martes, 30 de marzo de 2021

1.036. Need you more

Bien,  el sábado cambiaron la hora y ya estamos en el ritmo cochinero veraniego que tanto me gusta, con esas tardes interminables que van oscureciéndose desde mi terraza. A mí nunca me ha gustado esto de que cambien el horario, me parece una gilipollez, pensada más para explotar al personal que para procurarle un mayor bienestar. Además, el cambio afecta a los seres más sensibles, por ejemplo los ancianos, o los bebés, que se ponen irritables, y algunas mujeres especialmente proclives a sufrir por estas alteraciones. Yo tuve un gato que se pasaba varios días enfurruñado hasta que se acostumbraba al nuevo horario, y estoy seguro que a mi buganvilla (que, por cierto, va como un tiro) tampoco le gusta lo más mínimo. Yo dejaría el mismo horario todo el año y parece que los gobiernos europeos ya están en esa idea, lo que pasa es que no saben si quedarse con el de verano o con el de invierno. 

Desde luego que para mí es mucho mejor el de verano, o lo era cuando era funcionario activo: no tenía el menor problema en atravesar la ciudad de noche por las mañanas; lo que me molestaba era salir algunos días del curre a las seis y que ya estuviera oscuro. Los que quieren imponer el horario de invierno, pretenden que nuestras tardes se acaben pronto para que nos entre la murria de la oscuridad y no salgamos tanto a la calle, que es precisamente lo que me gusta a mí. En muchos países de Europa, a las cuatro ya es de noche y por eso son tan siesos, aunque luego, cuando vienen a España se desmadran. Por mí, que dejen el horario de verano o, si no, el de invierno, pero que acaben con estos cambios. Total, yo no uso ya el despertador.

Eso no quiere decir que me dedique a vaguear. Ya les conté que el viernes a las 10.00 había quedado con un grupo de chavales en Príncipe Pío, al pie de la gran bandera europea, para dirigir una visita guiada de tres horas por el Madrid Río. Llegué, como suele ser habitual, el primero, salí del Metro y me dirigí al punto de cita. Pero no se podía pasar, porque había como seis ambulancias del Samur y otras tantas lecheras de la pasma rodeando un autobús estacionado en la parada. La bandera me quedaba al otro lado. Pregunté a un poli qué tenía que hacer para llegar y me dijo que diera toda la vuelta a la glorieta. Me quedé por allí remoloneando. En ese momento vi como sacaban a una mujer joven del bus, en una camilla medicalizada, toda envuelta en esas mantas plateadas y doradas que le ponen a los heridos para que no se enfríen. Me dirigí a un policía municipal y le pregunté si me permitía pasar bordeando el exterior del mogollón por el centro de la glorieta, para no dar toda la vuelta. Me dijo que vale, pero que fuera muy despacio y, si alguien me decía algo, obedeciera las órdenes.

Al otro lado había un grupo de indigentes, la mayoría extranjeros, bastante jóvenes. Otras veces que he quedado en ese sitio por la mañana ya he advertido la presencia de vagabundos en el lugar, pero no sabía a qué se debía. Mientras esperaba a los chavales, me infiltré entre los sin techo y les pregunté qué había pasado. Y me enteré de que, desde que desplazaron el albergue municipal para indigentes al PAU de Carabanchel, allá por el final de la ciudad, se estableció un servicio de bus gratuito que los trae cada mañana al centro urbano y los deja en Príncipe Pío. En ese bus y casi llegando a término, se había producido un apuñalamiento. Un chino había apuñalado tres veces en el pecho a una checa. El conductor del bus había llamado al 091 antes de aparcar. Parece ser que el bus les deja en Príncipe Pío cada día y desde allí se distribuyen por los semáforos o lugares de mendicidad que tienen asignados. Ese día no se podían ir todavía porque les estaban tomando declaración, lo que los tenía fastidiados, además de un poco sobrecogidos por lo que acababan de ver.

Una rumana dijo que seguramente la chica checa había muerto, a lo que un polaco arguyó que a los muertos no se los llevan enseguida, hay que esperar a que venga el juez. Esta gente apaleada por la vida que son los desterrados del progreso, parecen ya curados de espanto, de tanto como han visto. Leí en la prensa luego que el chino tiene 30 años y un montón de antecedentes violentos. La chica checa tiene 49 y fue ingresada en un hospital en estado grave. No se conocían de nada. Sus compañeros aventuraban que el tipo lo había hecho adrede, para que lo metieran en la cárcel, porque estaba amenazado de expulsión del albergue por su comportamiento violento. Si es cierto, pienso que podría haberse apuñalado a sí mismo y no joderle la vida a nadie.

Esta historia me trae a la cabeza dos reflexiones. El chino debe de ser un pieza de cuidado, porque la comunidad china de Madrid cuida de sus miembros y los arropa. Es muy raro que un chino joven tenga que ir a dormir a un albergue municipal. La otra es que suele decirse que los chinos son gente normalmente tranquila, que aguantan siempre las situaciones difíciles con mucha paciencia, hasta que llegan al límite. Pero que, el día que eso sucede, van con todo. Recuerdo un relato de Dashiel Hammet en el que el detective protagonista deduce que quien ha matado al tipo cuyo cuerpo aparece al principio es un chino, por el hecho de que había descargado completamente su revólver. Los chinos no disparan nunca pero, si llegan a hacerlo, descargan el revólver entero. También la novela El chino (Henning Mankell 2007) narra la investigación de un crimen en Finlandia en la que la policía llega a la misma conclusión a la vista de la brutalidad de las heridas del cuerpo, orientando sus pesquisas a la comunidad china.

Por lo demás, en mi visita al parque comprobé lo que ha cambiado el río con la política de renaturalización que empezó la señora Carmena y que el equipo actual mantiene (se decidió en Pleno por unanimidad, desde Más Madrid hasta Vox). Todas las presas intermedias están abiertas, el río corre libre, han aparecido numerosas islas intermedias y en ellas brota la vida, incluyendo toda clase de patos y peces y unos árboles espontáneos que están alcanzando alturas que superan la de los que se plantaron encima de los túneles. Merece la pena visitarlo. Los chicos se lo pasaron muy bien conmigo (mayoría de chicas, of course) y acabamos en la terraza del Matadero con unas cervezas. Allí pudimos comprobar que coincidíamos en nuestras preferencias políticas y que todos vamos a votar lo mismo, o eso al menos me dijeron. No hice ninguna foto del río renaturalizado, pero he encontrado un vídeo que les pido que vean para que capten el tema en todo su esplendor.

Si consideramos la visita a Madrid Río como mi sarao número 7 de este año, les diré que esta mañana he cumplido con el número 8, tal vez el de más compromiso hasta ahora. Mi amiga Eva Gil, profesora en un curso de arquitectura de la Escuela de Lausanne, me invitaba a conectarme a la una para una clase de una hora sobre la historia de Madrid y su relación con el agua. Es la misma que di hace poco en formato presencial en la ETSAM, pero era la primera vez que la contaba en inglés. Además, normalmente, esa charla termina de manera natural en Madrid Río, mientras que en este caso debía céntrarme en el Distrito Centro, puesto que el objeto del curso es una actuación sobre un edificio cercano a Sol. Total, que me he pasado el fin de semana preparando esta clase y al final ha salido aceptablemente. Como una demostración viviente del principio de Peter, a poco de empezar mi charla ha empezado a sonar insistentemente el timbre de mi casa, al que nunca llama nadie. Era el portero con un curreta que estaba instalando videoporteros en las casas. He tenido que interrumpir mi parlamento en inglés para decir a voces CARLOS, ABRE TÚ CON TU LLAVE Y ENTRA. Y POR FAVOR, NO HABLÉIS ALTO. A pesar de la distracción, he salido del apuro con dignidad. Como suele decirse, son los inconvenientes del directo.

Como ven, estoy ocupadísimo, porque además sigo revisando proyectos de Reinventing para mi jefa y saliendo por ahí moderadamente, aprovechando el oasis de la señora Ayuso, antes de que pierda las elecciones (ojalá), llegue el comunismo y nos vuelvan a encerrar a todos para que no nos sigamos contagiando. Y también continúo progresando con la guitarra, como van a comprobar en el vídeo que les pongo abajo, con mis nuevos adminículos recién comprados. Todavía no he llamado a ninguno de los profesores de guitarra que me sugirió mi amigo Guitar Man Juanmi, es algo que dejaré para la vuelta de la Semana Santa. Con quien sí he conectado es con el bueno de Ed, el mejor profesor de inglés de Madrid, con quien empezaré en una semana. Respecto a la guitarra, para mí cantar una canción compuesta por Samantha Fish, aunque sea más de la vena country, es como cerrar un círculo temático. La canción se llama Need you more. Vean, vean, cómo me las apaño. Pantalla grande, porfa.

Samantha Fish cerró el otro día su gira texana en Houston con notable éxito. Su programa para abril incluye nada menos que 18 conciertos por todo Estados Unidos, los seis primeros con Tab Benoit. A este ritmo es posible hasta que recupere su figura de antes de la pandemia. Ahora es una gordita feliz, que se mantiene ágil y conserva su espectacular toque de guitarra y su forma especial de cantar, arropada sólo por los dos negros de su trío con los que está cada vez más compenetrada. Vean un par de fotos de hace unas semanas.  



La siguiente corresponde al concierto de Houston. Yo creo que ya ha empezado a adelgazar con tanto trajín.


Joder, y ahora leo en la prensa que a los de 70 nos dejan para el final en la vacunación, que después de los de 80 van a empezar por los más jóvenes. La generación sándwich, nos llaman. Para empezar, sándwich será su puta madre, hombre, que ya le cabrean a uno. Si hay un orden, se sigue y punto. Vale, ya está dicho. De todas formas, los septuagenarios tenemos una cantidad de entretenimientos muy amplia, entre ellos por supuesto el rock y el blues. Esta es una música que alumbró nuestra generación y sigue vigente. Lo único es que nos hemos hecho mayores. Pero conservamos la misma marcha que entonces.

