¿Que no saben quién es Deckard?
Pues sí que empezamos bien… Es broma; ahora mismo se lo refresco. Para los que
estén in albis, Rick Deckard es el
protagonista de Blade Runner, la
mítica película sobre la que tenemos un asunto pendiente, desde el Post #688,
Rescatar Blade Runner, que no hace
falta que se repasen, porque ya se lo resumo yo: Blade Runner se rodó en 1982 y se estrenó en España en 1983. Poco a
poco, por el boca a boca, se fue convirtiendo en una película de culto, aunque
yo presumo de haberme dado cuenta de su trascendencia desde el principio (y no
soy el único). Durante diez años, en España sólo existió una versión: la que se
estrenó en los cines y se comercializó en DVD, en torno a la que se forjó la
leyenda.
Diez años después, Ridley Scott, el director, que siempre ha sido un águila para los negocios, vio la posibilidad de hacer más caja con el tema y se descolgó con una nueva versión que se llamó El Montaje del Director. Se estrenó en los cines y yo acudí esperanzado a verla. Menuda decepción. La versión del director era prácticamente igual. Sólo añadía una escena super-hortera: un sueño de Deckard, donde se ve a un unicornio corriendo a cámara lenta por unos praos. Y también alteraba el final (dice Scott que el final de 1982 se lo impuso la productora). Por último, suprimía la voz en off, que ayuda a entender una historia que sin ella resultaría demasiado críptica y difícil de seguir (en opinión de la productora). Hasta aquí todo entra dentro de lo previsible (aunque yo me malicio que la escenita del unicornio se grabó mucho después, una morcilla añadida para que hubiera dos cambios visibles y no uno solo).
Diez años después, Ridley Scott, el director, que siempre ha sido un águila para los negocios, vio la posibilidad de hacer más caja con el tema y se descolgó con una nueva versión que se llamó El Montaje del Director. Se estrenó en los cines y yo acudí esperanzado a verla. Menuda decepción. La versión del director era prácticamente igual. Sólo añadía una escena super-hortera: un sueño de Deckard, donde se ve a un unicornio corriendo a cámara lenta por unos praos. Y también alteraba el final (dice Scott que el final de 1982 se lo impuso la productora). Por último, suprimía la voz en off, que ayuda a entender una historia que sin ella resultaría demasiado críptica y difícil de seguir (en opinión de la productora). Hasta aquí todo entra dentro de lo previsible (aunque yo me malicio que la escenita del unicornio se grabó mucho después, una morcilla añadida para que hubiera dos cambios visibles y no uno solo).
Yo tenía mi versión de la
original en DVD y estaba tranquilo. Pero, de pronto, resultó que mi cinta se
había extraviado, en alguna mudanza o en algún préstamo no devuelto, de mis
hijos o de mí mismo, da igual, la cosa es que ya no estaba (hablo ahora de hace
unos cuatro meses). Ni corto ni perezoso, intenté comprar otra copia y descubrí
con sorpresa que Scott ha vetado la
versión que se estrenó en 1982. Que ya sólo se puede encontrar la versión del
director. La otra es imposible encontrarla en las tiendas grandes y tampoco en
tiendas de segunda mano como Discos La Metralleta. Tampoco
se puede descargar de la red. Ante ese bloqueo, escribí yo mi post antes
citado, que era una llamada de auxilio. ¡Que alguien me ayude!
Una digresión sobre esta última
expresión. En España siempre se había gritado ¡Socorro! en situaciones de apuro. Una expresión concordante con el
francés ¡Au secour! Incluso la
película sobre los Beatles Help! se
tradujo aquí como ¡Socorro! Sin
embargo, en los filmes que venían de América, la gente usaba la expresión más
común allí: Somebody help me! Al
doblar estas cintas, la diferencia de extensión con el tradicional ¡Socorro! aconsejó a los dobladores usar ese artificioso ¡Que alguien me ayude! Esta expresión
impostada, se ha escuchado tanto, que ahora es frecuente, por ejemplo, escuchar
a un grupo de niños jugando a tirar a otro al agua, juego al que el propio
agredido se suma, muerto de risa, gritando: ¡Que
alguien me ayude!
Bueno, aquí tienen la imagen de
Deckard, por si les quedaba alguna duda de a quién nos estábamos refiriendo.
