Kick around es una expresión americana que viene a significar más o menos ir dando tumbos, y eso es lo que me propongo yo hacer durante un tiempo, una vez que he dejado bien atados los temas médicos y las mejoras en mi casa y tampoco tengo nuevos bolos en el horizonte por lo menos hasta septiembre. Y el primero de estos tumbos me va a llevar pasado mañana a Cazorla a ver el concierto de Samantha Fish y el resto del programa del considerado como uno de los mejores festivales de blues de Europa. Abajo les pongo el programa definitivo con los horarios de las diferentes actuaciones. Como pueden ver, Sam tocará en la Plaza de Toros a partir de las 12 de la noche del mismo jueves.
Estoy, pues, a las puertas de uno de los momentos estelares de este blog, propiciado por la posibilidad de ver en directo a Samantha, y encima con mi nueva visión perfecta, o 20/20 vision como la llamaba Rory Gallagher. Muchos de mis lectores piensan que exagero con esta chica y no entienden por qué estoy tan fascinado con ella. Voy a tratar de explicarlo con un ejemplo concreto, aunque estas cosas no se explican, simplemente se sienten. Sam es una chica que se enfrenta a un folio en blanco y un pentagrama virgen y saca de ambas cosas una canción con letra y música.
El ejemplo que les traigo es una canción que se llama precisamente Kick around, y Sam la incluyó en el disco Black Wind Howlin', que publicó en 2013, o sea que tendría 23 o 24 años cuando la compuso. Su letra no es tan intensa como las de otras de sus composiciones y se limita a explicar por qué se ha ido de la casa dejando al noviete con quien la compartía. Es decir, es como una nota de despedida. Pero con ese motivo, la chica compone un auténtico rock’n roll, que adquiere tintes de verdadero himno. Y lo realmente fuera de serie es la forma en que lo canta y en que toca la guitarra, tanto cuando acompaña las estrofas como en los punteos. Ambas cosas (voz y guitarra) son un ejemplo perfecto de groove, un concepto que no se puede explicar, es como el compás de los flamencos.
He encontrado un video en el que Sam la toca en los míticos estudios Don Odell de Palmer (Massachusets), donde se filman los conciertos con muchas cámaras y tomas muy cercanas. Esto es Samantha sin aditivos. Era el tiempo de su mejor formación de power trío, con GoGo Ray a la batería y Chris Alexander al bajo, aunque en esta ocasión, le ha dado unos moscosos a Alexander, a quien sustituye el friki Scot Sutherland, que tampoco es manco. Me he preocupado de sacarles la letra de la canción con una traducción de las mías y además, he logrado ponerlas en columnas sin que se descabale todo, algo que, con el programa de edición del blog, es bastante meritorio. Vean pues la letra y, debajo, el vídeo de marras.
Kick around Dando tumbos
I remember how big I felt Recuerdo
lo grande que me sentía
When it was brand new Cuando
todo esto era nuevecito
Oh it takes me back Oh,
esto me lleva de vuelta
Down in Balmore avenue Abajo
a la avenida Balmore
Always ask me Y siempre preguntándome
Why you gotta go this way Por
qué tengo que tomar ese camino
So Lord have mercy Así
que Señor, ten piedad
What's a girl to do Qué
tiene que hacer una chica
When everything here Cuando
todo aquí
Reminds me of you Me
recuerda a tí
It makes me wonder Y
me hace preguntarme
Why do I even stay Por
qué me sigo quedando
These trails we ride is gotten older Estos senderos que recorremos se han hecho viejos
You're trying to take things slower Sé que tratas de tomarte las cosas con más calma
I can't kick around forever Pero yo no puedo ir dando tumbos siempre
I guess I threw it away Y creo que ya lo mandé todo a la mierda
I feel restless Siento
una gran inquietud
There's runnin in my blood Está corriendo por mi sangre
Put my feet to the street Pone mis pies en la calle
You've almost had enough Tú ya has tenido bastante
See, come on, honey Mira,
venga, cariño
Why can't you just play along Por qué no puedes simplemente
seguir el juego
Well, you've made your point Bueno, tú has hecho tu parte
You've stood your ground Te has mantenido firme
I've got you loud and clear Te he escuchado alto y claro
But I won't bring you down Pero no quiero que te vengas
abajo
I feel it coming and I know Intuyo lo que viene y sé
That I don't belong Que yo no pertenezco a esto
These trails we ride is gotten older Estos
senderos que recorremos se han hecho viejos
You're trying to take things slower Sé
que tratas de tomarte las cosas con más calma
I can't kick around forever Pero
yo no puedo ir dando tumbos siempre
I guess I threw it away Y creo que ya lo mandé todo a la mierda
You've been crying on my shoulder Has estado llorando en mi hombro
Waiting for hard times to be over Esperando que los tiempos duros se hubieran acabado
I didn't have the time to wait Pero yo no tengo tiempo para esperar
I guess I threw it away Y creo que ya lo mandé todo a la mierda
Never one for short cuts or bitter ends No me molan los atajos ni los
finales amargos
I've got a temporary address Tengo una dirección provisional
For your love to send Para
que me envíes tu amor
Even better, honey O
mejor, cielo
Why don't you just knock on my door? ¿Por qué no vienes y llamas a
la puerta?
