Aquí seguimos remando en la travesía
de estas fiestas que normalmente no me gustan nada, pero todavía menos con el
ranking de contagios del covid totalmente disparado, aunque ronda mi cabeza
hacer de la necesidad virtud, inventándome un positivo que me fuerce a una
falsa cuarentena y me evite alguno de los coñazos familiares al uso. El que
avisa no es traidor. Un amigo mío de estos pesimistas que ven el queso de
gruyere todo agujero (yo lo veo todo queso), me hablaba el otro día del auge de contagios, otra vez aterrorizado. Le contesté que todo lo que sube
baja, tanto con el covid como con la Bolsa, que no nos vamos a quedar ahí
arriba para siempre, pero nada. El miedo es libre y en la tierra de la señora
Ayuso nos movemos por el axioma libertad-libertad-libertad. Yo la verdad es que
miedo no tengo, tengo tres vacunas puestas, más la de la gripe, y pienso (en
gallego) que malo será. Lo que de verdad me va a joder es si esta mierda me impide viajar a París a ver a Samantha Fish en el Bataclan, pero démosle
tiempo al tiempo.
Porque el tiempo, por mucho que
percibamos que transcurre deprisa y despacio a la vez, sigue su marcha inexorable
y, parafraseando a Heráclito de Éfeso, he de proclamar que ya no me voy a
contagiar del virus que pasó por mi lado hace un par de semanas, sino de otro
que vendrá detrás. Como optimista irredento, yo espero que la variante ómicron
sea el primer paso de un proceso que nos permita convivir con el bicho
convertido en endémico, como el que produce los catarros. Pero el tiempo sigue
implacable y ayer alcanzamos el solsticio de invierno, es decir, el día más
corto del año. Si bien, como les he contado tantas veces, las tardes ya han
empezado a crecer desde el día 13 de diciembre, Santa Lucía, lo que pasa es que
hasta ayer, el decrecimiento de las mañanas era superior al aumento de las
tardes.
A partir de hoy, los amaneceres se
seguirán retrasando, más o menos hasta el día 29, pero el cómputo total del día
empezará a crecer en valores absolutos. Y desde el 29, las mañanas empezarán a
estirar también. Esto se debe, como ya les he dicho, a la llamada eclíptica, es
decir, la inclinación del eje de rotación de la Tierra sobre su eje de
traslación alrededor del sol, ángulo que fue medido con precisión por el
astrónomo griego Eratóstenes en el siglo III antes de Cristo, quien lo fijó en
23 grados y 5 minutos, medición que no ha sido cuestionada hasta nuestros días.
En Galicia saben mucho de estas cosas que les cuento y por eso tienen un
conocido refrán: Por Santa Lucía, mengua a
noite e crece o día. Pero el caso es que entramos en el
invierno, mi primer invierno completo como jubilado, por ahora sin grandes
incidencias climatológicas, nublado, con lluvias intermitentes y temperaturas
altas.
Esta mañana he salido a correr por
el Retiro y lo he encontrado bastante vacío, para lo que solía ser habitual los
últimos días. El lunes en el yoga sólo estábamos dos chicas y yo. No termino de
saber por qué la gente aplica el parón de las vacaciones a todas sus
actividades cotidianas. En mi blog, el número de visitas se reduce en Navidad a
la mitad. Y todo parece entrar en una especie de lapsus vital, excepto los
Grandes Almacenes y los restaurantes, que están petaos. Yo
creo que el personal, cuando llega la Navidad, se dedica a comprar regalos,
preparar banquetes, hacer celebraciones, gastar más de la cuenta, cantar villancicos
y tocar la zambomba zumba-zumba-zumba. No lo pueden evitar, es algo impreso en
lo más hondo de su idiosincrasia.
Esto de parar tres semanas toda
actividad lectiva o laboral, es una costumbre atávica, que hunde sus raíces en
los tiempos precristianos, cuando los astrónomos certificaban que el sol no
seguía alejándose, sino que iniciaba el camino de retorno un año más. Era una
observación que partía del supuesto de que la Tierra era el centro inmóvil del
universo, de modo que era el sol quien giraba a nuestro alrededor y no al
contrario. Antes de Cristo, ya los pueblos organizaban grandes festejos en
agradecimiento al sol por volver de nuevo como cada año, e incluso se dice que
Cristo no nació el 25 de diciembre, sino mucho antes, y que, cuando los romanos
adoptaron el cristianismo como religión oficial, ajustaron su nacimiento a esta fecha para poder seguir
celebrando sus grandes fiestas paganas anuales en honor del sol.