Harrison Ford estaba guapísimo. El caso es que, desde diciembre pasado, yo
estaba detrás de conseguir una versión en condiciones de mi querido Blade
Runner original, el que comercializó la productora en 1982. Ya escribí en su
día que mi vida entera estaba consagrada al Reinventing Cities y a la búsqueda
de Blade Runner, pero nadie se lo creyó. No obstante, si pensaban que había
tirado la toalla, es que no me conocen. Después de desechar otra serie de vías
que se revelaron inútiles, digamos que conecté con la comunidad virtual de los
informáticos de primer nivel, los analistas de sistemas, los colgados de la red
de diferentes tipologías, los hackers y virgueros del mundo digital. Tengo un
amigo de esa comunidad, especie de Matrix en la que hay que moverse con cuidado
y más después de lo que se ha revelado en estos días sobre Facebook. Por
cierto, yo siempre he dado por hecho que, al publicar un blog como este, me
exponía a la pérdida de mi privacidad anterior, un aspecto que siempre me la ha
refanfinflado. Si no fuera así, este blog no existiría.
Pero la intimidad de mis amigos y
mis fuentes sí que me preocupa. Así que, digamos, mi amigo A, contactó con el experto
B y este lanzó la llamada en Matrix. Poco después apareció alguien que tenía
una copia del DVD que se vendió en las tiendas entre 1982 y 1992 (y también después,
antes del veto de Scott, en el tiempo en que podían conseguirse ambas versiones).
Pero el experto al que hemos llamado B no es un cualquiera. Este señor pasó la
película a un soporte digital actualizado. Descontento con la calidad de imagen
que ofrecía esa cinta, reproducida mil veces y copiada luego a un soporte
diferente, procedió a someterla a un proceso de redigitalización y
remasterización. ¿Cómo? ¿Que no saben qué es eso? No se preocupen: yo tampoco.
El caso es que este buen hombre consiguió una copia digital que ocupa 7 gigas y
medio, lo que da idea de su nivel de calidad visual y auditiva (las que se
descargan por ahí vienen a tener un giga y medio).
Ahora, que no venga por aquí
ningún listillo a decirme que se ha puesto a buscar por ahí y ha encontrado
esta versión: el amigo B, como buen hacker, ha colgado ya el resultado de su
trabajo y cualquiera que sepa encontrarla y descargársela, puede hacerlo
libremente. Pero volvamos a mi amigo A. Este hombre me llamó y me dijo que ya
tenía lo que le había pedido. Quedamos a tomar un café con unas torrijas y me
hizo entrega de lo siguiente:
–La
versión de Blade Runner (1982), de 7,5 gigas
–Una
versión similar de Blade Runner-2049, (2017), de 6,5 gigas
–Dos cortos
rodados por Denis Villeneuve, director de la segunda de estas películas, con
filmaciones destinadas a entender la transición entre una y otra.
Estos cortos, revelan que
Villeneuve es un tipo majo y normal, que quiere ayudar a que su película se
entienda, no como el otro capullo, que, por cierto, se ha retratado ya
definitivamente sacando a patadas de su última película al actor Kevin Spacey,
estigmatizado como acosador de mujeres, cuando el rodaje ya estaba terminado.
Este auténtico fenicio ha tenido los huevos de volver a filmar todas las
escenas de Spacey con otro actor. Todo para no arriesgarse a que la película
(de la que se dice que es una mierda, como muchas otras de Scott) sea un
fracaso en taquilla por incluir a un actor ahora vilipendiado (no entro a
valorar si el vilipendio es o no merecido, imagino que sí lo es).
Con ese material en mi poder, lo
primero que hice fue ver en mi televisor la película original. Es una gozada,
tiene una calidad de imagen extraordinaria y, aunque siempre será imposible que
la TV iguale a la gran pantalla (¡ah! las dos veces que la vi yo en el cine
Avenida), pues qué quieren que les diga: que me volví a emocionar al ver
semejante maravilla. Y, en ese momento casi de eucaristía pagana, pues sucedió
que me acordé de ustedes, mis fieles seguidores de esta tribuna que dura ya más
de cinco años. Y pensé que podía instituir un Premio al Seguidor Distinguido de
Reflexiones a la Carrera.
Un galardón que valorase la antigüedad, fidelidad,
constancia, aporte de comentarios, etc. Hice un sorteo mental (con bolas
calientes, por supuesto) y elegí a siete merecedores de dicho premio (más abajo
pongo la lista de agraciados).