Les voy a poner un vídeo que lo demuestra. Esta es una pareja americana que se han abierto un canal de Youtube y todo. Tocan en su casa, con una guitarra y una percusión formada por una tabla de lavar y unas escobillas de las del wáter. Su aspecto es como el de cualquier vecindonga de las que salen en bata al rellano de cualquier bloque de Usera o Villaverde. Pero, así sin darse más importancia, se marcan una fabulosa versión del Walking Blues de Robert Johnson. Ya saben: me levanto por la mañana y me pongo a buscar mis zapatos, tengo que encontrarlos, si no, no podré practicar el walking blues. Disfruten de ello.

Vaya, son bastante mejores que yo, a mí aun me falta mucho para poder montarme un canal de Youtube. De momento ya tengo bastante con el blog y lo demás. A la espera de llegar a la vacunación, desde mi casa contemplo el mundo y me sorprendo de asuntos como el del buque varado en pleno canal de Suez, por fin felizmente desatascado. Ya se ha escrito todo respecto a este asunto y no merece mucho la pena insistir. El accidente les ha revelado a algunos el absurdo del montaje comercial del mundo globalizado, que nos permite entrar en una Web, comprar cualquier cosa (yo, por ejemplo, mi rodillera aerodinámica) y que nos la traigan desde China en pocos días. Pues no sé cómo pensaban que venían esas compras, ¿por arte de magia? Otros se hacen cruces con la fragilidad del mundo en que vivimos. Yo descubrí esa fragilidad el día del 11S, hace casi veinte años ya, y he aprendido a convivir con ella, disfrutando de cada día en el que no pase una putada cósmica. En vez de estas interpretaciones tremendistas y autocompasivas, yo prefiero los memes humorísticos, como este que sugería una solución vasca al problema del barco.


De todas formas, yo tuve claro desde el primer día que lo de la tormenta de arena era un cuento chino. En Egipto las tormentas de arena son continuas y estos mastodontes deben de tener instrumentos de navegación que permiten avanzar sin visibilidad. La cosa parece apuntar a un fallo humano, un técnico que se queda dormido o está borracho. Por el Canal de Suez los barcos pasan despacio y en hilera. Y el trayecto es perfectamente recto. No como el que te ponen para hacer el psicotécnico para renovar el carné de conducir. Ahí tienes que llevar dos barcos a la vez por unos canales que cambian todo el rato de forma. Primero te dejan hacer un intento de prueba. Después ya viene el de verdad. Yo toqué en los lados apenas dos o tres veces. Y le dije al chico que, si me dejaba hacer un tercer intento, era capaz de hacerlo sin ningún fallo. Me contestó que no era necesario, que ya había superado con mucho la media.

Vamos acabando. Ya sé lo que están esperando: la versión de Sam de la canción que yo les he regalado, para comparar. Les dejo de propina un vídeo en el que la canta, en el que pueden ver cómo esta mujer camaleónica es capaz de portarse como una señora: quedarse sentadita, no dar todo el rato voces diciendo ¡EH! ni hacer gestos exagerados. Y al final sonreír educadamente, como si le sorprendieran los aplausos que recibe. Pero esa contención no le quita pasión a su interpretación. Que pasen una estupenda Semana Santa.

viernes, 26 de marzo de 2021

1.035. Por qué no voy a votar a Iglesias

Lo voy a explicar de una vez, a ver si algunos amigos y conocidos dejan de enviarme mensajes hablando de la generosidad de este señor al dejar su puesto de vicepresidente segundo para bajar a la arena y luchar a húmero partido contra las fuerzas del fascismo rampante. Es que lo tengo clarísimo. Lo tengo tan claro que no voy a votar a este caballero con coleta, como que tampoco voy a votar a la señora Ayuso, a quien mi amigo Mariano ha bautizado como La Cenacha. Pero en el caso de esta dama, no tengo que dar ninguna explicación, tendría que estar todo el rato diciendo valga la redundancia y cosas por el estilo, porque es de una obviedad aplastante. Por mí se podían ir ambos a la mierda; se podrían citar en la calle, decir eso de nos vemos abajo en cinco minutos. Y que arreglen sus diferencias a hostias, pero nos dejen en paz a los demás. 

El señor Iglesias tiene a su alrededor una cohorte de corifeos que, cada vez que se tira un pedo, proclaman a los cuatro vientos que huele a agua de rosas con sándalo. El otro día ya expliqué por qué no me había gustado el último paso dado por este señor. Y he de confesar que al principio me sentí inclinado a su favor: su discurso era que la izquierda estaba muy disgregada y así no iba a ser posible derrotar a la señora Ayuso. A renglón seguido tendía la mano a Errejón para ir en una candidatura conjunta. Muy bien, pensé, este señor ha aprendido por fin, ha hecho autocrítica y ha visto la forma correcta de actuar, más vale tarde que nunca. Pero enseguida vino el jarro de agua fría de la negativa de Más Madrid a ir con él de la mano. Lo que venía a revelar que no lo había consultado previamente con ellos. Así que MAAAAL. Está claro que este señor no tiene por costumbre hacer autocrítica, ni ha aprendido nada.

Ya les dije que, para hacer eso bien, tenía que haber llamado por teléfono a Errejón, quedar con él a tomar unas cañas, o en su defecto cocinarle unas empanadillas, forzarle a un abrazo fraterno, sellar ese acuerdo en un papel firmado por los dos y, sólo entonces, anunciarlo en la prensa. Así es como se hacen las cosas en el mundo civilizado y en el siglo XXI: de forma negociada y colaborativa. Así es como la señora Merkel enhebra cada vez la Grossen Koalition con el SPD, por ejemplo. Lo otro es muy burdo, es hacer un envite y esperar a ver cómo responde el contrario. Y además, todas las veces le sale mal, porque cualquier contrario con dos dedos de frente se mosquea y dice que no. Ya dije que esta es la forma en que planteó su órdago después de las elecciones de julio de 2019. Sin haber hablado previamente con Sánchez, filtró a la prensa sus condiciones para apoyar una coalición, entre ellas, que él sería el vicepresidente. Y Sánchez no lo aceptó, convocó nuevas elecciones y dijo a la prensa que la posibilidad de tener a Iglesias en el gobierno le producía insomnio profundo y otra serie de dolencias.

Lo que pasa es que de esas segundas elecciones salieron ambos trasquilados y eso forzó a Sánchez a promover el famoso abrazo y proclamar que ya no le olía mal la coleta ni su presencia le producía insomnio. Así fueron las cosas y parece que a más de uno se le han olvidado. Recuerden el genial chiste de El Roto que, bajo la imagen de ambos, decía algo así: parecía que se estaban abrazando, pero en realidad se aguantaban el uno al otro para no caerse. Así que este señor de luenga coleta, con su último movimiento y la mano tendida a Errejón, ha reproducido fielmente lo que hizo en julio de 2019 tendiéndole la mano entonces a Sánchez. Y con el mismo resultado: agua. Pero sus corifeos dijeron entonces: qué jugada más brillante, oyes, qué fino estratega; él se adelanta, hace su órdago y le pone al otro en un brete, porque si no acepta el reto queda de malo de la película. Ya ven lo que le importaba a Sánchez entonces quedar de malo, o a Errejón ahora.

Pero es que Iglesias fue el principal culpable de que la señora Carmena no revalidase su mandato y eso no se lo voy a perdonar nunca. Sus corifeos suelen hablar de este tema en clave de reparto de responsabilidades: lo que es lamentable es la división de la izquierda, es que lo que pasó fue nefasto y las dos partes tuvieron su parte de culpa. NIEGO LA MAYOR. En cualquier pelea, se suele decir eso, seguido del refrán de que dos no se pegan si uno no quiere. Pero yo nunca he sido de esa opinión: para mí, en cualquier pelea, tiene más delito el que la empieza. Lo tengo bien claro. Por cierto: otra que dicen los corifeos de Iglesias: es que lo del acuerdo Errejón-Carmena se hizo por detrás, a traición, y eso no se hace. Mi respuesta: ¡y una mierda! Ya he dicho que pienso que, no sólo no es una traición, sino que así es como se hacen las cosas en política. Se habla, se negocia, se sella un acuerdo y sólo entonces se anuncia públicamente. Así es como lo han hecho, por ejemplo Ciudadanos y PSOE en Murcia, otra cosa es que les haya salido mal.

Creo que voy a tener que contar otra vez como fue esto de Carmena, aunque hice una crónica fiel, prácticamente en directo, día a día, porque estaba en Más Madrid, di dinero para su campaña, iba a sus mítines y me puse su pancarta con el rostro de ambos en el peto de la terraza. Les recuerdo también que en el congreso de C40 en Oslo un mes antes de las elecciones, al CEO de C40, Mark Watts, que había bebido más de la cuenta, se le escapó una confidencia a la delegación de Madrid: la señora Carmena encabezaba las quinielas para ser la nueva presidenta del grupo, sucediendo a la señora Hidalgo. La propia señora Hidalgo era quien la patrocinaba como su sucesora. Sólo faltaba que fuera reelegida. Si eso llega a suceder, mi papel en el Ayuntamiento se hubiera revalorizado un montón, hasta el punto de que podría haber optado a un puesto de confianza, uno de esos en los que no te cesan al cumplir 70. El cuento de la lechera. Por eso le tengo tanta manía al señor de la coleta. Me olvidaría de ello, si le viera rectificar y cambiar de rutina, pero no lo veo por ninguna parte. En fin, como he dicho, lo voy a tener que contar de nuevo.

Todo esto empezó con la ocupación de la Puerta del Sol por el movimiento de los indignados del 15M. A mí ese movimiento me cayó simpático desde el principio, y no es que lo diga ahora, sino que me acercaba por allí con mucha frecuencia, ya saben que vivo cerca y me resultaba un lugar grato para pasar un rato y hablar con algunos de los acampados. Además, fue un tipo de ocupación de vía pública que se hizo por primera vez en Madrid, y luego se extendió por todo el mundo (recuerden el Occupy Wall Street, o su reflejo en las primaveras árabes). El movimiento de los indignados puso a Madrid en el mapa, a la vanguardia de las ciudades del mundo. Pero se acabó el tema, se levantó el campamento y yo no continué en contacto con la gente del movimiento. Tenía por entonces otras inquietudes, me estaba tratando de reconstruir en el trabajo, empecé este blog. Y la verdad es que no me enteré de que se creaba un partido a partir de aquella antorcha, y que se bautizaba como Podemos, un nombre que me parece horroroso y que se presta a toda la serie de retruécanos chuscos que ya les he traído al blog y no voy a repetir.

