domingo, 7 de mayo de 2023

1.223. Cuidado con las estafas on line

Pues aquí me tienen pasando el fin de semana de transición entre los dos grandes puentes de mayo en Madrid, bien acompañado por mi gato Tarik y la compañía efímera por unos días de mi hijo Kike, a quien fui a recoger al aeropuerto el sábado. En la T4 había auténticas hordas de sudamericanos pedorros, con perdón; me refiero a esa gente que viaja por familias numerosísimas, con varios carritos cargados con equipajes enormes, a los que esperan también un montón de familiares, provistos de ramos de flores, peluches gigantes, banderitas, globos de colores y mucha emoción incontenida. Es típico que algún viajero, cuando está a punto de salir por la puerta, avise a su gente de que ya viene, de modo que los de fuera ponen a funcionar el vídeo del teléfono para que el tipo aparezca desde el fondo sonriendo, haciendo la uve de la victoria, poniendo morritos estúpidos y posando de mil maneras estándar.

¿Cómo dicen? ¿Qué soy un racista? Para nada. Lean otra vez y comprobarán que yo no he dicho que todos los sudamericanos sean así, sólo los que he tildado de pedorros. Y, miren ustedes por dónde, después he sabido que esta marea arrasadora de personajes troquelados en el mismo estereotipo, resulta que está compuesta de personas que vienen a Madrid para participar en una serie de eventos mundiales de la Iglesia Evangelista, esa comunidad religiosa que dirige una señora llamada Evelyn Joshua. Uno de los eventos tuvo lugar al lado de la Colonia Marconi, junto a las putas que pululan por allí. Duró todo el día, de 9 de la mañana a 9 de la noche y estuvo trufado de desmayos, trances, vómitos, tembladeras y paralíticos en silla de ruedas que echan a andar cuando la líder les impone la mano.

Este movimiento, claramente retrógrado y puritano, se dedica a recoger a gente de muy bajo nivel cultural, con los que hacen una labor meritoria en el sentido de apartarlos de la droga, el alcohol y el sexo sin control. A cambio, les meten en la cabeza una filosofía de cero sexo, excepto previo matrimonio, cero alcohol y apoyo a los partidos de ideario más carca. En Colombia este movimiento fue el responsable de que fracasara el referéndum para ratificar el plan de paz, sólo porque el documento del acuerdo incluía un párrafo a favor del aborto (los autores quisieron parecer modernos en ese tema). Por aquí ya saben que la señora Ayuso ha asistido a un evento de esta comunión, aunque es cierto que fue una metedura de pata por la que el partido se disculpó.

Pero, si tienen ustedes un ligue o escarceo con una chica a la que le hayan comido el tarro estos señores, les dirá que a pasar primero por la vicaría; en caso contrario únicamente se puede practicar sexo sin penetración, lo contrario es fornicación y por tanto, pecado contra el Espíritu Santo. Este ideario ha tenido mucha penetración (valga la redundancia) en el África subsahariana, en todo Latinoamérica y también entre los gitanos en Europa. Por otro lado, los curas de este movimiento son contrarios a cualquier medida anticonceptiva y también al aborto. Una vez que la chica se ha casado, su única función es parir un hijo tras otro. Igualito que, por ejemplo, entre los judíos ultraortodoxos como los que viven en la zona de Williamsburg, en Brooklyn (les recomiendo la miniserie de cuatro capítulos Unorthodox, donde se explica cómo es la vida en esa enorme comunidad). Si sobre el sexo ese es el ideario, con el alcohol no es muy diferente. Este vídeo ya se lo traje al blog, pero viene a cuento repetirlo.   

A mi gato Tarik ya le abro la terraza sin ningún problema y parece que con la chapuza que me hizo Manuel no se puede escapar. Para el animal, el mundo de la terraza es como un paraíso, allí se camufla entre las plantas a ver si aparece algún pájaro, insecto o salamanquesa incauta, a los que espera durante horas con paciencia de cazador. Cuando se cansa, se viene para adentro. El jueves lo llevé al veterinario a ponerle la segunda vacuna y se volvió a portar muy bien. Me dice el veterinario que los gatos son animales de rutinas y que por eso Tarik me despierta cada mañana cuando considera que es ya la hora de desayunar. Hasta entonces no da un ruido. Cuenta el veterinario que supo del caso de un gato que, cuando sus amos invitaban a algunos amigos a cenar y luego la sobremesa se prolongaba en exceso, empezaba a hacer toda clase de gestos inequívocos hacia los invitados, explicándoles que ya era hora de que movieran el culo, que los de la casa se tenían que acostar.