Todo esto se ha comentado en
diferentes entradas del blog, y no es que esté empezando a repetirme, sino que sé
que tengo nuevos seguidores que no han leído mis textos antiguos. A partir de
estas celebraciones paganas, el hombre complicó su mentalidad creando dioses a
los que atribuía cualidades muy humanas. Ya les he dicho que estoy convencido
de que el hombre creó a Dios a su imagen y semejanza, y no al contrario, como
sostienen la mayoría de las religiones. Antes de la llegada de las grandes
religiones monoteístas, los pueblos creaban mitologías que no disimulaban su
carácter de invento del hombre y daban lugar a universos paralelos muy
divertidos, como el que crearon los griegos, con los dioses del Olimpo todo el
día comadreando e intrigando, como cualquier hijo de vecino.
Este foro tiene también sus dioses,
más en concreto diosas, de las que Samantha Fish es la primera, pero no la única. Por ejemplo, también está nuestra querida Athenea del Castillo, de
nombre tan lleno de resonancias mitológicas. Athenea era la figura del Depor
femenino hasta el año pasado, en que la fichó el Real Madrid como promesa de
futuro, si bien se ha hecho con un hueco casi fijo en el equipo titular, lo
mismo que en la Selección Nacional. El Real Madrid femenino ha iniciado el año
más bien mal, pero yo creo que se debía al entrenador con el que empezaron, que
se llamaba David Aznar Chicharro. Parece claro que, con semejantes apellidos, no se
podía esperar mucho de este señor. Las chicas llegaron a firmar una carta colectiva a
Florentino pidiéndole por favor que lo echara y al final les han hecho caso y la
cosa ya va mejor.
Este año he visto algunos partidos del Real Madrid femenino en la tele, por seguir a mi admirada y celestial Athenea, y me ha parecido que su juego ha cambiado. En el Dépor corría mucho, se embarcaba en contragolpes vertiginosos en los que acababa tirando a puerta. Ahora ha cogido más cuerpo, ha ganado en sentido táctico, se esfuerza quizá menos y juega con un sentido más colectivo. Pero mantiene su profesionalidad y su calidad técnica. El otro día, en el derbi local frente al Madrid Club de Fútbol Femenino, el partido llegó al tiempo reglamentario con resultado de empate a uno. Y, al comienzo del descuento, Athenea rompió el empate con un gol sensacional, que desde ya la califica como candidata al Premio Puskas femenino de este año. Tengo un vídeo de ese tanto, en el que se escucha a los locutores volverse medio locos al narrarlo. Espero que puedan verlo pinchando AQUÍ.
Dense prisa a cerrar la página del vídeo, si no quieren que el Marca les cuele toda una serie de videos de otros asuntos. Athenea tenía un noviete en La Coruña, que no sé si sigue con ella. Es posible que sea un chico con gafas, porque ella siempre le dedica sus goles a alguien seguramente miope, en esta ocasión por dos veces. He encontrado también la imagen que le tomó un fotógrafo en el momento en que acaba de marcar ese golazo y una compañera la levanta en el aire. Véanla.
Pero en este foro, además de al menos un par de diosas, hay también un antihéroe, un villano oficial, al que hemos llamado el fraCasado, que está alcanzando unas cotas de deslealtad institucional sin precedentes, incluso a nivel mundial. Fíjense, por comparación, en lo que ha sucedido en Chile. En las elecciones presidenciales, segunda vuelta, se disputaban la victoria el izquierdista Boric y el ultraderechista Kast. Ganó el primero, como habrán leído. ¿Y saben qué fue lo primero que hizo Kast? Pues felicitar al contrincante y desearle lo mejor. Les voy a poner un breve vídeo para que vean en detalle esta reacción.
¿Qué les parece? Joder, es que ya quisiéramos nosotros tener una ultraderecha como esta. O al menos una derecha. Kast es un pinochetista, que en el referéndum en el que el Dictador perdió el poder hizo campaña a su favor por toda la región en la que reside. Pero es que así se funciona en los países civilizados. En Alemania, vimos hace unos días cómo el socialdemócrata Scholz empezaba su andadura al frente del gobierno federal llevándole un primoroso ramo de flores a la señora Merkel. Y no se ha visto que el candidato de la derecha haya empezado a hablar de Gobierno Frankenstein, ni de que ha ganado el scholzismo.