Así que, cuando las elecciones europeas de mayo de 2014, me pilló por sorpresa la irrupción de Podemos con más de un 7% de los votos y cinco parlamentarios europeos. Algunos compañeros del curre llegaron ese día eufóricos, al grito de ¡Ya hemos podido! A mí me pilló en la inopia, como digo. Y llegan entonces las elecciones municipales de mayo de 2015. Les recuerdo que por entonces, estaba yo harto del trabajo municipal, después de tres años de gobierno de Mrs. Bottle y estaba considerando seriamente la posibilidad de jubilarme a los 65, para lo que ya tenía los papeles preparados. Entonces ganó Carmena, una sorpresa enorme para mí, una alegría de echar por fin al PP después de 26 años de gobierno y la dicha de que por primera vez en mi vida, alguien a quien yo había votado ganaba unas elecciones. Se celebró debidamente en el blog y yo rompí los papeles de la jubilación, con la vaga intuición de que la nueva época prometía ser divertida.

No imaginaba entonces que lo sería tanto. Ya saben que entre unos cuantos organizamos una Dirección General de Planificación Estratégica, algo que no había tenido nunca el Ayuntamiento de Madrid, nos conectamos a C40, Metrópolis y otras redes de ciudades y construimos algo tan sólido que el nuevo gobierno de la derecha lo mantiene e incluso lo ha reforzado. Pero volvamos al momento previo a las elecciones de 2019. Iglesias había machacado a Errejón en el Congreso de Podemos en Vista Alegre. Y Errejón aceptó su derrota con espíritu deportivo y siguió trabajando para el partido. Entonces Iglesias lo propuso como candidato a la Comunidad. Sus corifeos alabaron de nuevo su generosidad, oyes, un tipo que había osado poner en cuestión su liderazgo y, no sólo no lo echa del partido a patadas, sino que lo propone como candidato a Madrid. A mí que me perdonen, pero de nuevo NIEGO LA MAYOR. Poner a Errejón en Madrid era una forma de quitárselo de en medio. Recuerden cuando Verstrynge, que era el secretario general de Alianza Popular, propuso que Fraga fuera el candidato a la Alcaldía de Madrid. Por cierto, otro ejemplo de esa forma de actuar equivocada, casposa y antigua: no se lo había dicho a Fraga, lo dijo directamente a la prensa. Y el líder reaccionó desterrándolo a las tinieblas del infierno político, de donde nunca volvió a salir, a pesar de pasarse años llamando a la puerta del PSOE, donde le daban siempre con la puerta en las narices.

Vale, ya tenemos a Errejón de candidato. En el Ayuntamiento estaba claro que Carmena era la candidata, ella había tenido sus dudas pero ya estaba decidida y tenía unas perspectivas de ganar muy sólidas. Y qué fue lo que pasó. Pues me sorprende mucho que se les haya olvidado, lo conté en el blog con pelos y señales. Iglesias impuso como líder de Podemos-Madrid al General-De-Mierda (por cierto, que habrá sido de ese sujeto que siempre parecía a medio descongelar). Y la señora Carmena inició con él, lógicamente, la confección de las listas electorales. Era una negociación que iba bien. Carmena sería la número 1 y había aceptado ya que el General-De-Mierda figurara en el número 2. Después, se iría rellenando la lista con nombres contrapeados, como se suelen poner los ladrillos. Pero en una de esas, nos desayunamos un día con una lista provisional en toda la prensa, en la que el General-De-Mierda aparecía seguido de una serie de nombres de la ejecutiva y otros buscados por ahí con una linterna como hacía Diógenes, mientras que todo el equipo de Carmena salía al final de la lista, en los puestos que no pillan escaño. Allí abajo estaban Rita Maestre, José Manuel Calvo, Marta Higuera y otros tres. Resultado: ese mismo día los seis concejales indicados pidieron la baja en Podemos.

Ahora les pregunto: ¿creen ustedes que el General-De-Mierda tenía el suficiente poder, empaque y personalidad como para hacer esa jugada por iniciativa propia, por su cuenta y riesgo? La respuesta es facilita, no me digan… No, señor. Detrás de esa jugada estaba Iglesias, lleva su marchamo. A partir de ahí, salió una lista alternativa de la izquierda liderada por Sánchez Mato, con Romy Arce y demás críticos que le habían estado dando el coñazo a Carmena toda la legislatura, hasta que los marginó. Y, en cuanto a la Comunidad, Iglesias le estaba haciendo la lista a Errejón y no le dejaba meter baza e incluir a nadie de su confianza. Y eso fue lo que propició el pacto de las empanadillas. Lo demás, ya lo saben. El día de cierre de las elecciones, todos los líderes nacionales cerraron sus campañas con un acto fastuoso en Madrid. Todos, menos Iglesias, que se fue a Tenerife y encima en el aeropuerto habló brevemente para la prensa, apoyando a Sánchez Mato.

El resultado: a Carmena le faltaron 100.000 votos. 40.000 de ellos se los llevó Sánchez Mato. 40.000 directamente a la basura. El resto del fiasco cabe atribuirlo a partes iguales a la debilidad del PSOE (la ocurrencia Pepu) y a la abstención de los distritos del sur, hartos de no ver una sola obra en sus calles, mientras se promocionaba la reforma de la Gran Vía y la Plaza de España. Todas en el centro. Así que, aquí no hay responsabilidad compartida entre las dos partes. Aquí hay una parte que la cagó y arrastró a la otra a la derrota. Eso es lo que yo pienso: que Iglesias ha cometido el mismo error tres veces: con Sánchez, con Carmena y ahora de nuevo con Errejón. Yo sigo en contacto con Más Madrid, tengo muchos amigos allí y, cuando les cuento mi versión del asunto, es decir, esto que acabo de escribir, todos me dicen: es que lo clavas, tío, eso es exactamente lo que sucedió. Y, desde luego, es mi primera opción de voto. A menos que alguien me convenza de que el voto al sieso Gabilondo es más útil para echar a La Cenacha. Pero veo difícil que nadie me convenza de eso.

Pero queda algo por añadir. ¿Por qué actúa Iglesias de esta forma? Estamos en el siglo XXI, todos los políticos del mundo han descubierto el poder de la negociación, de los consensos y del trabajo colaborativo. Esa forma de actuar mediante órdagos a ver que hace el otro, es antigua, es casposa, es medieval. Y yo tengo una interpretación. Mía personal y exclusiva, esta no la tienen que compartir. Yo creo que este señor está abducido por la serie Juego de Tronos. Recuerden que le regaló una caja con todas las temporadas al rey Felipe la primera vez que le tocó saludarlo. A mí me pareció entonces un detalle simpático. El problema es que este señor se ha creído que esa forma de actuar mola. Porque además, todos los corifeos se la alaban, nadie le dice Pablo la estás cagando. Y alguno que se lo ha dicho, como Espinar, ha salido tarifando. Yo no he visto la serie de marras, sólo capítulos sueltos y me resulta de una crueldad insufrible, todo el rato están con torturas, asesinatos y cortes de cabeza. Es una historia imaginaria que magnifica la versión más horrenda de la Edad Media. Hay que ser un enfermo mental para tomártela como guía política.

Muy bien, ya he dicho todo lo que tenía que decir de las elecciones. Ahora déjenme en paz con mis cosas y no me vuelvan a hablar del tema. Joder, con esta mierda no me queda casi margen para contarles que ya me han pagado mi primera pensión, que esta mañana me he recorrido todo Madrid Río con un grupo de once chavales (los ocho del máster, un amigo mío y dos novios de dos de las chicas), excursión que hemos iniciado a las 10.00 en Príncipe Pío (mientras apuñalaban allí mismo a una indigente en un bus) y hemos terminado en el Matadero a las 13.30 con un doble de cerveza de presión que nos ha sabido a gloria. Que el Dépor se juega este domingo la posibilidad de entrar en el Play Off. Que Bryan Gil, el chico del olfato de gol que les descubrí antes que nadie, debutó ayer con la Selección Nacional y todos los cronistas coinciden en que fue el mejor. Que Samantha Fish inició ayer su gira por el estado de Texas con dos conciertos en San Antonio, esta noche toca en Fort Worth, mañana en Austin y pasado mañana domingo da dos conciertos más en Houston, donde ha concedido una entrevista al Houston Press en la que habla por primera vez del disco que va a publicar. Les muestro aquí una valla publicitaria típicamente americana donde se anuncia el concierto en el Billy Bob's de Fort Worth. 

Dice Sam que el disco que acaba de grabar vira un poco a pop, aunque ella siempre llevará el blues en su alma. Y añade: –uno de mis guitarristas favoritos es Keith Richards y los Stones hacían pop ¿no? En fin, ella tiene que seguir evolucionando y se ha ganado el derecho a hacer lo que le dé la gana. Y yo le deseo toda la suerte del mundo con ese disco. Por cierto, han visto que dentro de unos días actuará en el mismo lugar Hank Williams jr. Se trata del hijo del mítico Hank Williams. ¿Cómo dicen? ¿Que no saben quién es Hank Williams? Desde luego, es que a ustedes no se les queda nada de lo que yo les voy contando. Les he tenido que repetir la historia de los tres errores de Iglesias, que ya se les había olvidado. Y anda que no les he puesto veces el fabuloso tema Lovesick Blues, el Blues del Enfermo de Amor. Vale, se lo pongo otra vez. Sean felices y cuídense, que viene un fin de semana primaveral. Con decirles que yo me he quemado el cartón después de toda la mañana en Madrid Río... Me he tenido que dar aftersun y todo. Hala, con Dios.

martes, 23 de marzo de 2021

1.034. El portal del jubilado y otras miserias

Bueno, no me gusta quejarme, como saben, pero es que, con esto de la pandemia, el ciudadano de a pie ya no tiene forma de dirigirse a la administración y que le atienda una persona de carne y hueso. Tiene uno que enfrentarse a una máquina de esas que te dicen que pulses almohadilla y otras incorrecciones sintácticas. Es este un universo bastante demencial, que recuerda las peores pesadillas de Philip K. Dick, y trae aromas de los sufrimientos y desvelos de Joseph K, el inolvidable personaje central de El Proceso de Kafka. Las máquinas que te atienden son eso: máquinas y no les puedes mirar a los ojos, ni te dejan enrollarte en explicaciones, porque en una de esas te bloquean y tienes que salirte y volver a entrar. Fíjense si son tontas estas máquinas que suceden cosas como la siguiente. Yo me despierto de la siesta, veo que tengo una llamada no contestada de mi amigo Mariano de hace unos diez minutos, doy un tic en una pestañita que dice devolver llamada, y me contesta un loro automático que dice: el número que usted ha marcado no existe.  

