Dice un comentarista malévolo, de esos que me dan sus opiniones por detrás, que Samantha no me deja ver el bosque. Tal vez tenga parte de razón, pero soy consciente de en qué bosque ando metido y estoy al tanto de la actualidad de este punto álgido a nivel mundial de la pandemia, que es Madrid en estos momentos. Lo que pasa es que intento que esta tribuna sea un lugar que utilicen ustedes, queridos lectores, para distraerse un poco de la avalancha de mensajes negativos y alarmistas, que les sirva de paraguas contra la lluvia ácida del miedo y el pesimismo. Yo no desfallezco y me he propuesto mantener mi optimismo contra toda clase de vientos y mareas. También me ha llamado otro para regañarme por ir al teatro y luego a un bar de La Latina y presumir en el blog de ese comportamiento incívico, al borde del negacionismo. Eso sí que no lo admito. Siempre he sido prudente, pero a la vez consciente de que la vida es riesgo y, si no, no merece la pena de ser vivida. Hay que contar con la suerte, por supuesto, y no tentarla demasiado. Pero no se puede vivir aterrorizado y recluido en casa, donde tampoco es posible conseguir una situación de riesgo cero absoluto.
Sucede también que, personalmente, me resulta mucho más divertido y estimulante hablar del mundo del blues, que de la actualidad patria. Por eso no he dicho nada de temas como la penosa decadencia del Emérito, el cese de Cayetana, el enmierde vomitivo de Fernández Díaz o lo absurdo de las medidas de la señora Ayuso, en cualquier caso, adoptadas con retraso. Pero no he dejado de hablar del virus y de la campaña electoral USA, dos temas que me interesan muchísimo. Vale, hoy voy a echar un vistazo a la política local, con un tema que está en la cabeza de todos: nuestros políticos no saben hacer oposición. En realidad lo que no saben es hacer política. Aquí sólo se sabe actuar de una forma: con mayoría absoluta (en solitario o en coalición). Al que le toca estar en la oposición, no tiene la menor idea de cómo actuar. Ayer se reunieron Sánchez y Ayuso y pactaron una declaración sonrojante, que podemos resumir en cuatro palabras: que Dios nos ampare. ¿Cómo se explica esto? Pues porque ambos gobiernan sin oposición.
¿Y esto es igual en todos los países? Pues no. Les recuerdo que en Alemania, las últimas elecciones las ganó la señora Merkel con una mayoría que no le servía para gobernar. Entonces se sentó con el segundo partido nacional, el socialdemócrata SPD y estuvieron ¡seis meses! negociando. Eso es lo que no se sabe hacer aquí. En esta tierra de nuestras desdichas, todos los políticos se ponen estupendos y dicen: yo no me sumo a esa negociación, porque está Fulanito, que huele a facha, o porque participa Menganito que tiene coleta. Mientras Fulanito (o Menganito) esté en la mesa, yo es que ni siquiera me siento. ¿Les suena? Recordemos algunos casos.
El señor Sánchez fue el primero en instituir esa verdad de Perogrullo que es el No es no. Para no apoyar a Rajoy en ya ni me acuerdo qué mierda de asunto. Le costó la salida del partido, aunque luego agarró su Peugeot 407 y viajó por toda España para sentar las bases de su reelección como jefe del PSOE. Segundo: El De La Coleta. Tuvo la ocasión de apoyar el acuerdo de Sánchez con el marido de Malú, o al menos permitirlo absteniéndose, pero no lo hizo: votó no, al unísono con el PP, y se lo cargó. ¿Por qué? Pues porque en la mesa había uno que olía a facha. Se refería por supuesto al marido de Malú, tal vez uno de los políticos más nefastos que ha pasado por estas tierras (al menos hasta la llegada de la señora Ayuso). Así que, parafraseando a Rajoy declaro que ese señor del que ustedes me hablan, ya no merece que en este blog se mencione su nombre, y a partir de ahora lo vamos a llamar el marido de Malú.