Pero mis tribulaciones no se
habían terminado. Mi primera idea era copiar el material en discos DVD, comprar
unas cajas y bajarme de Internet las carátulas, para simular el producto que
antes se podía comprar en cualquier video-club (otra institución desaparecida
en combate). Problemas: no hay DVDs vírgenes de la capacidad necesaria, unos 14
gigas. Mi respuesta: vale, hago dos DVDs para cada uno. Imposible también: los
DVDs que se puede uno comprar en una tienda, no admiten más de 4 gigas. Bien,
entonces unos pendrives. Me subí al
FNAC y me compre una colección de pendrives
de 16 gigas. Pero, después, necesitaba ponerles una etiqueta identificativa del
regalo. Bajé al fotocopiero del barrio y me encontré a un nuevo dependiente de
los llamados del culo alto, es decir, el típico zangolotino vago. Se le hacía
un mundo hacerme una colección de etiquetas.
Por resumir. Recuperé mis años de
experto en manualidades. Encontré un programa de impresión de etiquetas. Hice
un folio entero, con indicadores de corte horizontal y vertical en los bordes.
Me compré unos folios de papel adhesivo. Logré meterlos en mi impresora y
producir un folio de etiquetas. Luego tiré de cutter, hice mi colección y les puse una a cada uno de los
pendrives, lo que supone quitar el papel transparente protector, apuntar,
pegarlo correctamente en el pendrive y hacer un corte preciso en el borde de la
tapadera, para que se pueda abrir. Una labor de artesanía. Cuando ya tenía diez artilugios preparados, empecé a copiar los archivos de las películas. Mi
gozo en un pozo. La pantalla me devolvía un mensaje: el archivo es demasiado
grande para el soporte elegido.
Es jodido comprarte un pendrive
de 16 gigas y no poder descargar en él un archivo de 7. No tuve más remedio que
molestar otra vez al bueno de A. Por teléfono me lo explicó. Los pendrives que
se compran por ahí vienen formateados por defecto con el formato Fat32, que no
te deja cargar archivos superiores a 4 gigas. Es decir, tú vas cargando
archivos hasta de 3,99 gb, y puedes ir sumando hasta completar los 16 gigas
totales. Pero no te deja cargar archivos de más de 4. La solución: formatear el
pendrive y cambiar al formato NFTS. Me explicó cómo hacerlo y fin de la
historia. Así que ya tengo mis regalos preparados. Tal como ven en esta foto. El vinito que me estoy tomando es un verdejo de Rueda de puta madre.
Y ahora vamos con la lista de agraciados.
Y ahora vamos con la lista de agraciados.
1.- El
Coronel Groucho. Nadie puede ser el primero de esta lista, salvo este amigo
primigenio, tremendísimo cronopio, voluminoso consumidor de blogs, cervezas y
otros productos perecederos y autor de comentarios siempre precisos.
2.- X el
sigiloso. Seguidor incondicional camuflado tras esa consonante nebulosa. Como
muestra de que es el blog el que se proyecta sobre nuestras vidas y no al
revés, corrimos una carrera juntos vestidos de Papá Noel y acudimos también a ver a Bruce Springsteen
en el Bernabeu. No aparece mucho, porque suele trasladarme sus comentarios por
detrás.
3.- El África
misteriosa. Tan insondable como el continente homónimo, mi amiga prodiga sus
comentarios escondida tras el perfil Anónimo,
pero yo reconocería su prosa entre un millón. Por cierto, querida África, ya sé
que a ti no te gusta la película. El regalo es para que se lo hagas llegar a
Boni, por supuesto.
4.- Paco
Couto. Colega de los tiempos gloriosos, averiguó que tenía un blog y dedicó dos
días con sus noches a releer los posts atrasados hasta ponerse al día. Rockero
y motero veterano, encuentra aquí un lugar donde compartir sus nostalgias.
5.- Speedy Alfred. Así lo acabo de renombrar
porque me consta que es el que lee más pronto mis textos. Tiene un avisador en
el móvil que le advierte de que acabo de escribir un post. Por donde le pille,
se lo lee (luego suele repasarlo más despacio).
6.-
Inmaculada de la Vega. Va siendo hora de confesar que fue ella la que me ayudó
a pulir los diversos detalles técnicos, antes de lanzarme a publicar. Al
principio, cuando tenía un puesto fijo de trabajo, se camuflaba tras el mote Sagrario, asesora de asuntos económicos.
Ya de free lance, no tiene
inconveniente en entrar a comentar con su nombre y suministrarme contenidos con
su continua y fructífera actividad en redes.