Una ventaja sí tienen las máquinas: las puedes insultar impunemente, te puedes cagar en su padre y más en su madre, que no les hace mella ni las desanima. Yo, cuando me pasó eso del número de Mariano, me desahogué a gusto: cómo que el número no existe, gilipollas, los que no existen son tus muertos ni la puta madre que te trujo, mira que te doy medio soplamocos asín del revés que te mando p’alla pa’ la Puerta Toledo, payaso… No me salió la vena gallega y no le dije eso de cajo na cona que che botou. Es curioso eso de utilizar el adjetivo payaso cuando uno se ve poseído por la ira. Si ven ustedes una riña callejera, mientras no se use la palabra payaso no hay peligro de que se peguen. En el Diccionario de la RAE no se describe ninguna acepción de payaso en ese sentido. Hay que recurrir al Gran Libro de los Insultos (Pancracio Celdrán 2008), para encontrar la explicación: dícese de la persona que irrita por no tomarse en serio un asunto. Y precisa: en España, hoy, tildar a alguien de payaso, cuando no se inscribe en un ámbito familiar o de amistad, puede ser un insulto grave.

Volvamos a lo nuestro. Si tú quieres por ejemplo obtener una información o hacer una consulta en el Ayuntamiento, en todas las oficinas de Línea Madrid tienes un cancerbero en la entrada que te informa de que sólo se atiende con cita previa. Te vuelves a casa, intentas pedir esa cita previa y, suponiendo que no te atasques en el procedimiento, te la dan para dentro de unos meses. La pandemia ha pillado a las administraciones en bragas, con unos sistemas informáticos que no están suficientemente chequeados y comprobados y eso está generando una bolsa de gente que se encuentra frente a un muro como el de Berlín y está sufriendo graves retrasos en temas básicos.

Yo no soy un ignorante informático, llevo lustros sacando billetes de avión o entradas para el cine por Internet, además de todas las gestiones bancarias. Pero no he conseguido entrar en el Portal del Jubilado (anda que menudo nombrecito). Lo que yo quiero de ese portal no es urgente ni vital, pero todos los procedimientos que he intentado hasta ahora, me llevan a una pantalla que dice que la página que busco no existe. ¿Será que la ha suprimido Almeida? ¿Tal vez es una imposición de Vox en los pactos de la ciudad? Como no sé si me creen, he hecho lo que se llama un pantallazo de esa imagen para mostrársela. Ya ven que no les engaño.  

En ese contexto, resulta que yo me he jubilado, como saben, y ya no voy a seguir cobrando mi nómina del Ayuntamiento por lo que tengo que gestionar que me paguen la correspondiente pensión. Para ello, los de Personal me mandaron hace bastante tiempo un correo con instrucciones precisas. Tenía que imprimir un documento que me mandaban, rellenarlo y presentarlo en una oficina de la Seguridad Social, en compañía del Libro de Familia y otra serie de documentos. Mi compañero M.M. que se jubiló como tres meses antes que yo, iba por delante y yo le llamé para preguntarle. Me contó que, después de jubilarse, rellenó el impreso, reunió todos los documentos y, entonces, intentó pedir la cita. Respuesta de la máquina: de momento no se dan citas en Madrid. Le daban la posibilidad de ampliar el ámbito geográfico de búsqueda. M.M. lo hizo y consiguió una cita en Úbeda (Jaén). Y pensó: qué bien, así me hago un viajecito y le doy un vistazo al excelente barroco de la ciudad. Ya tenía buscado un hotelito y todo pero, la noche antes, se desveló, se le ocurrió entrar en la página a las 4 de la mañana y consiguió una cita más cercana, en Piedralaves, Sierra de Gredos. Acudió puntual, entregó los papeles y se volvió a Madrid tan contento.

Con ese antecedente, pensé que el fallo de M.M. era haber esperado a tener todos los papeles para pedir la cita. Así que intenté pedirla con meses de antelación, pero la respuesta era la misma: no hay citas en Madrid hasta nuevo aviso. Entonces di con el enteradillo de siempre, que me dijo que el tema se podía resolver telemáticamente, desde casa, siempre que tuviera firma electrónica. No la tenía, pero la pedí y la conseguí con relativa facilidad, como ya conté en el blog. Y el enteradillo me contó también que eso que decía el Ayuntamiento que tenía que entregar a la Seguridad Social era un procedimiento anticuado, que ya no les hace falta porque en el Estado ya tienen toda la información sobre ti y basta con que entres en la aplicación correspondiente para solicitar la pensión, cuya cuantía te calcula un algoritmo y te empiezan a pagar enseguida. Antes que yo, se jubilaba una compañera, allá por Navidad. Esta señora siguió el consejo del enteradillo y le funcionó. Lo único es que eso sólo se podía hacer una vez jubilado, no antes.

Así que, unos días después del evento, cuando se terminó el ruido de los fastos, los homenajes y las emociones desatadas, abrí la aplicación correspondiente con mi certificado que acredita que tengo firma electrónica. Se me abrió una página con mis datos, efectivamente tienen toda la información. Pero esa información puede tener errores, por lo que te dan la opción de corregir lo que veas incorrecto. Muy bien. Decía que no había hecho el servicio militar. Mentira, sí lo hice, año y medio en Infantería de Marina. Lo corregí y continué. Más abajo decía que era soltero. Mentira, casado y separado. Sin hijos. Mentira, dos hijos ya mayorcitos. Entonces me pidió los datos de ambos, así como los de su madre: nombres, apellidos, fechas de nacimiento y DNI de todos. Una vez que había corregido todos los datos equivocados, le di a continuar.

Y aquí se me abrió una pantalla nueva, que decía que, para poder disfrutar del complemento de paternidad en mi pensión, tenía que aportar una serie de documentos: Libro de Familia, patatín y patatán y, sobre todo, un escrito de la madre de las criaturas mostrando su conformidad con que cobre yo ese complemento, y no ella. Y una advertencia en mayúsculas: hasta que no aporte usted la documentación requerida, el procedimiento queda interrumpido. Llamé por teléfono a la aludida, quien me confirmó que ella está ya cobrando ese complemento de maternidad. Que creía vagamente que eso era sólo para las madres pero que, si yo averiguaba lo contrario, podíamos poner cada uno a un hijo. De todas maneras, el complemento por hijo son 27€ al mes, que tiene cojones.

En la maldita aplicación, hay una pestaña de ayuda para cualquier problema que te surja. Yo conté lo que me pasaba. Que en ningún momento había pedido ese complemento, entre otras cosas porque desconocía su existencia. Pero que no podía seguir con la tramitación de mi pensión hasta que aportara los documentos que me pedían, por lo que les pedía información al respecto. Me contestaron con relativa rapidez, un par de días, e imaginé detrás de dicha carta la pluma de una mujer, que habría disfrutado como una enana con un balón gigante diciéndome lo que me decía: que ese complemento es preferente para la madre, como medio de lucha contra la brecha de género. Que, aun en el improbable caso de que yo consiguiera un escrito de la susodicha autorizándome a cobrarla en su lugar, sólo tendría derecho a ella si cumplía una serie de requisitos, entre ellos haber disfrutado de bajas de paternidad con motivo de los nacimientos, tener alguna incapacidad severa y no sé qué más cosas.

Ya estaba claro el fondo del tema. Pero en la pantalla de la aplicación seguía diciendo que el procedimiento estaba interrumpido hasta que yo aportara la autorización requerida, el Libro de Familia y dos documentos más. Así que volví a recurrir a la página de ayuda. Ya me empecé a poner un poco borde. Les vine a decir que, para pagarme la pensión, me estaban pidiendo unos documentos que apoyaran una petición que yo nunca había hecho (yo sólo di los datos de mis hijos a título informativo, para que tuvieran bien la información sobre mí) y a la que tampoco tenía derecho, según me acababan de aclarar ellos mismos. ¿Qué debía hacer?

También me contestaron rápido, pero esta vez no fue una doña, sino un algoritmo o similar. Aparte de una retahíla de normativas que me eran de aplicación, me recomendaba que renunciara a la tramitación iniciada. Con el diccionario de la RAE (que no el de Insultos que me hubiera gustado utilizar aquí) yo sólo había iniciado una tramitación: la de pedir mi pensión. Pero aquí empecé a ser consciente de que estaba peleando con una máquina y las máquinas son muy tontas: su mentalidad es binaria, se compone de unos y ceros. Así que me hice el loco. Yo nunca había pedido el complemento de paternidad, pero podía interpretar que la recomendación de la máquina se refería a ese trámite nunca iniciado. Así que redacté en Word un escrito que les voy a citar textualmente, porque lo tengo guardado.

Estimados señores: por la presente declaro que renuncio a la aplicación del beneficio por cuidado de mis hijos. Yo no he solicitado en ningún momento ese beneficio; me limité a indicar que tengo dos hijos (que es cierto) únicamente a efectos informativos, para que ustedes corrijan debidamente los datos que obran en su poder. Asimismo se me ha informado que en ningún caso tengo derecho a dicho beneficio por no concurrir las circunstancias requeridas para ello. Consecuentemente les ruego procedan a continuar con la tramitación de mi solicitud de jubilación, o alternativamente me indiquen qué debo hacer para que se reanude.

