un quiero y no puedo, un tratar de parecer fino sin conseguirlo.

Es diferente de lo hortera, que es una forma de presumir de lo contrario, de basto y ordinario. Ejemplos de conducta hortera serían los concursos de eructos que hacen ciertos grupos de adolescentes, o la costumbre de embutir en una camiseta el asiento del conductor de la fregoneta. Todos estos son adjetivos ideados con una intención peyorativa o insultante. El que los profiere se siente infinitamente superior al aludido. Cuando yo era joven, todos queríamos ser muy modernos y avanzados. En esos años, lo antiguo se detestaba y se ninguneaba. Para designarlo se creó la palabra camp que era el colmo de lo viejo. Después, cuando la gente descubrió que lo antiguo puede ser cojonudo, hubieron de inventar un adjetivo equivalente, pero de sentido opuesto: vintage.

Un dandy como yo, y encima cool, calm and collected, no puede evitar huir de lo cursi y lo hortera como de la peste; mi blog es una continua búsqueda de una suerte de exquisitez. Y, sin embargo, aunque pueda resultar paradójico, tengo una invencible debilidad por lo repipi, otra categoría vecina de las anteriores, pero diferente. Es este un adjetivo normalmente aplicado a los niños, aunque yo conozco a muchos adultos que son unos repipis inveterados. Hay una serie de sinónimos de repipi: sabidillo, resabido, sabihondo, listillo, redicho. Para que me entiendan, lo mejor es que les ponga unos cuantos ejemplos de conductas repipis. Tal vez se hagan una idea de por qué adoro a la gente repipi.


Empezamos por Don Camilo José Cela y el mejor de todos sus libros (en mi opinión): el Viaje a la Alcarria (1948). Es un libro en el que Cela hace de sí mismo el protagonista, pero se camufla tras el apelativo El Viajero, para narrar en tercera persona del singular. En uno de los capítulos, saliendo de Guadalajara a pie por la carretera de Zaragoza, una turba de zagales revolotea alrededor del Viajero hasta que se aburren y se van. Uno de ellos, sin embargo, empareja el paso con el suyo y camina a su lado. Es un chico avispado, pelirrojo y con pecas. Al instante, con cautela, pregunta: –¿Me permite usted que le acompañe unos hectómetros? Y el Viajero, que como yo siente debilidad por los niños repipis, le contesta que por supuesto, que estará encantado de que le acompañe unos hectómetros. Es un pasaje delicioso.

Cuando yo era niño, la condición de repipi era bastante frecuente entre ciertos profesores, como los que retrata la impagable película de Fellini Amarcord. Yo tuve uno de Historia que te exigía saberte las respuestas de memoria. Por ejemplo: ¿cómo entraron los bárbaros? Respuesta: en oleadas sucesivas. Si contestabas en el examen en avalanchas consecutivas (es un decir), te suspendía. Cuando ya se hartaba de que no le hiciéramos caso, nos castigaba sin recreo y justificaba su acción enfatizando: –Claro, les digo que se estén calladitos y hacen caso omiso… Y, cuando uno de nosotros regresaba después de una enfermedad más larga de lo habitual, lo saludaba con estas palabras: ¡Hombre! ¡El niño perdido y hallado en el templo!

También en la Escuela de Arquitectura tuvimos un ejemplo de profesor repipi, el ínclito Don Antonio Camuñas, catedrático de Materiales de Construcción. En aquellos años predemocráticos en que los estudiantes solíamos ir sin afeitar, con greñas y vestidos de cualquier manera con jerseys llenos de agujeros, Don Antonio reprobaba nuestros atuendos y nos decía: –Un arquitecto ha de estar durante todo el día correctamente vestido con chaqueta y corbata, por si le surge la ocasión de ser objeto de un homenaje. Y en los exámenes advertía: –No fumen que, al conjuro del humo, se propicia el intercambio de mensajes relacionados con el tema del examen. Tenía este señor un libro que todos debíamos estudiarnos en el que describía los diferentes materiales usados en la construcción tradicional. Entre ellos el azulejo.

Para la descripción del azulejo, el autor contaba cómo se había creado este elemento constructivo en el mundo árabe medieval, texto en el que alcanzaba las más altas cotas en su cualidad de repipi excelso. Era un texto que empezaba así: –El magnate musulmán, amante como el que más de la naturaleza, se encierra empero en su palacio, donde se rodea de profusión de fuentes y regatos. He rebuscado en mi memoria, pero no consigo acordarme de cómo continuaba. Apelo a mi brother de Loja el Coronel Groucho para que, con su memoria prodigiosa, complete si puede este texto inefable. A los futuros arquitectos nos hacía mucha gracia esta narración, hasta el punto de que todo el mundo se la aprendía de memoria. Se cuenta que, en una promoción posterior a la mía, el tema de un examen parcial fue precisamente el azulejo, y todos los alumnos repitieron completa la definición y sacaron sobresaliente, para satisfacción de Don Antonio, halagado por la popularidad de su texto.

Pero no hay que irse a esas alturas académicas para encontrar a gente repipi. En mis años de Colegio Mayor, los residentes en todos los colegios del entorno acudíamos sin excepción a cortarnos el pelo a la barbería de Benedicto, un personaje que trascendía ya la cualidad de repipi, para entrar en la de friky, una categoría paralela a las anteriores. Benedicto era un peluquero gay medio miope y tirando a rechoncho, bastante dicharachero y que trataba de parecer más culto de lo que era, lo que le llevaba a pronunciar frases un tanto singulares. Un día acudí como siempre a su cubículo y me recibió con estas palabras: –Hay que ver qué calor que tenemos esta tarde. Y eso que estoy con la ventana herméticamente abierta.

El actual portero de mi casa es un tipo que casi nunca está en su puesto y, para justificarse, dispone de una serie de carteles con excusas, que tiene unidos con un gusanillo. Uno llega a casa y encuentra un letrero sobre el mostrador que dice estoy en las calderas, o bien estoy en la escalera tercera, estoy recogiendo la basura, he salido un minuto, o el más escueto de todos: ya vengo. En los meses de agosto se busca un sustituto y un año de estos encontró a un joven superpulcro y atento, que sólo abandonaba el puesto para subir a recoger las bolsas de basura por los pisos. Para esas ocasiones, empezó por usar el cartel que decía estoy recogiendo la basura. Pero luego se conoce que pensó que ese letrero no expresaba debidamente la complejidad de su trabajo, por lo que lo sustituyó por otro que se confeccionó él mismo y que con letra redondilla rezaba: –Estoy recogiendo desperdicios domiciliarios.

Creo que con estos ejemplos habrán comprendido que es lo que yo entiendo por repipi y el porqué de mi fascinación por este tipo de sujetos. Terminaré, igual que empecé: con Don Camilo José Cela. En un cuento poco conocido de este ilustre paisano, se cuenta el caso de Don Agustín, un profesor de primaria que era tan repipi que los alumnos le pusieron por mote Don Agustín Cagapoquito. Los demás profesores del claustro se reían las tripas con el apodo y no perdían ocasión de recordárselo al final de las reuniones lectivas, cuando todos se relajaban tomando unos refrescos. Se lo decían para hacerle rabiar, porque sabían que le daba mucho coraje. Don Agustín Cagapoquito, presa de la indignación, levantaba un dedo con gesto admonitorio y proclamaba: –¡Qué sabrán esos malandrines de lo que yo exonero!

Que pasen ustedes un excelente Viernes de Dolores, felicidades a las Lolas, buen finde y buena Semana Santa, los que puedan disfrutarla.