Por cierto, eso del sanchismo, término inventado por el funesto Albert Rivera, es encima una incorrección gramatical, porque sanchismo vendría de Sancho, no de Sánchez; en todo caso debería ser sanchezismo. En fin, he encontrado un artículo en el que se reseñan en plan telegráfico todas las miserias de este impresentable, a quien ya sólo le falta poner a Teodoro García Egea a lanzar güitos de aceituna a la bancada socialista en el Congreso. Pueden leerlo AQUÍ.
En plena ola de covid, este señor sigue rabiando al comprobar que no consigue echar a Sánchez del poder y que cada vez lo tiene peor, porque con los Presupuestos aprobados, a ver quién lo quita de ahí. Por cierto, en el colmo de la deslealtad, el PP se sumó ayer en el Senado a una enmienda a los Presupuestos que había presentado Compromis, sólo para que, a partir de eso, el documento tenga que ser devuelto al Congreso y tarde una semana más en aprobarse. El PP ha perdido ya hasta las mínimas formas democráticas, sumido en la teodorocracia, como lo llama en su libro Cayetana Álvarez de Toledo.
Por cierto, ya saben que, preguntado el tal Teodoro por si había leído el libro, dijo que no tenía intención y que pensaba que una diputada no tenía que dedicarse a escribir un tocho de 500 páginas, sino a hacer actuaciones en beneficio de los españoles que la han votado. Preguntada Cayetana por este comentario se limitó a decir: bueno, unos servimos a los españoles escribiendo libros de 500 páginas y otros lanzando huesos de aceituna lo más lejos que pueden. Creo que es uno de los mejores comentarios del año, que optaría al Premio Puskas de los comentarios en caso de que existiera semejante galardón. El choteo patrio sobre Pablo y Teodoro alcanzó un clímax en la presentación del libro de Cayetana en Barcelona, a cargo del gran Albert Boadella. Pueden verlo pinchando AQUÍ.
Ayer, mientras asistía a la sesión de cierre de Billar de Letras por este año, mis hijos se pusieron a cocinar y me prepararon una cena exquisita. Compraron unos pimientos rojos y los asaron al horno, para hacer una especie de escalibada y luego elaboraron una quiche vegetariana, que prepararon también en el horno. Ambos me han pedido que suba al blog algunas fotos del evento, que pueden ver más abajo. Pero lo más grande del asunto es que yo no sabía que el horno de mi casa funcionaba. Se lo juro. Yo empecé a cocinar en el momento del gran confinamiento después de años comiendo en restaurantes. Y no sé por qué, pero pensaba que el horno estaba estropeado. Gran sorpresa. Y una ampliación de posibilidades culinarias que no voy a desaprovechar. Vean las fotos. Un momento de la elaboración de la quiche y el resultado final.
En fin, nosotros tres ya hemos celebrado anticipadamente la Nochebuena. Y les cuento también que por fin conseguimos que viniera Tiberio y nos arreglase los azulejos del baño. Aquí cada vez salen más dioses y emperadores de la antigüedad. Pero la auténtica diosa de este blog es por derecho nuestra admirada Sam y con ella les voy a dejar, no sin antes desearles que pasen unas felices pascuas. Samantha tocó el pasado día 16 en su ciudad natal, pero esta vez no en el Knuckleheads Saloon, sino en el Truman. Allí se esmeró como siempre en Kansas City y abajo pueden ver una de sus interpretaciones: Black Wind Howling, en la que por en medio aprovecha para presentar a sus músicos. En esta ocasión se ha sumado al grupo un percusionista local que se llama Mike Dillon. Y pueden ver también la ovación que recibe la baterista Sarah Tomek al ser presentada y la cara que pone al escucharla. Esta chica es un verdadero portento a la batería. Pues eso, que se lo pongan en pantalla grande y que lo disfruten. Y, por supuesto, que pasen unas felices fiestas.
Athenea es el gran descubrimiento para mi. Y eso que no sigo el futbol.
ResponderEliminarMari, querido, cuando se empiece a hablar de esta chica en los periódicos tú podrás hacerte el enterado, Un abrazo.
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