El marido de Malú fue el siguiente en la línea que venimos comentando. Trazó un cordón sanitario a su izquierda, se sumó a la manifestación de Colón y proclamó a los cuatro vientos que no se sentaría a negociar con nadie del otro lado del cordón. Con todo eso, convirtió Ciudadanos en Ciudadanospedorros, partido marginal que estuvo a un tris de quedarse fuera del Congreso, porque a los españoles no nos gustan esas posturas. El caso es que actitudes como esas nos llevan a lo que decíamos: que aquí no sabemos hacer oposición, porque no sabemos hacer política. Eso hace que se practiquen únicamente dos formas perversas de hacer oposición. UNA: decir que todo está mal, está muy mal, está fatal, qué mal está. DOS: no hacer absolutamente nada e irse diluyendo en la irrelevancia.
Ejemplo primigenio del modelo UNO: el señor Fraga, hasta que lo mandaron a Galicia. Como jefe de la oposición nacional, hubo un momento en que su desempeño se redujo a decir con grandes alharacas que todo lo que hacía Felipe era horroroso. En el PP se convencieron de que con semejante actitud nunca ganarían y lo largaron para el noroeste. Entonces llegó Aznar, que más o menos aportaba algunos argumentos, a pesar del Váyase señor González. Con eso ganó por los pelos, lo hizo medianamente bien durante cuatro años y revalidó por mayoría absoluta. Momento en que se le fue la olla y mostró su verdadero talante. Pues eso mismo que hacía Fraga, es lo que intenta hacer el fraCasado, aunque con notable torpeza, porque todo el mundo se da cuenta de que, antes de que Sánchez adopte cualquier medida, la que sea, este señor ya tiene su discurso preparado para decir que es horrorosa y que no se va a sentar con él a hablar de dicha medida, pero no por la medida en sí, sino porque Sánchez huele mal, después de estar parte de su jornada al lado de la coleta de Iglesias.
Por cierto, los que practican la modalidad UNO, no sé si son conscientes de que disfrutan de un auténtico momio. El trabajo de estos señores consiste en levantarse de la cama, vestirse, desayunar y acudir al congreso o a donde sea, a decir que todo está fatal. Luego se vuelven a su casa por la tarde. Y entre todos los españoles les pagamos un sueldazo por eso. Pero al fraCasado ya le hemos dado mucha leña en este foro (no tanta como al marido de Malú y mucha menos que a Iglesias, a quien yo sigo culpando de la pérdida de la ciudad y la comunidad de Madrid, sin que nadie me haya enmendado la plana). Así que hoy me voy a centrar en esa otra forma de hacer oposición que gastan los políticos locales: no hacer absolutamente nada. Es lo que estamos viendo precisamente en Madrid-ciudad y Madrid-Comunidad. Por cierto, el trabajo de estos de la modalidad DOS, es todavía un chollo más grande: les basta con salir de vez en cuando a los medios, poner cara de pena y decir que las dudas no les permiten hacer otra cosa que sufrir en silencio.
En la Comunidad de Madrid, la oposición la lidera (es un decir) el cabeza de la lista más votada, el señor Gabilondo. ¿Y dónde está este señor? Pues nadie lo sabe. La señora Ayuso está llevando una línea política errática, nefasta, demostrativa de su incompetencia supina. Sería facilísimo hacerle oposición. Estaría tirado. Pero es que el señor Gabilondo no hace nada. Es un hombre muy preparado intelectualmente, de hecho ha sido un buen rector de universidad, pero no tiene carácter: es un auténtico mandiles. Con un gramo de la mala leche que tiene su hermano el periodista, haría trizas a Ayuso. Y, por cierto, si Iñaki Gabilondo no fuera su hermano, ya lo habría hecho trizas por absentista en uno de sus vídeos. Los de la Sexta, que no tienen ningún parentesco con él, le han sacado un cartel digno de El Mundo Today. Véanlo.
