Lo siento si le molesta a
alguien. He puesto en el Traductor Google “Cataluña es un coñazo insoportable”,
y me ha salido la traducción que se ve en el título. Se lo juro. Hagan la
prueba y lo comprobarán. Debe de ser que en inglés, en vez de usar una
expresión tan inequívocamente machista y carpetovetónica (un coñazo), utilizan
esa otra (un dolor en el culo), más universal, unisex y, por tanto, adaptada a
estos tiempos en que uno debe cuidar mucho sus expresiones, para no incurrir en
violencia de sexo verbal (que no oral), arriesgándose a que le tachen de
machista ajqueroso, antiguo, prepotente, rancio, casposo, cavernícola,
gallardón y otros epítetos infamantes de uso común en este año del Señor de
2014.
Hablando de fechas, los judíos
celebraron el pasado miércoles, 24 de septiembre, el Shana Tova, el año
nuevo judío. En su calendario acaban de entrar en el año 5.775. Los catalanes,
en cambio, se disponen a inaugurar el año 1 de su era. O tal vez el 300, si se
admite como fecha fundacional el fin del asedio de Barcelona de 1714. Después
de admitir Junqueras como animal de compañía, cualquier cosa puede ser posible.
Hasta que Pujol siga siendo molt unurabla.
He puesto el título en inglés para que me
se entienda porque, desde que Catalonia is not Spain, cuesta mucho
entenderse con ellos. Cualquiera que siga este blog sabrá que, con la expresión
un coñazo, no me estoy refiriendo a la nación catalana o al pueblo
catalán, que tienen todos mis respetos y en donde cuento con buenos amigos,
tanto en el lado del SÍ, como en el del NO. Obviamente, lo que es un coñazo
para mí es el tema Catalonia.
A lo que me refiero es a la pesadez
que se nos viene encima en los próximos meses. Qué envidia de los escoceses,
que han hecho un proceso legal, deportivo, con discursos positivos y no
tramposos por ambos bandos, creando las condiciones para que el pueblo opine en
libertad, tras ser puntual y detalladamente informado. Y, de acuerdo con el
resultado, qué alivio deben de sentir ahora que se les ha quitado la tontería y
ya se pueden dedicar a trabajar, a escribir, a hacer deporte, a ir al cine o a
lo que les dé la gana, sin la incómoda presión de las banderas y los cánticos
por las calles. Ese es el coñazo que nos va a tocar por aquí durante una larga
temporada. Un auténtico grano en el culo. En los próximos meses, nuestro desayuno será café con leche
con tostada de Catalonia y mermelada. A mediodía comeremos Catalonia
en pepitoria y, de postre, Catalonia (que no macedonia) de frutas del bosque. Y
por la noche, huevos fritos con Catalonia y cuajada de Catalonia (con miel,
para poderla tragar).
Como no quiero contribuir a la
hartura, desde aquí proclamo que ya no
voy a hablar más del tema en una temporada, que con este post me despido de semejante peplum.
No soy muy de fiar en el cumplimiento de mis promesas, pero, al menos lo voy a
intentar. Cuando inauguré este blog no tenía la menor intención de convertirlo
en un foro antinacionalista. Es algo que surgió de forma espontánea. En aquellos
tiempos me preocupaban dos cosas. Una, lo poco que se hablaba del tema en
Madrid, como si fuera algo que afectara a otro país, y no al nuestro. La otra,
que los nacionalistas se presentaran como modernos, avanzados y progresistas,
cuando yo creo que se trata de un movimiento regresivo, de vuelta a la caverna
y a la tribu, profundamente reaccionario frente a la tendencia natural del
mundo hacia el mestizaje y la mezcla de culturas. Ahora, la cosa ha cambiado.
Respecto a lo primero, el problema actual es el contrario: que ya no se habla de otra cosa. Que
es una murga insufrible.
Respecto a lo segundo, creo que
ya todo el mundo tiene claro que las propuestas de Pujol-Mas, no son muy
diferentes del modelo del PP, por no hablar de las simetrías Bárcenas-Pujol,
Gurtel-Palau, etc. Me tranquiliza leer opiniones tan sesudas como las que les
he enlazado en posts anteriores
(Javier Cercas, John Carlin y tantos otros, nada sospechosos de derechistas).
Me parece que ya nadie duda de que los nacionalismos son algo muy de derechas y
hay espacio para hacer un análisis crítico de este virus político desde una
perspectiva de izquierdas. El último que se suma a la corriente es Javier
Marías en su habitual artículo de los domingos en El País Semanal. AQUÍ
tienen el enlace. Es un texto que yo podría firmar debajo, excepto por el
hecho de que nunca escribiré con la maestría de este señor. Como ya no voy a seguir
con la murga, a partir de ahora se los van a tener que buscar ustedes solos,
pero no se preocupen: tendrán donde elegir. No se va a hablar de otra cosa.