Atentamente, fecha y firma. No me digan que no es kafkiano. En fin, no he estado yo más de 38 años en la administración como para no manejar el lenguaje administrativo. Lo escaneé y lo metí en una de las cuatro casillas que debía cumplimentar. Volví a recordar que estaba tratando con una máquina y se me ocurrió meter el mismo escrito en las cuatro casillas. Le di a continuar y pareció funcionar.  Pero al día siguiente, volví a entrar y la cosa seguía como antes: los cuatro escritos pendientes y el gran letrero informándome de que el procedimiento estaba parado hasta que los aportara. Tenía yo un Plan B: una amiga me había hablado del hijo de otra que es una especie de hacker, que entra en el programa de la Seguridad Social y te consigue una de las citas que reservan siempre, imagino que para urgencias y también para los amiguetes. Me daba un poco de rabia recurrir al chaval. Es este un buen chico, que hace eso de manera esporádica por ayudar a los amigos de su madre en su lucha contra el monstruo. Pero, si eso es posible, no sería de extrañar que haya empresas que se dediquen al invento cobrando una pasta, empresas montadas por informáticos que han trabajado para la misma administración, porque así funciona el mundo de los hackers.

Mientras me decidía, me dediqué a repetir mi jugada unas cuantas veces: cuando tenía un rato libre y ganas, entraba, metía el escrito en los cuatro lugares y le daba a continuar. Y al día siguiente estaba igual. Pero un día se produjo un cambio: en vez de cuatro documentos pendientes, ya sólo había tres. El cuarto había roto la barrera, como el espermatozoide más listo que consigue llegar al óvulo. No quise hacerme muchas ilusiones, seguí intentando meter el mismo escrito en los tres lugares que quedaban libres, sin mayores resultados. Estas cosas pasan, una aplicación que te niega el pan y la sal, de pronto tiene un descuido y ya se la has colado. Imaginé que, a partir de ese descuido, mi escrito había llegado a las manos de una persona de carne y hueso, que me respondería de alguna manera. Pero la cosa seguía paralizada, así que finalmente llamé al hacker y le di mis datos.

Al día siguiente me llegó un SMS de la Seguridad Social: tenía cita en Alcobendas para dentro de un mes. Pero no fue necesario. Unos días después me llegó la comunicación oficial: el procedimiento de petición de jubilación seguía su curso, al ser aceptada la documentación por mí aportada (la cartita de marras). Me adjuntaban una liquidación provisional, que aún no he cobrado, pero parece que ya he roto el dique que me tenía atrapado. Llamé al hacker para darle las gracias y pedirle que me anulara la cita. Menos mal, porque, para la cita presencial, tendría que haber aportado la documentación que me indicaban los de Personal del Ayuntamiento y, entre ustedes y yo, ahora que no nos oye nadie, no tengo ni puta idea de donde está el jodido Libro de Familia, un documento cuya simple denominación huele a franquismo y a caspa cincuentera.

Y digo yo: ¿les parece normal que un ciudadano del siglo XXI haya de pasar por estas penurias, en la era de la inteligencia artificial y la ingeniería genética? No hace falta ni que me contesten. Esto sucede porque la pandemia ha pillado a muchos organismos con unas aplicaciones mal calibradas. Y, frente a casos como este, no es de extrañar que algunos salgan al balcón con la bandera del pollo a gritar ¡Libertad, Libertad, Libertad! En fin, esta historia la voy a englobar en la etiqueta Relatos, que reúne los textos imaginarios, no vaya a ser el demonio que me busque un lío. Ya lo saben: todo lo contado en este post es fruto exclusivo de la imaginación del autor y cualquier parecido con sucedidos reales es pura coincidencia, o pura mierda.

Vaya, como les he castigado con un relato kafkiano, les dejo para compensar un vídeo delicioso de Larkin Poe, que tengo un tanto descuidadas a estas chicas. Las hermanas Lovell han encontrado un procedimiento para grabar versiones de canciones famosas (en este caso, una del negrazo Seal) sin salir de su casa. La pequeña, Rebecca, deja fluir su vozarrón y su excelente técnica de guitarrista, pero ya saben que a mí la que me pone es la otra, Megan, siempre atenta a las segundas voces y a apoyar a su hermana con la slide guitar horizontal. Esta chica muestra una capacidad de cariño en su mirada y en su gimnasia gestual que no puede dejar indiferente a nadie. Hala, que sean buenos.

sábado, 20 de marzo de 2021

1.033. La primavera que la sangre altera

Ya llegó la primavera, envuelta en vientos helados del norte, último coletazo del invierno antes de iniciar su retirada. Llegó la primavera y aquí me tienen a mí con mi vida hell for leather, expresión inglesa que acabo de descubrir. La traducción literal, la del Google Translator, sería con el infierno por pellejo. Una aproximación más precisa: como alma que lleva el diablo. Pero la traducción que más se acerca al sentido de esta expresión coloquial inglesa es a toda pastilla o a toda hostia. Pues así es como voy yo desde que me he jubilado: a toda pastilla o hell for leather. Esta noche pasada he trasnochado para ver la transmisión en directo desde Nueva Orleans de la primera jornada del Samantha Fish Cigar Box Guitar Festival, que empezó a la una de la madrugada y terminó a las tres en punto. Esta noche se completa el programa con la segunda jornada y ya les haré una valoración global en el próximo post, si es que antes no se cruza algún otro tema que se desencadene en esta actualidad enloquecida en que cada día te despiertas con un susto.

Si les contara cuál es mi programa para las próximas semanas, a más de uno le entraría el soroche, así que se lo iré desvelando a medida que se vaya desarrollando. De momento les diré que anteayer jueves subí a Callao a comprarme los libros del siguiente trimestre de Billar de Letras. Comprobé que la Casa del Libro que había frente a las traseras del Corte Inglés, al lado de las Descalzas Reales, ha cerrado y te remiten a la de Gran Vía. Cosas de la crisis. Pero encontré los libros que buscaba en La Central y en el FNAC. De vuelta a casa, estuve un rato en el taller de mi amigo Juanmi el Guitarrero, el luthier del barrio, a quien yo prefiero llamar Guitar Man Juanmi. Quería comprarme una cejilla y un afinador electrónico, como esos que se pone Samantha en el extremo del mástil de sus guitarras acústicas. Salí de allí además con los teléfonos de dos profesores de guitarra entre los que elegiré a uno para dar unas clases de mejora. Eso les dará idea de que voy en serio con este tema. Y, cuando yo voy en serio en un asunto, ya saben ustedes lo que pasa: así empecé con el blog y ya llevo más de ocho años sin quitar el pie del acelerador ni desfallecer en el esfuerzo de mantener un nivel de calidad.

También tengo pensado, como les dije, conectar con mi amigo Ed para incorporarme a un grupo de mejora del inglés. Ahora mismo tengo muchas cosas que hacer, pero no estoy todavía estresado o agobiado; aún cuento con margen para más actividades. Mi máxima es la del tipo que tienen a la izquierda (mira que era guapo el jodío): sueña como si fueras eterno, vive como si fueras a morir hoy. En realidad, lo que hizo James Dean fue adaptar una frase de Ghandi, que decía: vive cada día como si fuera el último, pero sigue aprendiendo como si fueras eterno. Y yo quiero seguir mejorando mi inglés y mi técnica guitarrera, lo que me llevará a tener unos hitos fijos en mi calendario semanal, algo que tampoco me viene mal.

En fin, mis seguidores más expertos en el mundo del rock entienden perfectamente mi fascinación por Samantha Fish, pero muchos de los no entendidos me miran con una cierta condescendencia, alimentada por el hecho cierto de que los medios generalistas de nuestro país no la mencionan en absoluto, es como si no existiera. Estos seguidores míos más escépticos piensan que estoy chocheando o que estoy colgadito-colgadito de Sam porque es rubia y tiene un aire Marilyn (que también). Pero, en el mundillo del blues, está considerada unánimemente como la reina, le han dado todos los premios posibles y todo el mundo cree que tiene que dar el salto más allá del universo cerrado del blues. Vamos, que esta mujer le da cien vueltas (musicalmente) a las Dua Lipa, Taylor Swift, Beyoncé y demás habituales de los Grammy. Para convencer a los escépticos, les pongo abajo una serie de portadas de revistas del mundo del blues americano que muestran a nuestra Sam en lugar destacado, desde una de 2014 hasta una italiana. 



Pero tengo otra imagen más, esta ya definitiva. La revista Guitar Player, el mítico magazine que leen todos los guitarristas del mundo desde su fundación en 1967, sacó el pasado mes de agosto un ejemplar específico dedicado al blues, sólo en papel, edición especial para coleccionistas, que titula: La gran explosión del blues. Cómo el blues hizo boom. Los 37 héroes de la guitarra que encendieron la mecha de la explosión del blues. Cada uno de estos 37 héroes de la guitarra tiene un pequeño reportaje en el interior, pero entre ellos han seleccionado 9 nombres que aparecen en el lado de la derecha de la portada. Ahí tienen a Sam y a Larkin Poe, al lado de gente tan grande como Rory Gallagher, Johnny Winter, Jimmy Page o el genial B.B. King, cuya imagen muestra la portada. Véanlo y a ver si se van enterando, coño.

En realidad, a mí lo que me gusta es anticiparme a las noticias, contárselas antes de que aparezcan en la prensa diaria, porque eso es lo que le da a mi blog un plus de interés, lo que hace que la gente entre a leerme. Y estoy seguro que de Samantha se va a hablar y mucho. Denle tiempo. Otros ejemplos. Hace unos cuantos posts les hablé de Bryan Gil, futbolista del Sevilla cedido en el Eibar, el chico a una nariz pegado, el de la nariz superlativa, como el próximo fenómeno del fútbol patrio. Ayer salió la lista de los elegidos para los próximos partidos de la Selección Española, y todo el mundo se refiere a Bryan como la gran sorpresa de la lista. Es una sorpresa grande para todo el mundo. Menos para los lectores de este blog, a los que ya les avisé hace más de un mes de que este chico tiene olfato de gol. Otra más. Mi adorada Athenea del Castillo, la estrella del Dépor femenino de la que les vengo informando y que, si el equipo baja a segunda, probablemente sea fichada por el Real Madrid, ha sido seleccionada en el Futbol Draft, la lista que cada año se confecciona con las principales promesas del fútbol masculino y femenino, como la mejor interior izquierda de España. Tampoco es una sorpresa para ustedes. Sólo lo es para el resto del mundo.