7.- El gran Mariano. Last but not least. Otro
incondicional que, cada día, antes de
abrir los periódicos digitales, consulta mi blog por si hay algún post nuevo.
Una vez consultado mi blog, entra en las demás páginas, para enterarse de los asuntos
de segundo orden, como las novedades de Puigdemont y otros temas tan poco
divertidos.
Bien. Yo tengo los regalos
listos. El sistema de reparto es el siguiente. Cada uno de los aludidos ha de
llamarme por teléfono (quien no tenga el número, sabrá cómo encontrarlo). Y concertamos
una cita para una cerveza o lo que sea. Con los que estén fuera de Madrid,
podemos quedar en un punto intermedio. O denme ustedes una dirección postal para que
se lo envíe por MRW. Esto es todo. Les dejo de propina un conocido chiste de
Forges. Otra demostración de lo que fue Blade Runner para el imaginario de
nuestra generación. Sean buenos.
!! No puede ser!!!! Qué suerte tengo!! Yo tiré hace no mucho la cinta de vídeo antigua x q se veía fatal. Nunca la vi entera. La entreví solo porque era de las de dar grumos de puré de guisantes en el alma, pero después de los dos post me muero por verla. Yupiiiyeea!!! No me esperaba ser uno de los diez que son siete. Que alegría
ResponderEliminarLe estaré eternamente agradecido por semejante distinción muy superior, sin ninguna duda, a "Caballero de la Orden del Imperio Británico", aquella que devolvió Sir John y se quedó Sir Paul.
ResponderEliminarPor privado le mandaré mi dirección postal ya que últimamente me cuesta medio egg salir a carretera; las distancias que conduzco son generalmente menores a 80 millas.
Sin ánimo de polémica (usted es un erudito en esto del cine) le diré que lo mejor de Blade Runner es la estelar o, mejor dicho, espectacular aparición de Sean Young en el papel de Rachael. Siempre estuve enamorado de esa diosa.
Otro día hablaremos del Deportivo (irremisiblemente en 2ª) y de nuestro querido cateto Puigdemont. Ahora felicítole por su ya longevo blog y mándole un gran abrazo.
Su seguro seguidor. Coronel G.
Siempre pensé que aquella intervención tuya en mi homenaje de jubilación fuera algo insuperable. Luego, en la senda de tus Reflexiones a la Carrera, varias han sido las ocasiones en que he vuelto a quedar sorprendido, admirado, perplejo. Pero nada ha igualado al temblor producido por lo que acabo de leer. Estuve muy interesado cuando vi BR-2049(2017) y la entendí someramente gracias a el post 677 "Yury y los replicantes", y a las aquellas charletas. Desde entonces, me volví BRconverso y se despertó en mí un hondo deseo de alcanzar algún día esa versión ideal. ¿Será posible que llegue? ¿Y de semejante manera? Enhorabuena, EmilioRunner, verdaderamente eres un ungido se San Benitiño.
ResponderEliminarMuchas gracias, X el sigiloso.
Gracias.
ResponderEliminar¡Qué sorpresa tan agradable encontrarme en ese Olimpo! La rapidez que me adjudicas, en esta ocasión se ha visto entorpecida por un reciente viaje un tanto ajetreado y tampoco es tan inmediata como pareces creer. Me declaro culpable de no conocer Blade Runner pero mis emociones cinéfilas son más antíguas y,casi siempre,en blanco y negro. Estoy muy contento y agradecido por tu recuerdo que sabes estimo en mucho. Te felicito por ese trabajo tan laborioso. Un fuerte abrazo. Alfred
ResponderEliminarDebería decir unas palabras de agradecimiento. Pero me he quedado mudo. Creo que es el efecto Zuckerberg. Aunque he de confesar que yo perdí la virginidad y la intimidad hace mucho tiempo y mi problema es que me encartaría volver a perderlas, pero no se como recuperarlas. Gracias por el premio.
ResponderEliminar¡Boni está exultante! Ya la ha visto. Me pregunto yo si todos los adictos a BR no seréis en realidad unos replicantes infiltrados. A mí me gusta más La Forma del Agua.
ResponderEliminarPues muchas gracias a todos por vuestra fidelidad. Yo creo que el premio es merecido para todos. Incluso tengo alguno de sobra, por si alguien reclama el mismo privilegio. Os mando un fuerte abrazo colectivo.
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