Un blog inicio en este instante
Y en mi vida me he visto en tal
aprieto
¿Quizá me siento viejo y
obsoleto?
¿O sólo es una huida hacia
delante?
Dejemos los ripios en
endecasílabo. Después de casi 30 años de correr por el Retiro y otros paisajes
madrileños, me ha entrado el gusanillo de hablar de las cosas que me van
viniendo a la cabeza, mientras corro. Será este un espacio abierto, en donde se
hablará de literatura, de cine, de actualidad, del Deportivo de la Coruña. De
recuerdos, de viejas anécdotas, de amigos lejanos, de anhelos no cumplidos. Y,
por supuesto, de la penuria esa que nos invade, agazapada en las noticias
económicas. Por mucho que nos recorten, no van a conseguir que nos desanimemos.
Este es el blog del corredor
callejero, que piensa seguir corriendo con esfuerzo renovado cada día, luchando
por mantener el ánimo y el sentido del humor. Ya sé que la cosa no está para
bromas. Nos lo están quitando todo, el trabajo, la Sanidad, la enseñanza
pública, las pensiones, las vacaciones, los moscosos, los viajes, el cine. Pero
hay que seguir peleando. Peor están los marroquíes, que se siguen jugando la
vida en las pateras para venir a esta tierra de nuestras desdichas. Y los
africanos, y la mayoría de los indios, chinos y sudamericanos. Esta Europa
maravillosa que nos tocó disfrutar hasta el año pasado, no ha muerto del todo.
Cuidemos con mimo lo que queda.
El sentido del humor es un arma.
No la perdamos. Desde aquí proclamo varias máximas. Nos quitarán la bicicleta,
pero no podrán quitarnos los kilómetros que hemos pedaleado. Nos han subido el
IVA de los chuches, pero seguiremos tomando cañas y vermús de grifo hasta donde
llegue el último céntimo, y después nos arreglaremos como podamos. Nos van a
dar (con perdón) por el culo, pero nunca conseguirán que digamos que nos ha
gustado. Y en último lugar: ni una sola vez ha sucedido que después de diluviar
no escampe.
En esta época de cambios los
ciudadanos tienen que organizarse, y a mí me pilla ya un poco mayor, y además
tengo una cierta tendencia a la soledad y a la misantropía. Pero desde este
blog intentaré aportar mi granito de arena, a base de observar el mundo desde
el punto de vista del espectador que asiste estupefacto a la debacle. Del
profano que sabe un poquito de todo y no es especialista de nada. Del graduado
en Gramática Parda, la que se aprende en la calle, qué pasa, tío. Con un punto
de vista irónico, despistado, irreverente, políticamente incorrecto muchas
veces, pero entreverado siempre de una cierta ternura. Y si alguien se siente
molesto u ofendido, no tendré el menor inconveniente en rectificar; ya saben:
“Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a suceder”. Rectificar es de
sabios.
Mis textos serán contradictorios
y llenos de dudas, idas y venidas, dimes y diretes. A estas alturas estoy
seguro de muy pocas cosas. Dudo de la mayoría. En el mundo actual, vivimos bajo
el bombardeo de una lluvia ácida de informaciones y datos que nos llegan por
todos lados. En medio del maremágnum es difícil a veces orientarse, uno tiene que
moverse a tientas, hay mucha manipulación informativa, muchas opiniones de
conveniencia, mucha hipocresía, en suma. Por eso es bueno escuchar opiniones a
la contra. Las opiniones a la contra ayudan a acercarse a la verdadera
naturaleza de las cosas y los sucesos.
A pesar de fascitis plantares,
condromalacias, ligamentos hechos puré, meniscos estragados y otras delicias
turcas de la vejez: SEGUIREMOS CORRIENDO.
Bueno, soy yo mismo, estoy intentando averiguar cómo se hacen comentarios y que se queden.
ResponderEliminarMuy bien, está tirado, no sé por qué la gente no lo sabe hacer. Sólo hay que pinchar arriba en la entrada concreta de que se trate y escrbir abajo. Luego, dar a "publicar"
ResponderEliminarSeguiremos aguantando, seguiremos corriendo
ResponderEliminarGracias... Aquí nació una leyenda
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