Mañana 9 de octubre de 2015, John Lennon hubiera cumplido 75 años. En días
de poco tiempo libre para dedicarlo al blog, me sorprende esta efeméride, de la
que tengo noticia por una información leída al azar. Su viuda Yoko Ono decidió organizar un acto masivo en recuerdo de su marido, para lo que convocó el otro día en Central Park a cerca de 2.000 personas, incluyendo amigos, políticos,
músicos y celebridades. Todos juntos formaron un símbolo gigante de la paz en
el East Meadow, una de las praderas más despejadas del parque. Abajo unas
imágenes de este tributo a uno de los músicos de rock más extraordinarios de
todos los tiempos. De hecho el rock como fenómeno de masas nació a partir del
éxito inesperado y fulgurante de los Beatles.
Empecé a escuchar a los Beatles de niño. Año 62 o 63. En la radio
llegaron a tener tres canciones a la vez, entre las diez que seleccionaba el
programa de radio Los Superventas, antecedente inmediato de Los 40 Principales,
que presentaba un joven de verbo fácil llamado José María Íñigo. Por aquellos años, salía
con los amigos y solíamos ir a los Jardines de Méndez Nuñez. Allí, en el centro del parque, había un
edificio de hormigón de estilo racionalista (dato que entonces yo ignoraba, obviamente) y
que, por lo que tengo entendido, existe todavía. Posiblemente esté protegido como monumento.
Por unas escaleras exteriores con la típica barandilla de tubo, se accedía a la
planta de arriba, en donde había un bar con una rockola que tenía todos los
singles de los Beatles.
Echando una monedita, el brazo articulado capturaba el disco preseleccionado
y hacía sonar la canción. Podía ponerse la cara A o la B. No recuerdo de cuánto
era la monedita que había que echar. Lo que si conservo es el recuerdo de pasar
las horas muertas de las tardes de domingo escuchando una y otra vez los éxitos
de aquel nuevo grupo, al que hasta el Hola, la revista que compraba mi madre, había dedicado un reportaje. Bebíamos gaseosa todavía, de las botellas de
cristal que llamábamos boliches. No habíamos empezado con la cerveza y ya
bailábamos la música de los Beatles. En un guateque en casa de un compañero de
curso alguien que estaba al día nos enseñó a a todos a bailar el twist, lo último de lo
último.
Como homenaje a John Lennon, nada mejor que escuchar algunos de sus temas, empezando por los del principio. Por ejemplo, esta versión de un tema ajeno, incluida en el
primer disco publicado de los Beatles: Baby it’s you. Era una canción del
repertorio habitual del grupo desde 1961. Vean con qué sensibilidad cantaba
este hombre con apenas 21 años. Les sugiero ponerla en pantalla grande, porque las imágenes del joven Lennon son conmovedoras
Aquí una de sus canciones más características: Bad Boy (1965), en
realidad otra versión de un tema ajeno, que por letra y música podría haber
sido firmado por el propio John, porque concentra mucho de su sentido del humor
y energía creativa. El archivo contiene también imágenes curiosas de todo el grupo en sus años juveniles.
Podrían escribirse ríos de tinta sobre este personaje y aportar
muchísimas de las canciones de su época más fecunda. Yo voy a seleccionar un
par de ellas más. En primer lugar Girl, composición del propio John, también lanzada en 1965 y famosa, además de por su calidad y delicadeza, por el gol que le coló a la censura británica, que no se enteró de que el coro repetía insistentemente tit, tit, tit, tit (teta), palabra bastante impropia para la pacata sociedad de la época.
Una más: I’m so tired. John Lennon estaba muy cansado. Cansado de la fama del grupo,
de la vorágine de las giras, de las grabaciones de estudio. De su distancia cada
vez mayor con Paul McCartnney. Quería descansar, huir del mundo y lo expresaba
con toda claridad en esta canción incluida en uno de los últimos álbumes del
grupo.
De ese hastío, de esa vivencia existencial decepcionante le rescató el
amor por Yoko, la persona más odiada por los fans del grupo, que la
responsabilizan de su disolución. Siempre he creído que, si no hubiera
encontrado a Yoko, se hubiera ido con cualquier otra. Y que fue muy feliz con
ella, al menos en los primeros tiempos. Después, la pareja tuvo sus más y sus
menos y justo acababan de reconciliarse cuando un imbécil, que todavía sigue
pudriéndose en la cárcel, tuvo la ocurrencia de dispararle a bocajarro a las puertas del
edificio Dakota donde vivía, enfrente del Central Park. Un viejo bloque neogótico de
apartamentos, donde Polansky había rodado La
semilla del diablo. Cada vez que voy a Nueva York no dejo de hacer una
visita a este tétrico inmueble, en el que no se puede entrar y donde vive
todavía Yoko Ono.
Años antes de este final desdichado, John vivía en una vorágine feliz, muy
distinta de la que le tenía tan cansado anteriormente. Y era capaz de contarlo
en una canción con la que ya me voy despidiendo. La Balada de John and Yoko. Una muestra de que este hombre genial,
autor de unos cuantos libros publicados, era también un buen escritor, capaz de
hacer poesía y reírse de sí mismo, narrando lo cotidiano de la existencia disparatada de sus primeros
años con Yoko. Abajo les he puesto la letra y su traducción. La tenía preparada
de antes, entre el material que tengo listo para subir al blog. Ahora, ya saben
que no tengo tiempo como para andar haciendo traducciones. Duerman bien y
sean felices.