With open arms and an open heart Con los brazos
abiertos y el corazón abierto
Oh I've been here for your romance very start Estaré aquí para empezar otra vez tu
romance
But I won't go down on this sinking ship Pero no quiero subirme a un barco que se hunde
No more Nunca más
These trails we ride is gotten older Estos
senderos que recorremos se han hecho viejos
You're trying to take things slower Sé
que tratas de tomarte las cosas con más calma
I can't kick around forever Pero
yo no puedo ir dando tumbos siempre
I guess I threw it away Y creo que ya lo mandé todo a la mierda
You've been crying on my shoulder Has estado llorando en mi hombro
Waiting for hard times to be over Esperando que los tiempos duros se hubieran acabado
I didn't have the time to wait Pero yo no tengo tiempo para esperar
I guess I threw it away Y creo que ya lo mandé todo a la mierda
Yeah yeah yeah
Can't kick around no more No puedo dar
más tumbos
Bueno, pues esto es rock and roll por derecho. Y lo que me maravilla de esta mujer es además cómo se esfuerza cada vez, qué convencida está de que lo que hace es de calidad y cómo defiende su parcela en el escenario. En el vídeo de hace dos posts en el que salían cuatro canciones y algunas frases entre ellas, dice algo muy significativo: odia a las personas que están todo el día esperando que les llegue la inspiración; ella afirma que está siempre trabajando, componiendo y practicando nuevas armonías y que es consciente de que no todo lo que hace es buenísimo, pero eso le permite luego seleccionar para los discos. Es decir: lo mismo que hago yo en el blog. Yo escribo sin parar y no me preocupo de que todos los textos sean portentosos y es la forma en que de vez en cuando me salen algunos buenos. Los bloggers que no publican un texto hasta que está niquelao, acaban por sacar una entrada cada dos o tres meses y ese es el tipo de personajes a los que odia Sam.
Como ella, yo también soy tímido pero, cuando me dan un micrófono y me veo frente a una audiencia que se dispone a escucharme, me transfiguro y me convierto en otra persona. El otro día en el Ateneo, mi conferencia fue muy buena, aunque esté feo que lo diga, mantuve la atención de una serie de gente que no me conocía de nada durante hora y media y luego tuvimos otra media hora de coloquio en el que intervinieron casi todos. Uno de los mejores elogios que recibí fue de un señor que dijo que venía con cierta desgana a mi charla porque esperaba una historia de arquitectos, que es algo que le suele resultar muy aburrido, y en cambio se había encontrado con una lección de historia, de sociología y de aproximación a los sentimientos de las personas que vivieron el proceso de realojo.
