Bien, quería yo dedicarme a
escribir de otros temas, pero las repercusiones de la debacle del domingo aún
colean y comprendo que ustedes, queridos seguidores, esperan un poco más de
carrete en relación con lo sucedido. En primer lugar, he de recordarles que
este es un foro impreso de un sentimiento positivo, donde se bromea con las
cosas y se evita en lo posible dramatizar. Para las tragedias están otros. ¿Que
me da mucha pena que se vaya Carmena? Desde luego. ¿Que pienso que Madrid se
pierde una figura excepcional, en la línea de Tierno Galván y con una talla muy por encima de la de cualquiera de los políticos de hoy en día (de hecho, ella no es de
ningún partido, les repito, es independiente y ejerce como tal)? También. Pero
no por ello vamos a montar aquí un drama de la hostia.
Dicho en otras palabras: ¿Me han
diagnosticado un cáncer? No. ¿A mis hijos les ha pasado alguna putada? Tampoco,
que yo sepa (toco madera en ambos temas). ¿Estoy pasando hambre o penurias o
siquiera me duele el estómago? Tampoco, joder. Pues entonces, ¿por qué tendría
que estar triste? Sí, que haya perdido Carmena es una faena y gorda, sobre todo
para mi ciudad. También para mí directamente, porque en el post anterior les
revelé mis expectativas secretas a partir de la victoria de esta señora, que
hubieran estado de puta madre. Al final ha sido el cuento de la lechera y no
vale de nada lamentarse. Como dice mi colega de Tijuana, Diego Moreno, el hubiera no existe y no sirve para nada invocarlo.
Cuando a uno le pasa una faena
hay que encajarla, pasar el duelo que se requiera y tirar adelante. ¿Recuerdan
cuando yo me rompí un brazo? Cualquier otro hubiera montado una tragedia y se
habría estado quejando de las molestias durante meses. Yo les puse la imagen de la radiografía de mi húmero quebrado en un post que escribí con una sola mano, cuando estaba aún en espera de ser operado y dos días después estaba ya bromeando, poniéndole motes a mi clavo de titanio y al callo de
fractura, dos entidades con las que sigo conviviendo sin problemas. Esto es lo
que se conoce en el lenguaje actual como resiliencia. Para ayudarles en el empeño, voy a empezar por
ponerles un tema mítico de AC/DC, un grupo que ya ha aparecido en el blog en
más de una ocasión y que es también un ejemplo de resiliencia. El comienzo del tema es de los mejores de la historia del rock. Así que ¡ea! pantalla completa, volumen al máximo y ¡arriba esos ánimos!
¿Ya va mejor? Pues ahora
escuchen. A los miembros de esta banda australiana les ha tocado pasar un par
de años realmente nefastos. El guitarrista que aparece por el lado izquierdo,
el mayor de los hermanos Young, Malcolm, falleció en noviembre de 2017. El
batería lleva un tiempo internado en una institución psiquiátrica, porque está
tocado de verdad. Y el cantante fue el primero que sufrió los achaques del
destino: tuvo que parar por recomendación médica, porque corría el riesgo de
quedarse completamente sordo. Los que quedan sanos son Angus Young, el hermano
menor, el que no hace coros y sale siempre a escena vestido de Guillermo el Travieso,
además del bajo melenudo que vemos a la derecha. Y ahora, amenazan con volver,
junto con el cantante, que ya ha
arreglado sus problemas auditivos. Ya saben que los viejos rockeros nunca se
rinden. Pero, a lo que vamos. Cuando el cantante empezó con su grave problema, la banda
tenía contratados un montón de conciertos. Los hermanos Young tuvieron que contratar para la gira a un sustituto y eligieron nada menos que al cantante de Guns & Roses, con tan mala suerte
que el tipo se rompió una pierna antes de debutar con la banda. ¿Creen que por
eso suspendieron la gira? No, desde luego. Pueden ver que no les miento en este reportaje de apenas
un minuto, de su debut en Lisboa.