El colmo de la desidia política de este caballero ha sido llamar al jefe de Ciudadanos, actual vicepresidente regional, para rogarle que lo apoye en una hipotética moción de censura. Es que dice que, para no ganarla, no la presenta. Yo creo que esto ya es directamente vagancia. ¿Le importa a Abascal si gana o pierde la moción que va a presentar en el Congreso? Joder, que en estas esgrimas parlamentarias se puede uno lucir mucho, ser escuchado, aprender y hacer ruido. Si se pierde, se pierde. En la Escuela de Arquitectura yo me presentaba a todos los exámenes aunque no supiera nada. Intentaba improvisar mis respuestas a las preguntas, o trataba de copiar o lo que fuera. Me defendía como gato panza arriba. En esas situaciones se aprende mucho. Te suspenden pero, a la siguiente, sales ya con mucho terreno ganado.
Y qué decir del territorio a la izquierda de Gabilondo. Pues eso ya es la desolación absoluta, el llanto y el crujir de dientes. La izquierda beyond PSOE, gracias a los buenos esfuerzos del señor Iglesias, se dividió entre dos listas: Más Madrid, encabezada por Errejón, y Podemos, encabezada por Isa Serra. En cuanto a Errejón, tuvo un breve papel en la Comunidad, que sirvió para que todos viéramos que está neutralizado por el sistema. Pasó a ser candidato al Estado, donde ganó el escaño para ver como su figura se diluía aun más en el mar de la política nacional. ¿Y cómo ha hecho el sistema para neutralizar a este señor tan brillante? Pues sencillamente, le dejan hablar, conscientes de que, cuando termina y se calla, no sucede nada. Todo sigue exactamente igual. Le han dejado un papel entre busto parlante, Pepito Grillo y El Repelente Niño Vicente, totalmente inofensivo.
Al marcharse Errejón al Congreso, ocupó su lugar Clara Serra, su mano derecha y número dos de su lista, casualmente hermana mayor de Isa, lo que llevó a la extraña situación de que ambas hermanas se cruzaban por los pasillos de la Asamblea sin saludarse. Ahora me dicen que a Clara le han hecho la cama y la sustituye como portavoz de Más Madrid un tal Perpiñá, que era el número 9 de la lista. Con motivo de la defenestración de Clara, me cuentan que ya se ajunta con su hermana. Una de las dos ha sido madre, no he retenido cuál de ellas, me da igual, y parece que definitivamente se dedica ahora en exclusiva al cuidado de su bebé. Ambas son guapas y atractivas, según se aprecia en la foto que les aporto.
Este panorama explica que la señora Ayuso haga y deshaga sin que nadie le lance la más mínima crítica en la Asamblea donde, por cierto, en un año y pico no se ha tramitado ningún proyecto de Ley. Pero, miren por dónde, resulta que la situación en el Ayuntamiento es idéntica. En el PSOE, tenemos nada menos que a Pepu (no sé cómo alguien se puede dedicar a la política llamándose Pepu). Este caballero es una excelente persona, el problema es que es muy lento, porque es tan concienzudo que no se atreve a aventurar una opinión hasta que se ha estudiado bien el tema. Año y pico después de ser elegido concejal en jefe de la oposición, parece que todavía no le ha dado tiempo de estudiarse el primero de los temas que se ha propuesto aprenderse, por lo que aún no hemos oído su primera opinión de nada.
Y más a la izquierda. Pues les recuerdo que Más Madrid fue la lista más votada, encabezada por la señora Carmena. A la que le hicieron la petaca desde las filas de Iglesias. Sé que mucha gente opina que la responsabilidad de la división de la izquierda fue compartida, pero yo lo viví en primera persona desde dentro del Ayuntamiento y puedo dar fe de que a esta señora, lo mismo que a Errejón, la obligaron a elegir entre convertirse en títere de Podemos o seguir su propia senda. Eligió el riesgo de la segunda opción y perdió por poco. Tal vez hubiera ganado de no ser porque Iglesias, cuando todos los demás líderes nacionales cerraban su campaña dejándose la piel en Madrid, eligió hacerlo en Tenerife y, en el mismo aeropuerto antes de salir para las islas, hizo unas declaraciones apoyando la candidatura de Sánchez Mato, que acabó de joder a Carmena. Todo esto se contó en el blog paso a paso, búsquenlo si quieren.