De propina les pongo un enlace a
un medio que seguramente no encontrarían si yo no se lo digo. Tal vez ni
siquiera saben que aquí en España existe un partido que se llama UCE
(Unificación Comunista de España). UCE se define como partido
marxista-leninista-maoísta y parece que se fundó como tal en 1973. Como quien
dice, hace dos días. UCE tiene un órgano de difusión y propaganda de sus ideas
en Internet, que se llama De verdad digital.
AQUÍ
tienen el análisis que hace un periodista de ese medio (por cierto, catalán) del proceso escocés y su incidencia en Cataluña. Es largo, como un discurso de
Fidel Castro, pero les recomiendo que lo lean hasta donde aguanten y, sobre
todo, no se pierdan el último párrafo. No es por presumir pero, aunque no soy
maoísta, muchas de las cosas que dice este señor, están ya escritas hace mucho
en mi blog. Los vascos se tragaron durante años que les explotaran sus patronos,
a los que no podían criticar, porque parte del dinero que les esquilmaban lo
destinaban a financiar ikastolas y similares. Los ricachones catalanes basta
que salgan con una barretina y una butifarra en la mano para que nadie se meta
con ellos. Los abucheos se reservan para Raimon, Cercas y otros.
Como me voy a estar calladito
sobre este asunto una temporada, les insisto en unos cuantos matices, ya
comentados por aquí. UNO. Cuando la Transición, los catalanes dijeron lo que querían y se les concedió entero. Lo
que pasa es que luego, por una cuestión de justicia distributiva, se dio lo mismo
(más o menos) a las demás autonomías. Y ahora dicen: escolti, nen, pero qué cachondeo es este, nos dan lo que pedimos, pero
luego le dan lo mismo a los demás, que ni han peleado por ello ni nada: esto no
es serio, ¿eh? Tal cual se lo he oído proclamar a un catalán muy enfadado,
que ni siquiera se daba cuenta del componente antiestético de lo que decía. DOS.
El grado de autonomía que tiene ahora mismo Cataluña es muy superior al que
obtendrá Escocia al final de las negociaciones en curso, y al que tiene ya
Irlanda del Norte, a cambio del cual el IRA entregó sus armas. Sólo lo supera
Flandes.
TRES. Insisto en el tema del mapa
que sacan en sus banderitas. Aquí tienen una foto de los manifestantes de ayer
noche, cuando se supo que el Constitucional prohibía la consulta del 9-N. La
imagen es de poca calidad, pero se ve a la derecha el mapa idéntico al que portaba el
tipo de la barretina por las calles de Edimburgo (post #285). Incluyendo
Valencia y las Baleares. Es decir, el plan de esta gente es convocar la
consulta sólo en Cataluña, ganarla, independizarse y convertirse en Estado. En
cuanto lo hayan logrado, prohibirán el derecho a decidir en sus provincias, faltaría
más, y empezarán a reivindicar Valencia y Baleares, les guste o no a los
lugareños de estas bonitas regiones. Este tercer matiz, me parece que da una
información precisa de la naturaleza del movimiento. Naturaleza es una palabra
demasiado suave. En castellano existen otras (catadura, calaña, ralea, pelaje)
más ajustadas a lo que quiero decir. Ese mapa no es una boutade de un loco. Es
el que muestran todas las banderas que ondean en las manifestaciones
independentistas. No sé, pero yo no he visto un solo mapa de los nacionalistas gallegos en donde se incluya El Bierzo.
En fin, con todo lo que se ha escrito
y hablado últimamente, creo que los catalanes tienen suficiente información
para votar acertadamente, como han hecho los escoceses. Adelante, voten, ya que les hace tanta ilusión. Si se
equivocan, la historia dejará constancia de ello. Si admitimos el derecho a
decidir, también habrá que admitir el derecho a equivocarse. Yo ya he hecho mi
trabajo. Más no puedo hacer. Como europeo, tampoco me preocupa tanto como lo de Escocia. Somos un país de la periferia, sin capacidad de sentar
precedentes para el mundo civilizado. Si los catalanes se independizan, a nadie
le va a importar una mierda fuera de aquí. Pasaremos a ser un lugar aun más
pintoresco: el flamenco, los toros y el derecho a decidir. Y las grandes multinacionales nos podrán
mangonear mejor, como a Eslovaquia y la República Checa.
Hala, ya me callo. Si lo siento, es
sólo por mi entrañable troll nacionalista, al que voy a dejar sin
entretenimiento. La verdad es que le estaba cogiendo cariño. Voy a ver si me da
tiempo a ver el partido del Barça. Que duerman bien.