Vale, ya sé lo que están esperando leer. Que si estoy todavía enfadado con mis lectores. La verdad es que ustedes ya me conocen y saben que de vez en cuando pego el rabotazo, pero se me pasa rápido. Lo que les conté es un hecho constatable: yo le pasé la cita a todos mis contactos y contactas, muchos de ellos me prometieron venir y, a la hora de la verdad, únicamente aparecieron mi sobrina Eva y el padre de Corro. Y esto es algo que bordea lo humillante. Pero si piensan que voy a estar yo jodido por una minucia como esta, en un momento en el que me acaban de decir que tengo el colon de puta madre, me he operado de los dos ojos y veo como Dios, me ha quedado la casa fenomenal y encima estoy a punto de ver a Samantha en directo, pues es que no me conocen. Lo que pasa es que a veces les tengo que dar un toque para que no bajen la atención.
Bueno, la-verdad-de-verdad-de-la-buena es que me puse a escribir y me fui cabreando sobre la marcha porque no me daba tiempo a terminar el texto con margen para cenar a una hora decente, ante lo cual decidí abreviar y no se me ocurrió mejor forma que hacerme el ofendido. En realidad, salí muy contento de la charla, porque era la primera vez que contaba el tema ante un público de libre acceso y vi que les gustó mucho. Lo de que viniera poca gente fue por culpa del virus que está otra vez desbocado, además de la conferencia de la OTAN, que imposibilitaba moverse por la ciudad normalmente y en especial venir al centro. Respecto a esto de la OTAN, creo que es de justicia que diga algo porque, dos días después de mi fallida charla multitudinaria, me tuve que ir en Metro a que me metieran el ojo de Dios por el culo, porque era imposible circular en coche por las calles, reservadas para los amos del mundo.
Miren, ahora mismo, yo me siento más partidario que detractor de la OTAN y entiendo perfectamente a los finlandeses y los suecos. A mí me gusta el mundo que hemos construido en lo que se conoce como Occidente y creo que debemos defenderlo de personajes como el Hideputin, que además es un puto dictador que tiene jodida a su población con su gobierno autoritario. Pero eso no quita para que el sarao que se montó durante tres días en Madrid, con todos los capitostes circulando por ahí libremente, a costa de paralizar a una ciudad, me parezca un numerito propio de nuevos ricos y una exhibición obscena de tanto poder. Es una cuestión de mal gusto, más que de que me repugne el fondo. Esas reuniones, que las hagan en Davos, o en Cannes o donde les pete, pero no en una ciudad a la que joden durante tres días. Mi admirado Sergio C. Fanjul, uno de los mejores periodistas del momento (en mi opinión) lo dijo con precisión en un comentario de su Facebook el día 29, que no puedo menos que transcribirles.
Todo el show de la OTAN me está pareciendo
bastante chusco, y no me refiero a cuestiones geopolíticas, sino a las
cuestiones estéticas.
Estos representantes públicos se han
presentado más bien como reyezuelos, colapsando una ciudad que ha sido
entregada en sacrificio por sus gobernantes (que incluso han recomendado a la
ciudadanía quedarse en casa y recluir su actividad), de modo que más que una
cumbre de la OTAN parece una invasión de la OTAN por otros medios.
Luego se han ido los representantes públicos
a reuniones en fastuosos salones del Palacio Real, o a darse banquetes en el
mismísimo Museo del Prado, donde aprovecharon para hacerse fotos con Las
Meninas (la ciudadanía a la que representan no puede hacerse fotos en el Prado,
y mucho menos celebrar una cenita). Si ya teníamos turismo masivo, ahora
tenemos ¡turismo magno!
La OTAN, ya que es una organización militar,
debería al menos disimular su carácter teniendo unas maneras menos
imperialistas a la hora de montar sus saraos, que parece que han venido a poner
los cojones encima de la mesa, a solazarse en Madrid como si fuera su club
privado. Y, ya que concentra a países dizque democráticos, debería alejarse de
espectáculos más propios de pequeños sátrapas y dictadorzuelos.