El caso es que Sánchez Mato no sacó un solo concejal y la oposición de izquierdas, aparte de Pepu, ha estado encabezada por dos mujeres Rita Maestre y Marta Higuera. Yo creía que ambas llevaban la portavocía al alimón, porque se llevaban bien y eran colegas. Y me he enterado de que no. Resulta que en Más Madrid-ciudad hay dos sensibilidades (manda huevos). Están los carmenistas y los errejonudos. Los carmenistas nunca han querido ser un partido político, sino una agrupación ciudadana. Así lo concibió Carmena, que recordarán que no participó en un solo mitin durante la campaña de las Generales (como sí hizo Colau). En cambio, los errejonudos sí quieren ser un partido. Como tales, han elaborado unos estatutos y los han aprobado por mayoría, entre el escepticismo de los carmenistas, que ahora se ven relegados: Marta Higuera ya no va a salir más a la palestra, la portavoz es ahora sólo Rita.
Además de la discrepancia de conceptos hay un corte generacional entre ambos bandos. Los carmenistas son mayores: Higuera, Luis Cueto, o la propia señora Carmena. Los errejonudos son jóvenes y pujantes, dispuestos a comerse el mundo. Una excepción a esta caracterización la constituye el que fue mi jefe durante cuatro años en calidad de concejal de urbanismo, José Manuel Calvo. Algunos explican su presencia entre los carmenistas porque es un viejo prematuro y otros porque tiene una puntería innata para apuntarse siempre al bando perdedor. Yo no digo nada, conmigo se portó siempre bien. Pero lo que quiero que entiendan es lo siguiente: ¿Cómo es posible que Más Madrid, un grupo que ya nació de una escisión de Podemos, albergue en su seno dos sensibilidades y acabe a bofetadas, tanto en la Comunidad, como en la ciudad? No tiene explicación. Es el triste sino de la izquierda.
Y ahora me preguntarán ustedes: ¿y todavía eres de izquierdas, Emilio? Bien, he de decir que yo creo en la lucha contra la desigualdad social, territorial y entre países y que estoy dispuesto a trabajar por ello. Creo en la regeneración urbana, en que cada persona tiene derecho a tener una vivienda digna y asequible, a vivir en un barrio con calidad de vida, a gozar de una enseñanza y una sanidad públicas eficientes. Y un buen sistema de transporte público. También estoy en contra de toda discriminación por sexo, raza, lengua, país o cualquier otra característica. Además de contra el cambio climático, por supuesto. La Humanidad es una y debemos de luchar porque todos progresemos y nadie se quede atrás o se vea relegado o discriminado. Si eso es ser de izquierdas, entonces sí: soy de izquierdas. Pero añadiré que como persona de izquierdas (acabo de proclamar que lo soy) en este momento no me siento representado por ninguno de los partidos políticos que operan en el territorio nacional. Si conocen ustedes uno que comparta mis ideales y no arrastre la mierda que hemos contado aquí, avísenme que me apunto.
Por eso, me van a permitir que siga dedicando mi blog a otros temas. Desde luego que voy a seguir hablando del virus y de las elecciones americanas, dos asuntos cruciales en el devenir de esa Humanidad de la que me siento miembro, como persona individual que no siente ninguna otra pertenencia, salvo por ser coruñés, del Deportivo y forofo incondicional de las patatas de Coristanco, los pimientos de Padrón, la merluza a la gallega, los percebes y la cerveza Estrella Galicia. Esas son mis señas de identidad, junto con el rock and roll, que no pretendo imponer a nadie, mucho menos por la fuerza. Por cierto, no sé si se han enterado, pero la cerveza 1906 de Estrella Galicia ha sido elegida la mejor cerveza del mundo, según pueden leer AQUÍ. Vean la foto que me hice en mi casa en cuanto leí la noticia.