En esa línea, en mi post anterior, en plena paranoia contra la vacuna de Astra Zeneca, yo me mojé y dije que todo eso era una mierda, una campaña orquestada por las grandes farmacéuticas contra una vacuna cojonuda, barata y que se conserva en una nevera como las de nuestras casas. ¿Qué  se creen, que yo decía eso para llamar la atención, ser original o parecer enterado? No señor. Yo me informé bien, me enteré de que había tres afectados por trombos en Noruega y algún caso esporádico en Alemania y otros países. Entonces se habló de tres casos detectados en España, uno de ellos una señora de Marbella que se murió por un trombo cerebral después de vacunarse. Aún en el caso de que esas patologías hubieran sido causadas por la vacuna, serían tres casos entre cerca de un millón que se han vacunado ya en España. ¿Por qué no seguir adelante con la vacunación? Tres casos de trombosis cerebral entre un millón son menos de los que se producen entre la gente sana. 

Pero es que yo, además de enterarme bien, entré en alguna revista científica a corroborar esta opinión y hablé con mi hijo Lucas, flamante doctor en Química, que trabaja en los laboratorios de la universidad de Lille en tareas de investigación bioquímica. Por eso fui tan rotundo en mis opiniones. Ahora ya han visto las noticias: la OMS y la Agencia Europea del Medicamento han pedido oficialmente que se siga con la vacunación. Y la autopsia de la señora de Marbella ha revelado sin sombra de duda alguna que su muerte no tuvo nada que ver con su vacunación. Pero el proceso ya ha sufrido un retraso irreversible que va a hacer que la cuarta ola nos pille en bragas. Lo de que ya viene la cuarta ola lo llevo anunciando también desde hace un tiempo. Hoy publica El País un artículo de Paul Krugman en el que analiza lo que ha pasado en Europa con las vacunaciones y por qué el proceso va más lento que en USA y en Gran Bretaña. Krugman es siempre más profundo, pero yo fui el que lo proclamó primero. Les recomiendo que lo lean, para lo que han de pinchar AQUÍ.

Háganme caso, que este blog es de fiar. Yo no estoy en posesión de la verdad, porque no soy el Papa, pero, cuando me pronuncio sobre un tema a debate con la seguridad que lo hice en este caso, no es en absoluto de manera frívola o gratuita. Me molesta que desconfíen y que en cambio estén dispuestos a tragarse las bolas que se distribuyen por ahí a través de las mal llamadas redes sociales. Es increíble la cantidad de gente que se apunta a las teorías negacionistas del cambio climático, o a pensar que la Tierra es plana, que las grandes democracias occidentales están manejadas por una red de progres pedófilos, que Trump ganó las Elecciones USA, o que no te pueden hacer una transfusión de sangre porque es pecado contra Jehová. En ese guirigay no es de extrañar que haya personas que se crean que esto de la vacunación contra el Covid tiene por finalidad implantarnos un chip para que luego nos pueda seguir Bill Gates o el Comité Central del Partido Comunista Chino.

Es lamentable, pero a mí me ha tocado ya escuchar a tres personas renuentes a vacunarse, por argumentos de ese estilo. En este asunto, yo estoy sin reservas a favor del llamado Pasaporte Covid-19, que acaba de lanzar la Unión Europea. Se trata de una especie de carta verde, con un código QR que se llevará en el móvil y te permitirá viajar, ir al teatro o adonde tengas que mezclarte con mucha gente. Con la mierda del retraso de la vacunación por la paranoia de las trombosis, a mí no me van a vacunar hasta el verano, y toco madera para que este retraso no tenga consecuencias fatales para mí, porque entonces sí que me voy a acordar de todos los muertos de los negacionistas diversos. Pero, si finalmente libro, yo, una vez vacunado y con mi pasaporte Covid en el bolsillo, no quiero subirme en un avión o entrar en un teatro donde no me garanticen que todos los demás viajeros o espectadores cuentan con el pasaporte citado. Vean aquí una imagen del anuncio de dicho pasaporte, que acaba de publicar la UE.


Este asunto del covid ha de solucionarse a nivel global. Y la solución no puede depender de las paranoias más o menos fundamentadas de los negacionistas de todo tipo. Muchos de ellos acabarán por ceder cuando llegue el momento. Se tragarán su aprensión, por otro lado lógica, pero se vacunarán. En cuanto a los recalcitrantes, se convertirán en una especie de apestados, que no serán admitidos en ningún lado. Esto de las comeduras de tarro es algo muy peligroso y le puede pillar a cualquiera, han de estar ustedes vigilantes. Uno empieza por poner en duda la llegada del hombre a la luna, sigue por creerse que las Torres Gemelas se las tiraron los americanos ellos mismos, que las elecciones USA fueron el resultado de un gigantesco amaño, o que Sánchez nos quiere tener confinados para implantar un Estado social-comunista, y termina saliendo al balcón con la bandera del pollo a gritar ¡¡¡Libertad Libertad Libertad!!! Ya están avisados.

A partir de planteamientos negacionistas como esos, la gestión de la pandemia que se hizo en USA en tiempos de Trump fue desastrosa y la que está haciendo Bolsonaro en Brasil, otro tanto. El presidente de Turkmenistán ha prohibido que se hable del tema, como el de Corea del Norte, el pequeño hombre-cohete. Y ahora se ha sabido el caso del presidente de Tanzania, recientemente fallecido, que dijo que todo esto del covid era mentira y se podía resolver con unos tratamientos con hierbas, cánticos tribales y muchas oraciones a los diferentes dioses. Y, para chotearse de la versión más generalizada en occidente, dijo que le había hecho una pcr a una cabra y otra a una papaya, saliendo ambas positivas. Humor africano genuino. Los datos reales de contagios en su país no se conocen, como tampoco los de Corea del Norte o Turkmenistán. Pero el tipo se ha muerto y muchos rumores apuntan a que ha sido por culpa del covid, algo que sería una forma de justicia poética. Si quieren leer algo más detallado sobre este curioso caso, pinchen AQUÍ.

Esto de los negacionismos paranoides no es, sin embargo, de ahora. Cuando yo estaba estudiando en la ETSAM, algunos amigos de la Escuela de Ingenieros de Telecomunicaciones, me contaban que tenían un catedrático que negaba la existencia de los semiconductores, unos elementos químicos cuyas propiedades se estaban descubriendo por entonces (años 70) y que serían clave para el desarrollo de los circuitos integrados, en los que se basa buena parte de la electrónica moderna. De explicar a los alumnos los semiconductores, se encargaba un adjunto, al que se le reservaba el primer trimestre para ello. Porque el cátedro decía que eso de los semiconductores era arte de brujería (sic) y él no lo explicaría jamás. Hubo que esperar a que se jubilara el tipo para que los estudiantes de teleco tuvieran una formación puesta al día.

Si me van conociendo, sabrán que mi forma de razonar y analizar los temas huye de cualquier forma de pensamiento mágico. Eso no quita para que crea en el poder mental, en las energías que se generan cuando entre todo un grupo se desea algo con fuerza. Yo estoy ahora centrado en que el Dépor se enganche al tren del ascenso, pero reconozco y agradezco el esfuerzo colectivo de mis seguidores para resucitar a mi querida buganvilla. Así que les voy a poner un par de fotos, para que vean el resultado de su empeño. La llegada de la primavera ha sido saludada por mi consentida con una deliciosa sinfonía de brotes que crecen gozosos en espera de los calorcitos futuros. Y una cosa ha quedado clara: si mi buganvilla ha sobrevivido a Filomena sin ninguna precaución adicional, está claro que es también eterna.


También les hable de la pequeña begonia de flor, que quedó gravemente afectada por Filomena, por lo que decidí cortarla a ras de tierra. Recuerdan que les dije que rebrotaría indestructible, como una hidra mitológica. Pues vean en esta foto que no exageraba. Hasta miedo da.


Bueno, como estamos en pleno puente de San José, día del Padre, les voy a dejar con algo muy tranquilo. Mi admirada Khatia Buniatishvili, la genial pianista georgiana que vive en París, fue invitada por la televisión de su país a grabar una actuación en el salon acristalado que corona el Palacio de Gobierno de Tbilisi, la capital de Georgia. Hemos comprobado la energía que pone esta mujer con Tchaikowsky y otros autores románticos. Hoy comprobaremos su delicadeza con Chopin sobrevolando los tejados de Tbilisi. En su país hay graves tensiones entre los pro-rusos y los pro-occidentales. Bien harían unos y otros en escuchar la música de esta mujer y tranquilizarse un poco. Hale, sean buenos. Y que sigan pasando un buen puente.

miércoles, 17 de marzo de 2021

1.032. ROCK’N ROLL!!!!

Wowww!!!!! A toda pastilla vamos, esto de jubilarse es la bomba. Y que dure. He pensado una estructura para este post, consistente en dividirlo en cuatro bloques: 1.- la información sobre el circo de tres pistas de la política nacional, 2.- las noticias de verdad importantes, de las que nos están distrayendo con este circo, 3.- la reseña de mis actividades en estos tiempos acelerados y por último 4.- la información sobre la actualidad de Samantha Fish, un clásico ya en el último año. Los cuatro temas irán en un orden diferente, separados por tres vídeos musicales, cuya circunstancia y oportunidad les explicaré en este primer bloque, el dedicado a Samantha. Hace unas cuantas décadas, mi amigo el Coronel Groucho se mostraba maravillado con mi capacidad de sistematizar y colocar unas cosas detrás de las otras. El Emilio es que es un tío muy ordenadito –decía con su fina ironía coruñesa. Pues vamos allá con el esquema indicado.