Ojú, y eso que me ha pillado fuera de Madrid y sólo he podido verlo por la tele…
Creo que no se puede decir con mayor precisión. Es que, el pobre hombre que tuviera una urgencia médica en esos tres días, lo ha tenido que pasar fatal para que estos líderes elegidos por sus ciudadanos pasearan libremente por la ciudad con maneras de bokassas de tres el cuarto. A mí no me fastidiaron gran cosa, salvo el coñazo del helicóptero sobre mi cabeza todo el rato, pero estoy con Fanjul en que todo el show fue bastante hortera y antiestético. En el caso de mi charla del Ateneo, se sumó también el recrudecimiento del Covid, con sus nuevas variantes derivadas de la Omicrón: B4 y B5, supercontagiosas, pero muy suaves, como cualquier resfriado. En esta situación, se pueden observar varias políticas. En España, ya no se cuentan los casos desde el 1 de abril (sólo los mayores de 60 que lo cantan). Y se sigue usando mascarilla en el transporte público, farmacias y centros médicos.
En París, me cuenta mi hijo Kike que ya han quitado la mascarilla obligatoria de todas partes, que él va en Metros abarrotados en medio de gente sin mascarilla. Sin embargo, allí no han dejado de contar los casos y se están registrando 80.000 contagios diarios (en toda Francia). Es decir, que está claro que en todas partes se ha optado ya por dejar libre al virus, para que se contagie todo el mundo y alcanzar así la llamada inmunidad de rebaño. Lo que intentó Boris Botejhonson durante la primera ola. Entonces era una auténtica barbaridad, por la gravedad de la enfermedad que producían las primeras variantes. Menos mal que el tipo se vio a las puertas de la UCI, le entró la cagalera y decidió sumarse a la política más prudente que aplicábamos todos los demás. Así que en España se mantiene la mascarilla para hacer una especie de paripé y que no les digan a los políticos que no están haciendo nada. Por cierto, el Botejhonson está otra vez en la cuerda floja, a cuenta de que parece que encabeza un gobierno de puteros.
El que lo hizo de puta madre fue Donald Trump. Ese sí que lo dejó todo atado y bien atado. Nombró a tres fachas para jueces del Supremo y ahora tiene que aguantarlos todo el mundo, porque son cargos vitalicios. A ver si se muere alguno o le pegan unos tiros como acostumbran por esos pagos. La proporción de fachas es ahora de seis a tres. Y ese ha sido exactamente el resultado que han cosechado sus tres últimas decisiones: permitir que la gente vaya armada por la calle sin un permiso oficial como hasta ahora, prohibir el aborto y quitarle todas las competencias a la comisión encargada de reducir la contaminación en el país. Una maravilla. Yo que tiendo a buscar la parte buena de las malas noticias (como Franco cuando se enteró de que habían matado a Carrero y dijo: no hay mal que por bien no venga), le veo a este sindiós una posible ventaja: la gente está tan alejada de esas líneas que ha marcado el Supremo, que puede que lo que consigan es cabrearles y que voten demócrata en las elecciones de mid-term de este próximo noviembre. Y veremos qué pasa en las de Brasil.
De momento, yo me propongo seguir dando tumbos. El siguiente fin de semana volveré a Ciudad Real, para una cena con mis colegas viajeros que han organizado para el 15. Y el siguiente me voy a Jerez de la Frontera a ver de nuevo a Samantha en el festival La Isla del Blues. En el verano de 2016, Samantha visitó Portland (Oregón) y dio allí unos conciertos que aún se recuerdan. Yo estaba por entonces de baja, recuperándome de mi fractura de húmero, e ignoraba que al verano siguiente, 2017, visitaría también Portland, con motivo del workshop de C-40. Samantha invitó al escenario al gordo Christone Kingfish Ingram, por entonces un desconocido de 18 añitos al que ella promocionaba, además del bluesman local TY Curtis.
Entre los tres se marcan una versión fastuosa del Kick around, que Sam acelera para dejar mayor margen a los punteos de sus dos colegas. Es el vídeo que les voy a dejar de cierre. Vemos aquí a Sam disfrutando de lo lindo y mandando en el escenario como le gusta: es ella la que reparte los turnos y anima a los otros dos a acercarse y a hacer tríos. Y es admirable la complicidad que muestran todos ellos, además de Chris Alexander que hace coros y GoGo Ray a los palos. Esto es rock and roll del bueno. Más o menos como lo que voy a ver yo en la plaza de toros de Cazorla en 48 horas. Sean felices en la medida de sus posibilidades. Ya les contaré.
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