El otro día les puse al corriente de los diez premios que se ha llevado Samantha Fish, merecidamente elegida artista del año en el mundo del blues. Ahora se suma la cerveza con un premio también merecidísimo. Me ufano de ser un entendido en varios temas, como el rock’roll y la cerveza (a los datos me remito) y también el running. Diría que también las mujeres, pero sería una presunción estúpida. Lo que puedo decir es que me sigue interesando muchísimo el universo femenino, aunque cuanto más me interno en él tengo la sensación de saber menos, lo que lo hace aún más atractivo y apasionante.
En ese sentido, no niego que la figura de Samantha Fish me fascina también por ser mujer, aunque les repito que no había escuchado a nadie tocar la guitarra eléctrica de esa manera desde Stevie Ray Vaughan, que se mató en un accidente de helicóptero en 1990. Así que seguiré hablándoles de ella. Ahora mismo, en su página Web se mantiene la convocatoria de su primer concierto con público el 8 de octubre en su querido club Knuckleheads de Kansas City, donde empezó a entrar cuando sólo tenía 15 años. Les dejaré de propina una foto suya con la sudadera del bar, la que usaba para repartir sus pizzas entre los forofos locales del blues. Cuídense. Y sean prudentes, no me hagan caso a mí, minimicen los riesgos todo lo que puedan. A mandar.
Demoledor. La izquierda en Madrid está en sus horas más bajas. Comprendo tu fobia al de la coleta. Si no fuera tan cutre, Carmena podía haber revalidado la alcaldía y esta ciudad habría cambiado de rumbo para siempre. Que sí que hay mucho facha por estos lares, pero podríamos derrotarlos con una propuesta que fuera de verdad potente.
ResponderEliminarCarmena fue una flor en el estiércol, con perdón. Hizo lo que pudo con el calamitoso equipo que le tocó dirigir. Y se hubiera merecido una segunda legislatura, con un equipo más a su medida, pero los ciudadanos, mayoritariamente la rechazaron. Ahora, mi mensaje a los que no la apoyaron es muy claro: que se jodan. Que aguanten a Ayuso y al "moderado" Almeida, que ha intentado anular Madrid Central. Esta ciudad tiene lo que se merece. Pero la izquierda tiene mucho delito también, si no es capaz de ganar a los peores candidatos de la derecha de toda la democracia (aunque Almeida nos haya sorprendido después con una cierta talla política).
EliminarEn general, comparto tu análisis sobre el papelón de los políticos cuando están en la oposición. ¡No saben! Pero mi visión de la lamentable pérdida del ayuntamiento de Madrid difiere bastante de la tuya. Para empezar, Carmena, con su flamante candidatura, fue aupada a la alcaldía por Podemos y sus "refugiados" de IU. Cuando quiso deshacerse de los díscolos, Iglesias le pidió que integrara a "Julito el Rojo" (el general Julio Rodríguez). Ella se negó y formó su lista únicamente con su guardia pretoriana. Y fracasó; cuando un proyecto naufraga tan dramáticamente, la culpa no es solo de uno; Sánchez-Mato, a pesar de su excelente cabeza, metió la pata con su candidatura, pero sus magros votos no habrían añadido un solo concejal a Más Madrid. Para rematar el desastre, la derecha no tiene escrúpulos ni complejos a la hora de pactar con quien sea. ¿Tú crees que es presentable ser alcalde con los votos de O.Smith o presidir la comunidad de Madrid con permiso de la gran arquitecta Monasterio?
ResponderEliminarY Pepu es un tío muy simpático y sorprendentemente un político de raza, no es un blandiblú como Gabi, Pepu hace una oposición más que correcta, debate cojonudamente, pero no le dan cancha porque tiene muy pocos jugadores. Solo con que hubiera sacado un concejal más, las cosas habrían sido diferentes. No sé por qué te metes con el nombre, qué tendrías que decir de Lula, el carismático presidente que fue de Brasil, "Lula" significa "calamar" y Luis Inácio da Silva lo lleva con dignidad.
En cuanto a tu pizpireta S. Fish, estoy empachada, en cuanto empiezo a leer un párrafo dedicado a sus infinitas gracias, pierdo el hilo. Cuídate.
