Escribo a la carrera que tengo
una prisa de la hostia. Que sí, que vale, que tengo el blog abandonado, pero no
se preocupen: no me pasa nada especial, sólo que no tengo tiempo para cultivar
mi jardín literario; ya les expliqué que esto de trabajar es que te parte la
mañana, ya no puedes hacer nada y, por las tardes, estoy desarrollando una vida
social tan intensa que sólo me deja libres las últimas horas de algunas tardes
y, en ese momento, pues qué quieren que les diga, que prefiero agarrarme una
cerveza de 50 cl. y ponerme a ver el partido de fúrgol del día, que
prácticamente todos los días hay un partido interesante que ver. ¡Qué estrés!
Menos mal que no me gusta el basket, si no, no me quedaría tiempo ni para
dormir.
Lo del furgol es básicamente para sufrir, pero este año está
siendo un poco excepcional. Como saben, soy del Depor y, mientras mi equipo
esté en segunda, también del Rayo y del Aleti. Bueno, pues el Rayo está ya
salvado y, porque la liga se acaba ya, que si no, se mete en Europa fijo. El
Depor está ya prácticamente en Primera. De vez en cuando pierde un partido de
manera estrepitosa, como el otro día (0-3 con la Ponferradina de Zapatero),
pero en esas ocasiones sus rivales directos se ponen de acuerdo y pierden
también, todos a una, así que la cosa yo la veo bastante segura.
Queda el Aleti. La Liga la tiene
a huevo, esperemos que no pinche. Más difícil tiene lo de la Champions. Para
empezar, esta noche le van a preparar una encerrona buena. De un villano como
Mourinho, es normal esperar todas las marrullerías, trucos y comportamientos
antideportivos posibles. El problema es que la UEFA se los va a consentir,
porque no le gusta que jueguen la final dos equipos de la misma ciudad. Estas
finales son negocios, viajes, agencias, tour operators, comisiones,
mamoneos. Si los finalistas son del mismo país (algo que ha pasado varias
veces), parte de ese negocio se esfuma. Si ayer hubiera perdido el Madrid, mi
Aleti tendría más chances esta noche. Así que me temo que se la van a
preparar gorda.
Ese es mi pronóstico y lo pongo
por escrito, sabedor de que soy un pésimo pronosticador, que siempre me
equivoco. Pues a ver si esta vez me equivoco también. De todas formas, si el
Aleti pasa a la final, la perderá con el Madrís. Yo creo que al Bayern de Pep le
podríamos haber ganado la final (no por cuatro, desde luego). Pero el Madrís es
ahora mismo invencible. Ayer tuve la suerte de ver un partidazo (el primer
tiempo es de lo mejor visto en años), y tengo que decir que me alegré por el
Madrís, ganador merecido (yo voy siempre con los equipos españoles, cuando
juegan con un extranjero). Debo también confesar un sentimiento, supongo que no
demasiado presentable, pero lo sentí nítidamente y por eso lo cuento: me alegré
de que perdiera Guardiola. No digo que esté bien (ni mal), sólo que lo sentí
así con claridad meridiana. Intentaré explicarlo.
El Bayern de Munich es un equipo
que me cae muy bien, de una ciudad que adoro, en donde he probado las mejores
cervezas de mi vida (excepto por lo que concierne a la Estrella de Galicia).
Tiene jugadores extraordinarios, de los que me dio pena que perdieran, como
Javi Martínez, o Gotze (Guardiola no los pone nunca de titulares) y, por encima
de todos, el gran Schweinsteiger, el prototipo de jugador alemán, cuyo nombre
vuelve locos a los locutores de TV españoles, incapaces de pronunciarlo
correctamente. La pronunciación correcta es Sch-vains-taiguer, con la sch alargada como gusta a los
teutones; yo creo que no es tan difícil. El tipo que narraba ayer el partido,
le llamaba todo el rato Sues-téguer, emulando al inefable Camacho que siempre
se refiere a él como Suístener, con acento en la i.
El Bayern me cae bien, y además
pensaba en él como un rival más asequible en la final para mi Aleti. Y, encima,
según mi teoría, si ayer llega a perder el Madrís, la UEFA no le hubiera
tolerado a Mourinho las conductas rastreras que me temo esta noche. Mi alegría
de ayer fue triple: porque ganó un equipo español, porque ganó el que se lo
mereció y porque perdió Guardiola, único culpable de la debacle, defendiendo las
faltas y corners tan mal como las defiende el Depor este año. Así lo ha
entendido el Bild, principal periódico alemán, que titula: El Real Madrid
destroza a Guardiola. Precisión germánica.
En los años de la gran pelea
Guardiola-Mourinho yo estaba, como no podía ser de otra manera, del lado del
Barça, un club en donde hay tipos encantadores como Puyol, Xavi, Iniesta y
tantos otros. En esos años, mis amigos más forofos del Madrid, me decían:
tienes razón, Mourinho nos avergüenza como madridistas, pero no te equivoques,
Guardiola tampoco es trigo limpio; es un falso: toda esa corrección es mentira,
es un falso bueno, en realidad no es mejor que el otro. Yo creía entonces que
esa interpretación era producto del forofismo, de la frustración de ver que,
por muchas marrullerías que pusiera en liza Mou, no conseguía ni despeinar a
los educados contrincantes del elegante Guardiola.
Ahora creo que tenían razón. ¿Por
qué? Pues muy sencillo: porque un tipo que ha vivido un año en Nueva York y
habla inglés y alemán fluido, no debería de apoyar la campaña secesionista del
paleto Artur Menos. No le pido que se pronuncie en contra. Pero podría quedarse
callado, como hacen los susodichos Xavi y Pujol, que en cada final que ganan se
envuelven en la bandera catalana, lo que me parece muy bien, y que aman a su
tierra tanto como la puede amar un secesionista. Pero Guardiola ha participado
en los vídeos promocionales de la consulta próxima y ahí es donde yo veo la
falsedad. Seguro que Artur Menos y sus compinches le han pagado una cantidad
sustanciosa, que dan por bien empleada porque el hombre tiene más ascendencia
que nadie en Cataluña, y su presencia en esos vídeos habrá convencido a más de
uno y más de ciento.
Si quiere ser independentista,
está en su derecho. Pero entonces, que no salga a dar ruedas de prensa en
alemán. Que hable en catalán. Su demostración de plurilingüismo es tan extemporánea
como el pendiente que se pone Otegui. Yo creo que debería dar sus ruedas de
prensa tocado con barretina y con una butifarra en la mano. En fin, como los catalanes
se independicen, detrás vendrán los bretones, los normandos, los corsos, los
padanos y los bávaros. Europa se convertirá en un enjambre de reinos de taifas,
como los que existían antes de la llegada de los musulmanes. Ahí está la causa
de que conquistaran media Europa en ocho años (un plazo gallardónico) y luego
costara ocho siglos echarles.
A lo mejor ese es el futuro que
nos espera. Vendrán los moros, nos darán por culo y les pondrán un velo a
nuestras mujeres. Nos lo tendríamos bien merecido. Además, se acababa la crisis
de un plumazo, y las mujeres se ahorrarían todo el dinero que se gastan ahora
en pinturas, modelitos, la operación bikini y todo lo demás. Ya saben que Blas
Piñar decía que él acababa con el paro en 24 horas: a partir de mañana, trabajo
obligatorio para todo el mundo.
Me voy pitando a Granada. Ya les
cuento. Sean buenos.