Si este señor pudo cantar con la
pata quebrada y la señora Carmena hizo media campaña en la misma posición, no
vamos a ser nosotros menos. A nosotros también se nos ha roto algo, se nos ha roto un sueño, pero podemos seguir luchando
y es lo que vamos a hacer. Toca ahora afrontar una tarea: analizar las causas. Ya con un poco de distancia, parece claro que han sido tres.
Primera: la tontuna de Pablo Iglesias promocionando a Sánchez Mato, para
hacerle rebañar 44.000 votos que se han ido por el sumidero. Por cierto, el
tema de la Operación Chamartín lo han usado de estandarte para meterse con
Carmena pero, si no hubiera Operación Chamartín, se hubieran aferrado a
cualquier otra cosa, porque se trataba de vengarse de su exclusión de las
listas, exclusión merecida después de pasarse los cuatro años dando por culo.
Segundo, el descenso de votos en el arco sureste, del que hablaré más abajo. Y
tercero, como apunta un comentarista anónimo del blog, el efecto Pepu.
Respecto a este tercer factor,
sin embargo, he de discrepar con mi seguidor inidentificado, en cuanto a la
valoración del personaje. Pepu es un buen tipo, profundo, reflexivo, apasionado
por la política y dispuesto a aprender. Todos los que lo han seguido en la
campaña coinciden en su perfil. Lo que pasa es que los corredores como yo
sabemos que hay dos clases de personas: los velocistas y los fondistas. Pepu es
un fondista, necesita un tiempo para comprender los temas, asimilarlos y empezar a proponer
cosas sobre ellos. El error de Sánchez ha sido confiar en un fondista y
ficharlo a última hora. Digamos que se acababa de sentar a la mesa cuando lo
han pillado las elecciones. Pero yo creo que con más tiempo puede ser un buen
político y lo está demostrando con los movimientos que está haciendo tras la
derrota.
Y llegamos al tema más doloroso.
La desaferencia de los habitantes del sur. En un primer análisis yo he tendido
a hacer una reflexión cruel, de la que no reniego del todo todavía. Les
recuerdo que he trabajado cuatro años en una Dirección General dedicada en
exclusiva a la regeneración urbana de la periferia. Mi reflexión era que la
población de los barrios del sur, por los que todo mi equipo se ha dejado la
piel, está integrada en buena parte por ignorantes, paletos y desagradecidos,
que no han sabido esperar a que se concretara un proyecto a medio plazo y con su abstención han
votado Vivan las Caenas. Apoyan esta
teoría algunos datos, como que en Malasaña Carmena ha obtenido más del 60% de
los votos. Esta gente tan depauperada son encima bastante puritanos y no les ha
gustado que Carmena y Errejón se besaran en la boca (yo me muevo bastante por
el Puente de Vallecas y les juro que he escuchado comentarios en ese sentido).
Es decir, que la propuesta del
equipo de Carmena ha llegado a la gente joven, alternativa, emprendedora, con
ideas de futuro. Y no ha llegado al sur profundo, donde ciertamente no se ha avanzado mucho en estos años en problemas como la carestía de la vivienda, el paro, los narcopisos o la
proliferación de casas de apuestas. Lo que hemos hecho en mi equipo les llegará
a su tiempo, porque no me creo que el PP lo paralice y desaproveche la oportunidad de ponerse
alguna medalla al respecto. Pero está claro que a esta gente había que haberles
contado otras cosas que el Reinventing Cities, algo demasiado sofisticado para semejante personal. La mejor reflexión que he leído al respecto es la que hace
Guillermo Zapata, hombre complejo donde los haya, que tiene información de
primera mano, por haber sido concejal de Fuencarral, en el norte, y de
Villaverde, en el sur. Se la he mandado a casi todos mis contactos de Whatsapp pero, si no la conocen, pueden leerla AQUÍ.