Pues hablando del gato, ya he resuelto lo de cómo seguir haciendo viajes. Mi querida África y sus hijos y marido no tienen inconveniente en que les lleve a Tarik a su casa, a ver si hace buenas migas con Mina y Ulises. Empezaré por un viaje cortito el próximo fin de semana, puente de San Isidro. El viernes por la mañana les llevaré a Tarik. He de hacerlo a horas primeras, porque a las 13.00 tengo que darles una charla a un grupo de promotores y gestores de la ciudad holandesa de Almere. La cosa será en una de las Cuatro Torres del Real Madrid. A las 14.00 estoy invitado a una comida con ellos en un restaurante de lujo de la torre vecina, creo que como único pago por mis servicios de conferenciante. Terminado el sarao, voy a casa, me cambio, cojo el equipaje y bajo a por el coche para recoger a Henry Guitar y poner rumbo a Cáceres, donde tenemos un hotel reservado para tres noches.

¿Y qué vamos a hacer a Cáceres? Pues asistir al Womad 2023, un evento que se concreta en una serie de conciertos nocturnos y gratuitos por las diferentes plazas del centro de la ciudad, con charangas, grupetes de música étnica, pasacalles y similares. La cosa empieza el jueves, pero Henry tiene clases ese día. Nos había dicho Críspulo el batería que se venía con nosotros, pero al final no puede porque tiene un bolo con su grupo ese fin de semana. El domingo es el fin de fiesta y contamos con regresar el lunes por la mañana, que Henry tiene ensayo con la big band por la tarde. Inauguro así la temporada de festivales veraniegos, que va a ser interesante, aunque no con el nivel del año pasado. Mi siguiente viaje está relacionado con el concierto de Samantha Fish en el Bataclan de París, pero ya les iré contando porque mi plan es hacer un viaje de unos diez días con diferentes hitos en varias ciudades, como el del otoño pasado. Aquí pueden ver el cartel anunciador del Womad de este año.

Pero imagino que ya les he creado una cierta curiosidad con el titular de este post y vamos a ello. Esta vez no les voy a hacer una descripción cronológica como de costumbre, sino que voy a intentar explicar cómo me fui enterando yo, aunque ello me obligue a recurrir a la técnica del flashback. Como quizá les haya dicho, yo tengo un contrato con Orange, operador que me suministra el WiFi, el móvil, la línea de teléfono fijo (que tengo desenchufado) y la posibilidad de conectarme con Orange TV, que nunca he activado. Además de todo eso, la oferta me incluye el abono gratuito a Netflix, que me permite ver un montón de películas y series, y que uso de vez en cuando. Por todo ello vengo pagando unos 65€ que, según mi hijo Kike, sería una estafa si no fuera por el Netflix.

Hace tiempo que me vienen asediando con llamadas de supuestos agentes de Orange que me dicen que me ofrecen pagar mucho menos, a todos los cuales les contesto que no contrataría nunca nada con alguien desconocido que me llama por teléfono a mi casa, y que ni siquiera quiero escuchar sus ofertas. Pero el caso es que en el mes de abril me llegó la factura correspondiente de Orange y esta vez ascendía a 87€. Como algunos de los que me llamaban me anunciaban que iba a sufrir una subida próxima por cabezota y, digámoslo también, no tengo muchas ocupaciones en este ínterin entre fases agudas de mi sinvivir, pues decidí bajar a Príncipe Pío, en donde está la agencia de Orange con la que hice el contrato, normalmente atendida por unas chicas muy amables y donde no suele haber cola.