Standing in the dock at Southampton
Finally made
the plane into Trying to get to The man in the mac said "you've got to turn back" You know they didn't even give us a chance Christ! you know it ain't easy You know how hard it can be The way things are going They're going to crucify me Honeymooning down by the Seine Peter Brown called to say "You can make it O.K. You can get married in Gibraltar near Christ! you know it ain't easy You know how hard it can be The way things are going They're going to crucify me Drove from Paris to the Amsterdam Hilton Talking in our beds for a week The newspapers said "Say what you doing in bed I said "We're only trying to get us some peace" Christ! you know it ain't easy You know how hard it can be The way things are going They're going to crucify me Saving up your money for a rainy day Giving all your clothes to charity Last night the wife said "Oh boy, when you're dead You don't take nothing with you but your soul, think!" Made a lightning trip to Vienna Eating chocolate cake in a bag The newspapers said "She's gone to his head They look just like two Gurus in drag" Christ you know it ain't easy You know how hard it can be The way things are going They're going to crucify me Caught the early plane back to Fifty acorns tied in a sack The men from the press said, "We wish you success It's good to have the both of you back" Christ! you know it ain't easy You know how hard it can be The way things are going They're going to crucify me |
Estábamos
en el muelle de Southampton
Por fin conseguimos un
avión a París Intentando ir a Holanda o Francia El tío del impermeable dijo "tenéis que volveros" No nos dieron la menor oportunidad ¡Cristo! no es nada fácil Ya ves qué duro puede ser Tal como van las cosas Acabarán crucificándome Pasamos la luna de miel junto al Sena Peter Brown nos llamó para decirnos "¡Ya está, todo arreglado! Os podéis casar en Gibraltar, junto a España" ¡Cristo! no es nada fácil Ya ves qué duro puede ser Tal como van las cosas Acabarán crucificándome Fuimos en coche desde París al Hilton de Ámsterdam charlamos en la cama una semana Los periódicos dijeron "Oigan, ¿qué están haciendo en la cama?" Yo dije, "Sólo queremos un poco de paz" ¡Cristo! no es nada fácil Ya ves qué duro puede ser Tal como van las cosas Acabarán crucificándome Ahorrando dinero para los tiempos difíciles Dando toda la ropa a los pobres Anoche mi mujer me dijo "Muchacho, cuando te mueres Lo único que te llevas es el alma, ¡piénsalo!" Hicimos un viaje relámpago a Viena comimos pastel de chocolate en una bolsa Los periódicos dijeron "Ella se le ha subido a la cabeza Parecen dos gurús travestis" ¡Cristo! no es nada fácil Ya ves qué duro puede ser Tal como van las cosas Acabarán crucificándome Cogimos el primer avión de vuelta a Londres Con cincuenta bellotas atadas a un saco Los tíos de la prensa dijeron, "Que tengáis éxito ¡Qué bien que estéis de vuelta!" ¡Cristo! no es nada fácil Ya ves qué duro puede ser Tal como van las cosas Acabarán crucificándome |
Sentido y precioso homenaje a Lennon. Este tío era un gigante. Y lo de que el otro día hubiera cumplido 75, pues que quieres que te diga...Que estamos viejos de cojones. Y que nadie hace ahora música de esa altura y esa calidad.
ResponderEliminarNadie, salvo Amy y nos la cargamos entre todos. John Lennon era, efectivamente un gigante.
EliminarDe vuelta a aparecer, como el Guadiana, y ver tu sentido homenaje a nuestro común maestro John Winston, me apetece completar tu post con unas pequeñas precisiones.
ResponderEliminarEl edificio racionalista que dices en los jardines se llamaba Café-bar Atalaya y es cierto lo de la rockola que,por aquel entonces costa una peseta por canción. Lo frecuentaba bastante con mis amigos también. En la actualidad es la sede de los amigos de la ópera de La Coruña.
En cuanto a la canción "girl" también se coló el sonidillo: zszszszszszs entre Oh girl girl...que intentaba describir una inhalación de marihuana (afición que les proporcionó nuestro amigo Bob).
El tema Ballad of John & Yoko fue grabado, a pesar de la distancia que empezaba a separarles, por Paul y John exclusivamente, tocando Paul todos los instrumentos incluida la batería y John la guitarra acústica. El resto del grupo pasó olímpicamente de ello.
Yo también fui a visitar el Dakota y el monumento en Central Park las dos veces que fui a NY y créeme que se me saltaban las lágrimas.
Bueno querido amigo. Espero no volver a desaparecer tan a menudo y seguir comentando tus fantásticas elucubraciones tan edificantes y eruditas.
En próximo enero cumplo sixty-four, por lo que te propongo una nueva escucha de la canción.
Un grande abrazo.
Querido amigo, no te imaginas qué alegría me llevo cada vez que reaparece el Guadiana. Soy consciente de que escribo demasiado y no quiero que nadie se sienta obligado a leer mis paridas. A lo mejor lo bueno es lo que tú haces: entrar de vez en cuando y echar un ojo a lo último.
EliminarPor lo demás, te agradezco todas las precisiones, tienes una memoria mejor que la mía. Ni me acordaba del nombre del Atalaya. Cuántos recuerdos.
Yo he estado en NY cuatro veces, así que no te creas que son tantas. Ya me enteraré por el Facebook de tu cumpleaños. Y brindaré a tu salud.
Un grande abrazo.