Una vez analizadas las causas,
quiero revelarles un dato, obtenido de fuentes muy próximas a la Alcaldesa. A
medida que empezó el recuento, ella estaba esperanzada. No se esperaba de
ninguna forma el batacazo. Y, cuando se confirmó, se lo tomó con total
naturalidad. Recuerden que Manuela tiene 75 años, dos nietos, una calidad
humana especial y está de vuelta de todo. No es que se llevara una alegría,
pero se lo tomó como algo normal: ¿no he ganado? muy bien, pues me voy a mi
casa y listos, no pasa nada. En la foto que les puse en el post anterior,
pueden ver que es la única persona que sonríe plácidamente, en medio de la cara
de funeral de sus compañeros de candidatura. Y, con la misma naturalidad con la
que cocina madalenas, al día siguiente empezó a recoger sus cosas. Fue su
equipo quien le tuvo que pedir por favor que no diera todo por perdido,
mientras quedara alguna posibilidad. Por eso salió ayer con un discurso
distinto, apoyada por Pepu, que parece estar moviendo algunos hilos.
¿Hay ciertamente alguna posibilidad
de que las derechas no se pongan de acuerdo? Yo creo que ninguna. Para ello
tendría que darse una circunstancia. Que al frente de Vox hubiera alguien tan
tonto como Pablo Iglesias, capaz de suicidarse por mantener la ortodoxia del
mensaje. Para nuestra desgracia, Abascal y Ortega Smith son bastante más
listos. Ahora están lanzando aparentes bombas a la línea de flotación del
acuerdo tripartito, que no son sino fuegos de artificio, como hicieron en
Andalucía. Hay muchos intereses alrededor de la alcaldía de Madrid, como para
que dejen escapar una ocasión como esta. Yo les ofrezco una fórmula infalible para llegar al acuerdo.
Si los de Ciudadanospedorros han
jurado que nunca se sentarán a hablar con Vox, y los de Vox que no negociarán
con alguien que no se sienta a hablar con ellos, la solución es muy fácil: que
negocien de pie. ¡Vamos, anda, que no nos tomen por tontos!
Lo cierto es que, por detrás, ahora mismo se debe de estar jugando una partida feroz con muchos factores sobre la
mesa. Esa partida se juega simultáneamente a nivel local, estatal, regional y de otras
ciudades. Yo no creo que se consiga nada. Pero tengo un resquicio casi
invisible de esperanza y ese resquicio tiene un nombre: Malú. Me explico. Hay
un detalle que apenas han apreciado los medios. Albert Rivera acudió el domingo
a votar en Madrid y por primera vez en su vida sin llevar el traje gris o la
típica chaqueta azul. Por el contrario, llevaba una moderna cazadora
semi-vaquera, con remaches metálicos en las solapas. Apenas se aprecia al
principio del vídeo que les pongo abajo y no he conseguido una sola foto de
frente, de las que le sacan por decenas mientras vota. Ya se cuida El inMundo
de eliminar hasta los detalles más sutiles. Véanlo.
¿Se han fijado en los remachitos
metálicos? Pues supongo que no tendrán ninguna duda de quién le ha regalado esa
prenda tan a la moda. Malú es una señora estupenda y, por lo que se puede saber
de ella, bastante alejada de la posición cerril de su novio en los últimos
tiempos. Ella se enamoró del líder de un partido de centro, no de un socio
potencial de Vox. Si ha conseguido que su chico se ponga una cazadora con
remaches metálicos y que acuda a votar con ella, tal vez haya un mínimo
resquicio de que le haga abjurar de sus posiciones, por el bien del partido y
del país. Es mi única esperanza. Ya saben: cherchez
la femme.
Por lo demás, yo ya me he puesto
a trabajar con mi jefa en una línea que asegure que nuestro trabajo de estos
años no se tire al cesto. Pero de esto, como es natural, no puedo darles
detalles. Recuerden que Bernie Sanders perdió frente a Hillary, pero ahora
todos los candidatos demócratas de peso han incorporado sus ideas, en su día
tachadas de socialistas. Pronto les hablaré de la preparación de las próximas
elecciones en USA y de Alexandria Ocasio-Cortez, un prodigio de mujer en todos
los sentidos. Como cierre y para compensarles de la descarga heavy que les he puesto al principio, les voy a dejar de propina un
vídeo en directo en la SER de Rosalía, otro prodigio de mujer. Creo que les
tranquilizará tanto arte y tanta belleza. De paso averiguarán de dónde saqué lo
de Válgame San Rafael. Pónganselo en pantalla grande. Merece la pena. Y sean felices, desde luego. Ni lo duden.