Me atendió una chica bastante tranquila y de aire razonable. Le conté lo del asedio telefónico y me dijo que eso tenía que ver con nuevas ofertas y rebajas relacionadas sobre todo con las facilidades para ver más o menos canales de Orange TV. Le confesé que apenas veo la tele, que Orange TV únicamente me ofrece la posibilidad de ver nuevos canales de pago y que mi experiencia es que los canales de pago son tan malos como los gratuitos. Me dijo que lo entendía y que en ese caso no había posibilidad de mejora o rebaja alguna. Me explicó que, cada vez que hay una novedad en este tema, la compañía contrata a una serie de chavales para que llamen a los abonados, por si alguien está interesado. También entendía mi aversión a este sistema publicitario pero, muy educadamente, me hizo ver que hay gentes de todo tipo, entre ellas personas a las que no les molesta que les llamen a horas intempestivas.

Pasamos al segundo tema. Buscó en pantalla un gráfico de barras de mis pagos mensuales. Era ciertamente llamativo. Una serie de barras igualitas y una última más alta. Entramos a ver el desglose y allí estaba. El sobrecosto se debía a que yo me había abonado a una página que se llama Woman Today News. Tenía tres servicios de esa página que había usado y cada uno se llevaba unos 7€ y pico. No tenía ni idea de qué servicio era ese, no recordaba nada con un nombre como ese (para qué querría yo estar al tanto de las noticias de la mujer de hoy). Pensé si sería algún tipo de porno pero, me crean o no, no acostumbro a entrar en páginas de ese tipo. Le propuse a la chica acceder con su ordenador, pero me dijo que no podía hacer eso. Pensé en entrar con mi móvil, pero me dio miedo de que me cobraran un servicio adicional.

Pregunté qué hacer. Lo primero, anular la suscripción a esa página. La chica me ayudó a hacerlo con mi móvil y no tardamos nada. Luego le pregunté si podía reclamar algo a Orange y me dijo que por supuesto podía, pero que no me iba a servir de nada, porque esa compañía fantasma podía demostrar que yo me había conectado voluntariamente y había hecho esa suscripción. No había mucho más que rascar. Pregunté de qué fechas eran los cargos que me había cobrado Woman Today News. La respuesta era precisa: los tres eran del 14 de marzo. Así que caminé de vuelta a mi casa y nada más llegar, me abalancé a mi agenda Moleskine. Ya saben que soy un tipo muy ordenado (o más bien ordenadito, como me tildaba el Coronel Groucho). Todo lo apunto, entre otras cosas, para que no se me olvide ninguna cita. Nada más buscar el 14 de marzo, encontré lo que buscaba, me acordé y aquí viene el flashback del que les hablaba.

El 14 de marzo, había quedado a comer en el Doppelganger Bar, un lugar situado en el interior del mercado de Antón Martín, con mi grupo de cuatro amigas del curre que siguen en activo y con las que quedo de vez en cuando. Alguna de las chicas lo propuso como una alternativa de comida en cierta forma similar a la Llorería de mi amigo José, a la que ya les había llevado yo. Suelo ser puntual y además no tengo obligaciones laborales y el bar estaba a un paso de mi casa. Así que llegué el primero, a la hora en punto. Si hubiera llegado con tiempo de sobra, me habría pasado por la charcutería y me habría enterado de la muerte de mi amigo Luis, pero subí directamente al bar. Me indicaron la mesa y, para entretener la espera, decidí utilizar el escáner del móvil para descargarme el menú del lugar y poder irlo consultando mientras esperaba a mis amigas.

Puse la pantalla encima del código QR y le di al botón. Pero no me salió el menú del bar, sino unas chicas con aire estúpido que me saludaban y me mandaban besos con la mano. Lo apagué enseguida y eso es lo que recuerdo. También estoy seguro de que se lo comenté a las primeras amigas que vinieron, lo que motivó que le pidieran al camarero unas cartas en papel. ¿Por qué me figuran tres cargos ese día? Pues no lo recuerdo. No sé si intenté de nuevo sacar el menú, o si se lo mostré a mis amigas para que vieran lo que salía en vez de eso. Después comimos y bebimos bien y yo me olvidé completamente del asunto. Pero estoy seguro de que fue en ese momento cuando me suscribí a Woman Today News. Es decir, que es una estafa. Lisa y llanamente.