La actualidad de Samantha está marcada por el inminente festival de la cigar box guitar, que se celebra este fin de semana en Nueva Orleans. Como les he contado, estas guitarras artesanales surgieron a mitad del siglo XIX; las más antiguas que se conservan en museos son de 1840. Los terratenientes blancos tiraban a la basura las cajas de puros que se fumaban y los negros las recogían y reciclaban para hacer unos instrumentos de cuerdas arcaicos y primitivos, los primeros sin trastes y con una o dos cuerdas. Más adelante, colonos del Oeste, soldados de la Guerra Civil, granjeros de la América profunda y músicos callejeros se interesaron por este tipo de instrumentos, a los que incorporaron trastes y cuatro cuerdas, en ocasiones hasta seis. En el blues moderno, ya electrificadas, fueron usadas por algunos bluesmans negros como Ligthnin’ Hopkins o Bo Diddley. Otros artistas contemporáneos, como el barbudo guitarrista de ZZ Top, Tom Waits o Paul McCartney las han utilizado también esporádicamente. Hasta que llegó Samantha.

Como ya se ha contado, Sam vio estas guitarras en una feria y convenció a su padre de que le comprara una. Y hasta ahora. Samantha ha impulsado definitivamente este instrumento, de sonido más bronco y como gutural que la guitarra normal y ahora mismo está considerada la primera intérprete mundial. Sam incorporó este instrumento a sus giras en 2014. En 2016, se organiza por primera vez el festival, para lo que se crea una sociedad específica, la NOCBGF (New Orleans Cigar Box Guitar Festival) que lo monta desde entonces en la segunda quincena de enero. La convocatoria de ese año atrae músicos de todo USA y es un éxito total, en el que Sam participa en calidad de invitada especial. En 2017, Sam está desaparecida, en ese apagón que les conté en mi tesis sobre ella, del que reapareció en marzo, con nueva banda, nuevo disco y residencia en New Orleans. El festival pasó ese año sin pena ni gloria. En 2018 y 2019, la presencia de Samantha es continua, haciendo dúos con toda clase de artistas y el festival se dispara.

En 2020, Sam se convierte en partenaire o asociada a NOCBGF, el festival pasa a denominarse The Samantha Fish Cigar Box Guitar Festival y el caché de nuestra adorada musa sube la repercusión de este festival hasta su mayor nivel. Poco después del evento de 2020, Samantha se embarca en su gira europea con su big band, gira que ha de interrumpir bruscamente en marzo, huyendo por piernas con toda la banda para confinarse seis meses en NOLA. Este año, el festival se había anunciado como siempre para enero y yo conté en el blog que me ofrecían unas entradas a buen precio y que me dolía no poder acudir. Finalmente se suspendió. Pero ahora, han decidido celebrarlo sin público, únicamente en streaming, las noches de los días 19 y 20 de marzo. Yo ya tengo mi entrada para ambas jornadas y trasnocharé moderadamente, en función de mi resistencia de septuagenario, si bien puedo ver el festival completo en los días siguientes, al haber pagado la entrada. Vean AQUÍ un clip de 40 segs. de nuestra diva anunciando el festival. Es un vídeo de Facebook, así que tengan cuidado de cortar los que suelen venir detras enganchados como cerezas con rabo. Son un coñazo.

Pero, dentro de las actividades paralelas del festival (lo que se llaman side events) han convocado un concurso internacional de vídeos grabados por músicos con cigar box guitars para cuya presentación se estableció un plazo. El concurso ya se ha fallado, hay tres premiados y esos son los tres vídeos con los que les voy a obsequiar, en orden inverso. Así que vamos a ver en primer lugar el tercer premio. Lo firma un grupo de holandeses que se hacen llamar The New American Farmers, los nuevos granjeros americanos, formado por una cantante y guitarrista ya mayorcita que se llama Petra, tres calvorotas veteranos que tocan guitarra, batería y armónica y un bajo más joven y melenudo que podría ser hijo de alguno de ellos. Rock’n roll bastante clásico, muy bien tocado, en el que ambas guitarras y el bajo están confeccionadas con cajas de puros o latas de aceite. Disfrútenlo.

¿Por dónde seguimos? Pues creo que por el circo de tres pistas. Siguen las noticias en cascada sobre las elecciones madrileñas (la que ha montado la señora Ayuso). A mí me parece muy bien que Pablo Iglesias se vaya del Gobierno y deje a Súper-Yolanda en su lugar. Es una pena que Pedro Sánchez no haga lo mismo. Su presencia en las elecciones doblaría el número de votantes del sieso Gabilondo y podría dejar de presidenta a Nadia Calviño. Estoy seguro que entre Nadia y Yolanda llevarían el país de puta madre. Aunque en ocasiones puntuales llegaran a jalarse del moño, como suele decirse en Latinoamérica, región machista por excelencia. Ya de paso, se podía marchar Rufián, aunque en este caso no me viene a la memoria ninguna doña independentista que le pueda sustituir con fundamento. Los catalinos, o catalanufos como los llamaba Juan Marsé (impagables antimemorias que se publican estos días), son ahora el principal peligro para la estabilidad del Gobierno, una vez que se ha largado Iglesias. Porque Garzón, el increíble hombre menguante, ni pincha ni corta. Sólo sale de su estado de hibernación natural para dar por culo muy esporádicamente con la república.

¿Y qué me parece la jugada de Iglesias? Pues que creo que se ha vuelto a equivocar. Este señor no hace jamás autocrítica y así le va. Por si no lo recuerdan, tras las elecciones de julio de 2019, Iglesias filtró a la prensa que quería ser el vicepresidente de Sánchez. Antes de decírselo al propio Sánchez. Sus adoradores decían entonces: qué fina jugada de estratega, oyes, ahora el otro tendrá que decir que sí, o quedará como el malo de la película. Sánchez hizo lo que haríamos usted o yo: decir que nones, que a él nadie le daba órdenes ni le ponía condiciones, que él tenía la lista más votada y que si no había acuerdo, pues convocaba nuevas elecciones. Por aquellos tiempos, Sánchez declaró que, si tuviera que aguantar dentro del Gobierno a Iglesias, no podría dormir. Después de las segundas elecciones, al perder ambos un montón de escaños, no les quedó más remedio que darse el famoso abrazo. Incluso parecía que a Sánchez ya no le olía tan mal la coleta de su flamante socio.

Ahora, Iglesias le ha hecho la misma jugada de fino estratega, oyes, a Errejón. Y con el mismo resultado. Es que, querido Pablo, así no se hacen las cosas y parece mentira que no hayas aprendido nada. Para hacerlo bien, tendrías que haber llamado primero a Errejón, quedar con él a tomar unas cañas, qué se yo, cocinarle unas empanadillas. Con la señora Carmena ya no se puede contar, se dice que no ha vuelto a preparar empanadillas, para no correr el riesgo de partirse el otro pie. Bueno, pues unas croquetas de jamón ibérico, no sé, una sopa de picadillo con tropezones de panceta, cualquier cosa que consiguiera el abrazo sincero final y el ¡Pelillos a la mar! Y sólo cuando ese acuerdo estuviera cerrado y firmado, anunciarlo a la prensa. Al no hacer eso, Errejón ha reaccionado como cabía esperar.

A mí, el lenguaje gestual de Iglesias durante su trágico comunicado, me dice bastantes cosas. Se le ve demacrado, despeinado, se ha puesto unos pendientes de aro negro bastante bastos, yo no recuerdo verle con pendientes, tampoco me había fijado mucho. Yo siempre he mezclado las cuestiones personales con las profesionales, como ya he contado: si llegaba a la conclusión de que un compañero de trabajo era un cabrón, ya no lo quería en mi equipo, por muy buen profesional que fuera. Cuando les dije el otro día que Ayuso estaba de los nervios por la ausencia de alguien que le satisficiera en sus requerimientos más íntimos, obviamente estaba de coña. Pero no se olviden nunca de que soy gallego y los gallegos no decimos nunca las cosas totalmente en broma ni totalmente en serio, sino todo lo contrario. 

Ya se habrán enterado de que Iglesias y Ayuso nacieron en Madrid el mismo día de 1978. Y que fueron contertulios en La Tuerka y, tras la grabación de los programas quedaban a tomar cañas. ¿Cómo dicen? ¿Qué no lo han visto? Pero ¿en qué mundo viven ustedes? Joder, que estoy yo aquí dando clases en la ETSAM, ayudando en mi antiguo trabajo, haciendo mil gestiones, atento a las noticias de Samantha Fish y encima manteniendo un blog. Y me queda tiempo para enterarme de estas cosas. Ha salido hasta en el As. Si pinchan AQUÍ pueden verlo. Son apenas 16 segundos. Si comparan la imagen rozagante, satisfecha, de macho ufano, feliz de que lo hayan parido, que presenta Iglesias en este fragmento, con la del tipo atormentado, sufriente, abrumado por la situación, que salió el otro día anunciando su último movimiento, pues está claro que algo ha pasado entre ambas tomas. 

Yo creo saber lo que le ha pasado. En aquellos tiempos, Iglesias vivía en Vallecas, hacía lo que le daba la gana, ligaba como un tenorio desencadenado, se tomaba cañas por el barrio. Nada le ataba, era el hombre más feliz sobre la tierra. Y cuál es su situación ahora. Pues que vive en Galapagar, rodeado de fachas que le increpan a diario, con pareja fija y tres niños pequeños, cada día ha de viajar a su despacho escoltado, pillarse un medio atasco, lidiar con los conflictos extenuantes de la gestión política cotidiana. Y luego no se puede quedar a tomar cañas, porque es tan conocido que aunque se vista de lagarterana le van a dar la murga. Y, además, si llega muy tarde, le regaña su señora. No me extraña que esté amargado.

Es que les digo una cosa: yo estoy feliz de jubilado porque vivo en mi barrio, donde sé que puedo salir a la calle y tomarme cualquier cosa en el Matilda, o en La Pitarra, o charlar un rato con Jurgen en la peluquería o con los floristas. Y también puedo acercarme al Thyssen, o al Botánico o a la Plaza de Santa Ana. Si yo viviera en un adosado en Alcobendas, por decir algo, la jubilación tal vez me llevase a estar tan amargado como Iglesias. Yo creo que su imagen dice todo eso. Y además, anuncia que vuelve a la calle, al cuerpo a cuerpo. Por eso se ha puesto los pendientes. Este señor, como dice Pousa en La Voz de Galicia, se puso a los 16 años detrás de una pancarta y sigue tras ella con el puño en alto. Ni siquiera durante el tiempo en que ha sido vicepresidente segundo, ha dejado de estar detrás de una pancarta.