Querida, estoy en completo desacuerdo con tu historia sobre Carmena; esa que tu cuentas es la historia oficial que ha diseminado Podemos para que la gente piense que la culpa del cisma no fue sólo de Iglesias, sino compartida con la dupla Carmena-Errejón. Las cosas no fueron en absoluto como tú las cuentas y yo tengo la ventaja de las fui narrando en el blog según iban sucediendo. Y, como dicen los chinos, la peor tinta vale más que la mejor memoria.
EliminarTe voy a refrescar lo que pasó. Iglesias nombró jefe de Podemos-Madrid al "General que Surgió del Frío", así lo llamé yo en el blog. Naturalmente, a la hora de elaborar las listas para las municipales, se le dijo a Carmena que las negociara con él. Y empezaron la negociación. Una negociación de este tipo consiste en que tú pones al número dos y la otra parte pone al tres, luego tú al cuatro y el otro al cinco. Parecía claro que el General iba a ser el número dos. Pero resulta que, a mitad de negociación, el General filtró a la prensa, con nocturnidad y alevosía, una lista provisional, en la que todos los del equipo de Carmena estaban atrás de todo, casi sin posibilidad de salir elegidos. ¿Hizo esto sin saberlo Iglesias? No creo. Si así fuera, lo habrían cesado fulminantemente, por torpe. Esa jugada, que caritativamente podemos calificar de leninista, se hizo con conformidad de Iglesias (es muy de su línea). El caso es que los de Carmena se desayunaron por sorpresa con dicha lista y tardaron un día en reaccionar, lo que les llevó comprobar que la cosa iba en serio y venía impuesta desde arriba. Entonces se dieron de baja en bloque de Podemos. Y ahí se inició la división.
Carmena era una persona a la que, en la anterior elección, habían invitado a ponerse al frente de una lista ya elaborada. Se lo pensó y aceptó, pensando que no ganaría. Pero ganó y se vio obligada a lidiar con esa purrela de equipo. Y sacó adelante la legislatura, especialmente por su esfuerzo y su talla personal, más la ayuda de sus fichajes (Marta Higuera, Luis Cueto) y también la de algunos que aprendieron a ser útiles, como Rita Maestre. Aguantó toda la legislatura con los críticos; únicamente cesó a Sánchez Mato, porque se lo impuso Montoro para aflojar el lazo que nos tenía puesto al cuello (esto también se contó en el blog, pero me da pereza volver sobre ello).
Y tanto ella como Errejón, se vieron en la tesitura de agachar la cabeza y convertirse en lacayos de Iglesias, o intentarlo por fuera. Apostaron y perdieron. Pero no entiendo que digas que Carmena fracasó. Carmena iba sobre ruedas hacia la reelección y la hizo descarrilar Iglesias, por torpeza y por rencor. Recuerda que en los sondeos iba por delante holgadamente. Finalmente perdió por 100.000 votos, atribuibles a tercios a tres factores: Sanchez-Mato, la debilidad de la propuesta Pepu (una frivolidad de Sánchez) y la abstención de mucha gente de los distritos del sur, en parte por paletismo, en otra parte por pensar que la cosa estaba ganada y no hacía falta que fueran a votar y en parte por la mala imagen que se derivaba de esa división de la izquierda.
Ahora, Carmena sigue dando conferencias y siendo invitada a numerosas mesas redondas y saraos. ¿Dónde está el General? ¿Y el brillante Sánchez Mato, que se llegó a creer el Varoufakis de Vallecas? El tiempo pone a cada uno en su sitio.
Sobre lo de que Pepu es un político de raza, una vez repuesto del ataque de risa, te diré que lo más que yo puedo afirmar es que "debe de ser un político de raza", porque, como no dice nada... Yo, los últimos discursos suyos que recuerdo son los que les echaba a los jugadores del Estudiantes en los descansos.