Con ese convencimiento, busqué en Internet. Hay reseñas de gente que ha denunciado la estafa, desde comienzos de 2022. Y se detallan todas las gestiones infructuosas que hicieron después. Nunca recuperaron el dinero pagado por ese fraude, aunque algunos habían apoquinado seis o más meses. Se me ocurrió llamar a la OCU, Organización de Consumidores y Usuarios. Una chica bastante educada me dijo que no me podía comentar nada, a menos que fuera socio de la OCU. Cuesta sólo 17€ al mes. Le dije que conocía perfectamente su organización, que una pareja que tuve recibía la revista por ser socia y que, a la vista del escaso volumen de reclamaciones que hago al año, no me merece la pena. Que entendía que, sin ser socio, no podía usar a sus abogados y asesores, pero que había pensado que tal vez me podían comentar algo al respecto. Nada. Cero comentarios. Entonces le dije que ellos no eran muy diferentes de Woman Today News, que todos tratan de aprovecharse de los jubilados incautos para sacarnos el dinero para polladas. Y colgué inmediatamente.

Como seguía cabreado, busqué una página de la policía para hacer denuncias on line sobre delitos informáticos. Había un espacio generoso para contar lo que me había pasado, así que se lo expliqué con pelos y señales. Entonces me pidió un montón de datos: nombre y apellidos, domicilio, fecha de nacimiento, teléfono y dirección de mail, lugar fecha y hora de la infracción sufrida. Estuve un buen rato rellenándolo todo. Sólo faltaba una casilla. En ella había que responder una cuestión sencilla (cuánto es 5+0), para acreditar que no era yo un robot (sic). Bien, le di a la tecla del 5 y no se grababa. Le di a siguiente y me dijo que me faltaba rellenar la última casilla. Intenté varias estratagemas más: contestar en mayúsculas, volver a la página anterior y regresar al cuestionario, dar diversas respuestas falsas, a ver si por lo menos les llevaba a la conclusión de que era un robot, o un subnormal. Nada. Imposible.

Así que no me quedó otra que salirme de la página de la policía, relajarme y servirme una Estrella de Galicia bien fría. Las moralejas de la historia son varias. UNO. Ni se les ocurra utilizar el escáner del móvil. Yo ya he eliminado esa aplicación de mi aparato. Que me traigan una carta en papel, o me reciten el menú de viva voz. El bar no tiene ninguna culpa, imagino que algunos cabrones habían hackeado su Web y la habían dejado lista para pillar nuevos suscriptores de esa página. A partir de ahora, si en un bar me dicen que no tienen otra opción que el código QR, me voy a otro bar. DOS, lo de la OCU está bien para gente que sale por la mañana de su casa a ver si alguien le falta o le intenta timar, para denunciarlo enseguida. Y que miran las etiquetas de todos los productos que compran en el súper. Y que cuentan las hojas de las lechugas para ver cuál es la más conveniente. Si ustedes, como yo, son confiados y no tiene esas obsesiones, la OCU no les sirve de mucho.

TRES, que la Policía Nacional tenga una página en la que te tires una hora rellenando campos, para luego tener truco final, pues se comenta por sí sólo. Es que manda carallo. Esto lo había visto en las páginas de reclamación de las aerolíneas, pero está hecho adrede para desanimar al reclamante. De la madera no podría creer eso. Más bien pienso que, como son unos cutres, a lo mejor han copiado directamente la página de una aerolínea, porque no tienen presupuesto para contratar a un buen programador. El CUATRO es el más interesante. No se lleven disgustos por cosas como esta. Ábranse una cerveza y a vivir. Esto último me recuerda a una conocida canción de Leño que también acababa con una cerveza. Nada menos que de 1982. Por cierto, en este tiempo de estupidez, sosería y puritanismo camuflado que nos ha tocado vivir, esta canción ahora mismo no sería publicable. Se llama La Fina y se la dejo de regalo de postre. Que pasen una buena semana de mayo.


2 comentarios:

  1. Nada de recurrir a los maderos, querido amigo, para eso está el INCIBE, tfno. 017. Y que tengas más suerte que con la poli, yo todavía no he llamado nunca pero puedes intentarlo y así sabremos como funciona. Un saludo a Tarik y un abrazo para ti.

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    1. Gracias, querido amigo, lo tendré en cuenta para casos futuros. De momento, superado el cabreo momentáneo, no pienso mover más este episodio, que no se merece otra cosa que pasar al olvido.

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