Seguiremos hablando de todo esto en textos sucesivos. De la autodestrucción de Ciudadanos, de las posibilidades de Ayuso de gobernar con Vox, del dilema sobre a quién votar. Porque ahora toca ver el vídeo del segundo premio del concurso del NOCBGF. En este caso se trata de un australiano, residente en Nashville, que responde al nombre de 8Balls Aitken, es decir, Aitken el ocho huevos, o el ocho pelotas. Con semejante nombre artístico, no tengan ninguna duda de que se trata de un auténtico chiflado. Vamos, de encerrar. Toca una cigar box de tres cuerdas y se acompaña con una percusión incorporada electrónicamente. Y, a medio vídeo, saca un mirlitón, como los que tocaban Krahe y Sabina cuando cantaban aquello de hombre blanco hablar con lengua de serpiente, que le dedicaron a Felipe González, primera canción censurada en muchos años de democracia. Y cuando el tipo saca el mirlitón, ya es el despelote. El ocho huevos es un virtuoso, pero sobreactúa demasiado, tal vez por eso no le han dado el primer premio. Véanlo.

Como me estoy extendiendo mucho, enunciaré brevemente algunas noticias del mundo que nos han pasado desapercibidas con el ruido de la pelea Iglesias-Ayuso (ella dice que comunismo o libertad, y el tonto del fraCasado lo repite como un  loro; él, por su parte, habla de la derecha criminal: ya están los dos a hostia limpia, que es lo que les gusta). Así que aquí algunos temas de verdad importantes. 

1.- La pandemia repunta, ya parece claro que viene una cuarta ola a nivel mundial, las cifras de la Johns Hopkins no ofrecen duda. Por todo el mundo se están vacunando, pero en Europa se ha caído en la paranoia del miedo a la vacuna de AstraZeneca. Yo creo que es una campaña montada por las grandes farmacéuticas para cargarse esta vacuna, que es barata, no necesita ultrafrío por lo que se puede guardar en la nevera y está suficientemente testeada por el equipo de científicos de Oxford que la diseñó. Cierto que se han producido trombosis en algunos vacunados, tres noruegos y tres españoles, pero no son más casos de esa patología que los que se producen entre el personal no vacunado. La OMS insiste en que es inocua, pero las grandes corporaciones siguen a lo suyo. Y el retraso en la vacunación nos va a sumergir en la cuarta ola sin protección suficiente. 

2.- Un informe recién desclasificado de la inteligencia norteamericana ha revelado los esfuerzos de Rusia, autorizados por Putin, para influir en las elecciones norteamericanas en contra de Biden, incluyendo una campaña para influir a alguna persona cercana a Trump, que no cita, pero en la que todo el mundo cree ver a Rudolph Giuliani. Por el contrario, los servicios de inteligencia detectaron movimientos contrarios (contra Trump y a favor de Biden) a cargo del régimen iraní. Los regímenes antidemocráticos usan siempre esta clase de comportamientos antideportivos, no lo pueden evitar.

3.- Lo más importante de todo: el Dépor vuelve a tener alguna opción de entrar en el Play Off de subida a Segunda División. Tenía que ganar los tres últimos partidos del curso y que se produjeran dos carambolas. Y ya ha ganado dos y se ha producido una de las dos carambolas, esta misma mañana en un partido aplazado del Racing de Ferrol. La derrota de este club ya impide que haga un biscotto en la última jornada y nos deje fuera. Las orejas de San Benitiño de Lérez y San Benitiño de Rabiño suenan a todo volumen con las rogativas de todos los deportivistas. De esto se hablará oportunamente.

4.- Ya que estamos con noticias de calado, de las que no nos enteramos por el ruido ambiente, no me resisto a traerles una información aparecida en La Opinión Coruña, con foto incorporada. Un joven valenciano parece que lleva un tiempo paseando por las calles de las localidades de su comunidad, tal como Dios lo trajo al mundo, es decir, en pelota picada, únicamente provisto de unas sandalias para no pincharse o quemarse con lo que tira la gente y una mariconera en donde lleva su documentación, además de una copia de la decisión judicial de archivar la primera denuncia que le pusieron por exhibicionismo. Si recuerdan el relato de mi viaje más bloguero por la costa Oeste de los USA, les conté que en el mercadillo que se monta cada domingo por la mañana en la calle Haight de San Francisco, entre la Masonic Avenue y la entrada del Golden Gate Park, me crucé con al menos cinco o seis nudistas, de esa guisa aviados, con sus sandalias, su riñonera y sus gafas de sol. Incluso ilustré mi post con algunas fotos. Pues parece que la moda ha empezado a saltar el Atlántico. Pueden leer la información AQUÍ.

Es momento de escuchar el vídeo ganador del concurso de la NOCBGF. Se trata de una ganadora. Es una chica belga, de Bruselas, que vive en Nueva Orleans, según ella misma dice en su tímida presentación. Su nombre es Ghalia Volt y ha formado lo que llama una One Woman Band. Es decir, ella sola toca la cigar box y la batería. No es difícil rastrear la influencia de Samantha Fish en las melodías, la organización compositiva, la forma de cantar y en especial algunas inflexiones vocales hacia el final de la canción. Nuestra Sam está creando escuela. Disfrútenla.

Mis novedades. Mi vida sigue a toda pastilla, hasta el punto de que no puedo cumplir con mi ritmo de un post cada tres días. El lunes me pasé la mañana ensayando mi presentación sobre la historia de Madrid y su relación con el agua. Me preparé un pollito al curry, cumplí con mi siesta y luego cogí el coche hasta la ETSAM, en donde tenía que dar mi charla a los ocho alumnos del Máster de Medio Ambiente y Arquitectura Bioclimática que dirige mi amiga Ester Higueras. Era mi quinto sarao del año, el primero presencial y me quedó bastante bien. Los chicos se quedaron hasta el final, incluso quince minutos extra y se mostraron interesados en hacer una visita guiada conmigo por Madrid Río, que haremos el día 26. Por cierto, detrás del edificio nuevo de la ETSAM han habilitado un parking abierto para los alumnos, en donde aparqué cómodamente. Les diré que mi tercer sarao del año, en el que conté la historia de las chabolas de Madrid para el curso de Sonia de Gregorio, se incluyó en un cartel de la asignatura, que está por toda la escuela. Aquí lo tienen.

Ayer martes fue otro de esos días apretados. Por la mañana, tuve que preparar las imágenes para mi presentación a mediodía en el encuentro Bogotá-Madrid-San Francisco-Londres sobre M-30 y Madrid Río. La cosa estaba patrocinada por ONU Hábitat, era una reunión de expertos mundiales en desarrollo sostenible y yo tenía que ser muy cuidadoso porque el proyecto M-30 no es un ejemplo precisamente de desarrollo sostenible. Les conté la verdad, después de una introducción en la que dije que los proyectos tienen sus luces y sus sombras y mi obligación era revelarles también las sombras, porque de ellas se aprende igualmente. En algún momento me referí a la intervención de Gallardón como una especie de virus que había despertado los anticuerpos de la ciudad, de modo que el resultado de esa interacción entre todos los agentes era un parque maravilloso que había transformado totalmente la fisonomía de la ciudad.

Dije que se trataba de un proyecto planificado antes de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU y la Agenda Urbana de ONU-Hábitat, que difícilmente se podía integrar en esos documentos, pero que el parque ya estaba hecho y podía convertirse en el elemento central de una infraestructura verde que lo conectara con los demás parques de la ciudad (de hecho se está conectando ya con los Jardines de Sabatini y la Plaza de España) en una actuación, esta sí, integrada en los objetivos de la ONU. Les conté específicamente la deuda que había generado para la ciudad y como se había ya prácticamente saldado en su mayoría. Y terminé diciendo, como valoración personal, que a las ciudades no les viene mal que de vez en cuando aparezca un agitador que las espabile. Creo que fue una actuación bastante brillante, teniendo en cuenta que tenía únicamente 20 minutos y tenía que explicarles además de todo eso el propio proyecto M-30 y Madrid Río. Y no podía hacer una intervención de alabanza incondicional de esta operación, hubiera hecho el ridículo.

El evento transcurrió a ritmo colombiano, sin demasiado control de tiempo de las intervenciones, empezó a las 15.30 y a las 19.00 no se había acabado cuando yo me despedí. Necesitaba al menos media hora de lapsus antes de conectarme a Billar de Letras para otras dos horas de análisis de la novela Los Incendiarios, un libro que les recomiendo sin reservas, una historia que te agarra por el cuello en la página uno y te suelta en la última completamente agotado. Hacía tiempo que no leía una novela con esa tensión narrativa. Por cierto, según se especifica en su última página, el libro se terminó de imprimir el 22 de mayo de 2020, en los talleres de la imprenta Mundo, de Cambre, A Coruña, poco más de 22 años después de los Acuerdos del Viernes Santo que pusieron fin al conflicto de Irlanda del Norte, en cuyo contexto se desarrolla la acción de la novela.

Esta mañana he tenido al fin tiempo de ocuparme de mis asuntos más cotidianos. Y he recibido la noticia de que ¡POR FIN! Hacienda me reconoce la pensión que les he solicitado, poniendo fin a un procedimiento kafkiano que ya les contaré en un post específico. Les cuento para terminar que el domingo pasado, salió en la edición en papel de El País una foto ilustrando un reportaje sobre el cierre de Medialab en la que se me ve en medio de una de las sesiones de Madrid Escucha, un sarao al que me apunté en los tiempos dorados de la Señora Carmena. Eso me ha costado muchas chanzas de amigos y conocidos que me han llamado para bromear al respecto, si bien todos coinciden en que salgo muy guapo. Les dejo la foto a modo de despedida. Que pasen un buen  puente. Y cuídense.