EliminarPor último, para los empachos te recomiendo el Pankreoflat. A mí me va muy bien. Pero es mejor todavía evitar los alimentos que nos los producen. Yo te recomiendo que, en cuanto veas el nombre de Samantha, te saltes al párrafo siguiente. Así te ahorrarás también los posts completos que pienso dedicarle. El rock es una manera de sentir, que se tiene o o se tiene, como el olfato. Si no tienes olfato no puedes apreciar un Chanel 5. ¿Pizpireta? desde luego. Siempre he tenido debilidad por las pizpiretas con cerebro, por eso me gustaste tú desde el primer día.
Cuídate, querida, y no sólo del virus. El aislamiento es muy malo y esto va para largo. Estar dos años sin ver a nadie no es una idea muy recomendable.
Emilio, yo solo estoy parcialmente en desacuerdo con tu relato del naufragio de la candidatura Carmena, que me dolió en el alma y me sigue doliendo. Tienes razón en muchas de las cosas que dices, pero no en todo: Tu visión es forzosamente sesgada: Para sentenciar un pleito hay que oír a las dos partes y tú solo has oído a una, que, para colmo, no te ha dicho toda la verdad. La realidad es que, cuando la izquierda se pelea, los votantes la mandan a tomar por culo. Y sí, Manuela da muchas conferencias y asiste a muchos eventos, pero no es alcaldesa de Madrid. Y P.I. es un rencoroso y un torpe, pero es vicepresidente del gobierno de España. A mí me habría gustado que el tiempo hubiera dado a Manuela otros cuatro años en Cibeles.
EliminarY no me voy a saltar a S. Fish, es muy simpática, tiene una voz increíble y es una guitarrista genial... Solo que sale más en tu blog que el coronavirus en los noticiarios; reconozco que es un déficit intelectual mío no amar el rock, que tanta dicha te regala. ¡Qué le vamos a hacer!
Querida África, tú en este foro eres libre de dar tus opiniones sobre Samantha, sobre Pepu o sobre el sursum corda, que siempre serán bienvenidas y debatidas si procede. Pero, por favor, si quieres que nos sigamos llevando bien, no me toques a Carmena. Respecto a esto no hay dos versiones; están los hechos tal como sucedieron (y que yo fui narrando en el blog a medida que se iban produciendo) y la intoxicación posterior del otro bando, para enmierdar el tema y que la gente no supiera lo que había pasado de verdad. Esta es una práctica muy típica de los autoritarios leninistas, similar a cuando Stalin borraba de las fotos a los que iban cayendo en desgracia. Stalin, ese precursor del Photoshop.
EliminarDesde luego que no soy imparcial, ni quiero serlo. Yo no he oído a una parte y a otra. Yo no he oído a nadie. Vi lo que vi y no necesito más explicaciones. ¿Cuál es esa parte de la "verdad" que supuestamente me han ocultado?
Carmena cambió el rumbo del Ayuntamiento y podría haberlo cambiado aun más si está otros cuatro años. A mí me alegró la vida, cuando ya me consideraba amortizado como funcionario. Y me impliqué en la campaña poniendo dinero de mi bolsillo, tendiendo en mi ventana la pancarta con las caras de Carmena y Errejón, acudiendo a todos los actos de mi barrio y a varios de los generales, en los que estuve en primera fila. Y me estaba trabajando a los de Internacional para que me dieran un puesto en caso de que Manuela se convirtiera en presidenta del C40, donde tenía muchos apoyos.
Todo eso se fue al carajo por la ceguera estratégica y la torpeza de Iglesias, que es un resentido cheposo; yo creo que en el colegio ya le debían de dar capones, que los niños son muy crueles.
Durante toda la campaña estuve hablando de Carmena en el blog todo el tiempo, me puse más pesado que ahora con Samantha y más de un seguidor me lo recriminó.
Y yo no he comparado lo que hace Carmena ahora con lo que hace Iglesias, sino con el General y con Sánchez Mato, desaparecidos en la insignificancia. De verdad que todo esto, año y medio después, me aburre soberanamente tener que volverlo a decir y me sorprende que tú no tengas las cosas tan claras como yo.
Un abrazo.